Un intento de cita
Lily dio un paso al frente y se plantó ante el señor Logan con una amplia sonrisa que combinaba la cordialidad con la curiosidad. Miró de arriba abajo al sujeto que tenía ante sí, entonces le dijo:
―Entonces, ¿Usted es el sujeto que está sonsacando a mi amiga?
El tono jocoso con el cual Lily pronunció aquello ocasionó que Eva se quedase pasmada a su lado sin atreverse a mirar al poderoso CEO que ahora más que nunca se mostraba imponente y altivo como si la noche fuese su natural elemento. Eva se quedó muda a pesar de que hubiese querido poder insultar a su amiga por tal desfachatez manifiesta en esa pregunta burlona, pero no fue necesario, pues Logan clavó su mirada en ella sin disimular su carácter regio que asustaba de solo verle.
―Disculpe, señorita… si no le molesta, tengo un poco de prisa para partir ahora mismo. Así que si no le molesta quisiera ahorrarme el protocolo de cordialidad.
Lily quedó muda por aquel golpe de honestidad brutal que el señor Logan acababa de derrochar ante ella.
― ¡¿Pero quién demonios se cree para comportarse así?! ―espetó Lily cuando al fin logró salir de su mutismo―… si no se ha dado cuenta, está en mi casa y nada le da el derecho para que se sienta en libertad de hablarme como le dé la gana.
Lily no tuvo un mínimo de intención de calmar aquella reacción intempestiva que le sobrevino luego de la que fuera la respuesta ácida del CEO, sin embargo, ella no tuvo que seguir, pues fue entonces la misma Eva quien se adelantó para mirar a Logan con fuego en los ojos.
― ¿Acaso no te das cuenta de que ella es mi amiga y que solo estaba tratando de ser agradable contigo?
Eva habló en un tono mucho más calmado que el que había empleado Lily, aun así sus palabras tuvieron un efecto mucho más notorio que el que habían ocasionado Lily al hablar. El rostro del señor Logan se desencajó y su ceño fruncido dejaba entrever lo mucho que le intrigaba aquello que Eva le acababa de decir.
―No, señorita Moon… quien no se da cuenta de la situación es usted ―Logan hablaba como quien está acostumbrado a ser escuchado en silencio. Su tono era serio y su voz era ronca y profunda, por lo que cada entonación que salía de su boca ocasionaba un impacto en todo el que le escuchaba―… yo solo he sido sincero con la señorita: No he venido hasta aquí a socializar con nadie, solo he venido por usted.
Eva quedó perdida en un espiral de incredulidad al escuchar aquello. Ella sabía, por lo que había escuchado, que ese sujeto era una mole de indiferencia e insensibilidad, pero ese derroche que recién había exhibido dejaba en claro que lo que le habían dicho no hacía justicia a lo que él verdaderamente podía llegar a ser.
―En ese caso, entonces dese la vuelta y váyase… no estoy dispuesta a seguir con esta pantalla con un sujeto que no es capaz de respetar con un simple saludo a mi mejor amiga ―Eva ardía de la furia en ese momento, aunque ella si sabía controlarse y no se perdía en insultos pueriles ni en gritos insuflados de ira.
Logan no se movió ni un segundo. Él se quedó con su gesto frío que era sereno al mismo tiempo. Sus ojos ahora se veían más oscuros, más profundos, pero Eva no quería pensar en ello, ella solo no quería permitir que nadie le hiciera daño a su amiga.
―Eva no, no tienes que hacer esto por mí ―Eva escuchó a Lily quien habiendo calmado el tono con el que había hablado la última vez, le hizo saber su opinión―… puede que el sujeto haya sido un patán conmigo, pero no por eso tienes que arruinar tus planes.
Eva se dio la vuelta y miró a su amiga. Para ella no tenía sentido que Lily le animara a seguir adelante con aquello, después de todo le estaba aupando a seguir en planes de tener esa cita con el sujeto que ya había quedado demostrado que era un completo psicótico. Solo entonces Eva recordó el verdadero motivo por el cual había accedido a todo ello: Esa pulsera era el único vínculo con su pasado, no podía perderla así.
