CAPÍTULO 48: NO TE CASES CON ÉL, MAMÁ Me dirijo a la corte para la audiencia de custodia de Daniel. Mis nervios están a flor de piel y siento un nudo en el estómago mientras camino por el pasillo hacia la sala. Mi abogado, el Dr. Park, me ha asegurado que ha preparado un caso sólido, pero no puedo evitar sentirme ansiosa. Todo lo que quiero es estar con mi hijo y protegerlo. Entramos a la sala de audiencias y veo a Hyun-Soo sentado al otro lado, con su abogado a su lado. Me mira con una expresión de frialdad, pero no me dejo intimidar. Respiro hondo y me siento junto al Sr. Park, quien me da una mirada alentadora. El juez entra y la audiencia comienza. Escucho atentamente mientras el Sr. Park presenta nuestra argumentación, destacando todos los esfuerzos que he hecho para proporcionar un ambiente estable y amoroso para Daniel. Menciona mi trabajo, mis intentos de integrarme en la comunidad y mi disposición para colaborar con Hyun-Soo en todo lo relacionado con nuestro hijo. —Su Señ
CAPÍTULO 49: ÉL ME OCULTA ALGO El día comienza con una inusual calma. La invitación a la