―Sabes bien que nada de esto lo hago por agrado Lily… solo accedí a salir con él para que me devuelva la pulsera de mamá… solo por eso… el señor no me interesa en lo más mínimo.
Eva dijo aquello sin determinar el peso que sus palabras podían tener al final de cuentas, sin embargo, contra todo pronóstico, la reacción del señor Logan fue contraria a lo que se podía esperar de antemano, pues el sujeto se encogió de hombros y dejó escapar un suspiro cansado antes de sonreír de manera solapada.
― ¡Qué palabras tan agradables, señorita Moon! ―Bufó Logan con un dejo de burla.
Eva le miró con una determinación apremiante y le dijo:
―Usted lo sabe bien, señor: Solo quiero mi pulsera.
―Y la tendrá, señorita, la tendrá, pero para ello debe acompañarme. Cene conmigo y responda mis preguntas… entonces tal vez le devuelva su pulsera.
Eva se sentía furiosa por aquel predicamento en el que se encontraba. Respiró para tratar de mantenerse calmada, entonces le pregunto:
― ¿Tal vez? ¿Si está consciente de que yo podría denunciarle por robar algo que es de mi propiedad?
Logan escuchó a Eva decir aquello y su sonrisa se incrementó hasta ocasionar que en sus mejillas se dibujaran un par de hoyuelos que hacían que su rostro simétrico adquiriese un matiz casi divino.
―Me gustaría ver eso… en esta ciudad no hay nadie que se atreva a levantar un dedo en mi contra señorita. En esta ciudad todo se hace a mi manera o simplemente no se hace ninguna forma.
Eva sentía un estallido de impotencia soberano. Ella iba adornada con el vestido y las joyas que él le había regalado, de pronto esas últimas palabras de Logan tenían un sentido más personal. Ella estuvo a punto de seguir el desafío y retar el ímpetu y la soberbia de ese sujeto, pero Lily colocó su mano en su hombro y le dijo.
―Tranquila Eva… los perros que ladran no muerden ―Eva escuchó a su amiga utilizar aquel refrán que incluía a caninos, entonces se dio cuenta de lo cómico que resultaba el asunto―. Ve a la cita y recupera lo que es tuyo. Sé que tú estarás a la altura de la situación.
Eva soltó el aire de sus pulmones y se relajó para tranquilizar su alma. Aquel conato de discusión había imbuido en ella un desagrado complejo. Entonces se relajó y asintió para dejarle saber al CEO que estaba lista para partir.
―Perfecto. La espero en el coche… Alan tiene algo para usted.
Logan dijo esto como si hubiese estado preparado para hacerse sentir con una jugada así. El sujeto dio la vuelta y se encaminó de vuelta al coche, pasando al lado de su chofer, quien dio un paso al frente para acercarse a Eva, quien había quedado impresionada cada vez más por el comportamiento errático de aquel millonario.
El chofer, quien había mantenido su brazo detrás de su espalda, ofreció de repente ante Eva un inmenso ramo de rosas rojas.
―Para usted ―dijo Alan con una voz que fundía a la perfección la ternura y el respeto.
Eva entendía que las rosas venían de parte del señor Logan, pero recibirlas de manos de Alan, tuvo un efecto extraño en su corazón.
La autoridad del Alfa ― ¿No piensa tomar mi mano? ―La pregunta de Logan sacó a Eva de su estupefacción. Ella no podía entender aquel inesperado viro en el comportamiento del sujeto que solo unos cuantos minutos antes se había comportado como un completo patán y que ahora estaba esgrimiendo un derroche de caballerosidad. ― ¿Su mano? ¿Para qué? ―le preguntó Eva con un gesto de incredulidad que le gobernaba de manera evidente. Ella aún se encontraba sumida en la profundidad de esos pensamientos que le habían sobrecogido durante el tiempo que duró ese viaje, desde la casa de Lily hasta el restaurante de cinco estrellas donde Logan le había invitado a cenar. ―Digamos que tengo una obsesión con el comportamiento caballeroso ―le respondió el sujeto de mirada profunda que le veía desde su sitial de dominio y prepotencia. Eva se sintió diminuta por un segundo. Ella aún estaba sentada en el asiento trasero del coche, mientras
Los secretos del lobo ― ¿Quién era esa mujer? ―preguntó Eva, apenas se sentó a la mesa con la ayuda de él ―Eso es lo de menos ―le respondió el señor Logan. ―Pero ¿Por qué me ha tratado mal? ―insistió ella. Logan se removió incómodo con un gesto incierto. ―Ya te he dicho que no es nadie importante. ―Pero yo quiero saber ―se obstinó en reafirmar Eva, quien no se percataba de lo insistente que estaba siendo con aquel asunto. Logan resopló con evidente incomodidad. El mesero acababa de retirarse de la mesa con la orden de ambos que había sido prácticamente forzada por el señor Logan. Eva miró a su acompañante y entendió que las cosas se estaban saliendo de control. ― ¿De verdad está dispuesta a sacarme de mis cabales, señorita? ―la pregunta de Logan confrontó a Eva de una manera intensa, haciendo que ella se sintiera ofendida por ello. ―Lo siento, señor, pero le recuerdo que todo esto ha sido idea suya y que si yo estoy aquí esta noche «sacándole de sus cabales» es simplemente po
Revelación― ¡¿Qué ocurrió?! ―gritó Alan una vez que llegó para socorrer a su jefe.― ¡No sé! ―Fue lo único que Eva pudo gritar en medio de su confusión y miedo.Los comensales de ese lugar exclusivo y lujoso se habían impresionado al ver como aquel sujeto grande y fuerte se había desvanecido de manera tan aparatosa, llevándose consigo la mesa que estaba servida delante de él. El estruendo captó la atención de todos los presentes.Aquella rubia que había tenido la ocasión de fastidiar a Eva cuando recién habían llegado al lugar, se acercó con las peores intenciones.― ¡Tú le hiciste algo desgraciada!… ¡Habla, di que fue lo que le hiciste! ―le reclamó la rubia sin que Eva pudiese entender en lo absoluto que era lo que estaba ocurriendo.Ella simplemente había llegado allí para recuperar lo que le pertenecía y para poder despejar sus dudas respecto a la relación del Señor Logan y sus constantes visiones; ahora, sin darse cuenta, se encontraba enfrentando una situación mucho más aparatos
Una verdad imposibleEl corazón de Eva latía con demasiada fuerza como para entender aquello como algo normal.Definitivamente, debía estar ocurriendo algo que iba más allá de su propio entendimiento, pues, se daba la ocasión donde sus acciones no estaban atendiendo al raciocinio de su cabalidad.― ¿A dónde vamos?Eva estaba completamente aterrorizada, pues estaba viendo como el coche lujoso del sujeto con el que había ido a cenar, comenzaba a perderse en las afueras de la ciudad.―Al sitio donde pueden ayudar al señor Logan ―respondió Alan.«¿No puede ser un sitio menos terrorífico?» pensó Eva.Sus propios reproches estaban a la orden del día. Ella solo podía pensar en cómo es que se había metido en una situación así. Ella lo había atribuido a esa intención de recuperar su pulsera, pero ahora que había pasado todo el tiempo de ese viaje con la cabeza del CEO sobre sus piernas, había entendido la verdad de todo.― ¿Usted siente algún tipo de atracción por el señor Logan? ―le había pre
La madre del clan― ¡Nina, el alfa te necesita!Alan se quedó estupefacto al ver como la anciana pasó por alto cualquier interés en la situación del sujeto que yacía inmóvil sobre el suelo delante de ella para irse directo a confirmar que sus ojos no le engañasen.Eva miró a Alan quien se había dado la vuelta con una mirada de contradicción en sus ojos y luego volvió a fijarse en la mujer que le sonreía a solo unos cuantos centímetros de su propio rostro―Disculpa Beta, pero esta niña es más importante que cualquier cosa.―Lo sé, Nina ―espetó Alan, quien también respondía al nombre de «Beta»―, por eso mismo la traje ante ti, pero necesitamos saber qué es lo que ocurre con el jefe.La anciana retiró la mano del rostro de Eva y se viró para dedicarle una mirada displicente a Alan.― ¿Acaso no es obvio? ―le preguntó la anciana llamada Nina.― ¿A qué se refiere, Nina?―El amuleto de sangre está reaccionando ante la exposición de la fuerza de su luna ―Nina señaló a Logan, quien aún permane
Una larga noche.Las sombras se movían azarosas contra la luz de la luna que brillaba sobre ella en medio de aquel bosque.Sus pies estaban descalzos, atrás habían quedado los tacones.Eva sabia que estaba en un lugar que le parecía conocido, pero solo entonces comenzó a darse cuenta de que lo conocía desde hacía mucho tiempo.Las siluetas de los árboles y los contornos de las montañas lejanas, Incluso la forma en como la luna incidía sobre el color de su propia piel, le hacía saber que estaba de vuelta en el lugar que siempre había visitado, pero ahora, a diferencia de siempre, faltaba un elemento fundamental: Él no estaba cerca.Eva comenzó a caminar con un dejo de melancolía atravesándole el alma.―Soy yo, Eva, vine a buscarte―le dijo casi por instinto.Ella no sabía lo que hacía, pero estaba dispuesta a intentarlo todo solo para poder salir de todas las dudas que le aprisionaban el alma de esa manera tan indescriptible. Eva sabía que las palabras de aquella anciana eran ciertas: E
Inesperada respuesta―¡Salvándole la vida! ―espetó Eva con la rabia, haciéndole fluir la sangre por todo el cuerpo como en una descarga de adrenalina incontenible—. Eso es lo que estaba haciendo. Logan escuchó la explicación de aquella joven hermosa que rápidamente había cubierto su desnudes con una sábana para evitar quedar expuesta ante él.La tensión entre ambos era extremadamente extenuante.No había forma de evadir la terrible realidad que ellos dos estaban viviendo: Ella por no saber lo que estaba ocurriendo y él por descubrir que su peor pesadilla se había vuelto realidad.―¡Maldición! ―exclamó Logan al darse cuenta de que sus ojos no dejaban de mirar a la chica que ahora estaba a punto de sollozar.La idea de haber estado en la cama, desnudo, durante toda la noche, con esa chica que le hacía sentir esa explosión de emociones y sentimientos contradictorios, era algo completamente irritante.Logan sentía una atracción sobrenatural por esa chica de mirada esquiva y rostro angeli
Siempre una historia de amor― ¿Entonces ese fue el origen de todo? ―interrogó Eva tratando de asimilar aquello que la anciana le había contado mientras caminaban por la orilla de ese lago que se encontraba al pie de la montaña en la que Nina tenía su hogar.La anciana asintió sonriente como siempre, con su actitud de triunfo y disfrute. Después de haber vivido tantos años, ella ya se encontraba en condiciones de soportar con una sonrisa la mayoría de situaciones adversas que pudiesen interponerse en su camino y en el de los suyos.―El origen, sí… siempre fue una historia de amor y odio… una historia que continúa incluso a nuestros días, incluyéndote a ti.Nina explicó aquello dejando a Eva estupefacta.Ella aún iba vestida con ese vestido elegante que Logan le había regalado para la salida de la noche anterior. Sus pies iban descalzos, pues aquellos tacones no eran nada cómodos para caminar sobre el suelo blando de ese paraje de ensueños en el cual se encontraba escuchando aquella hi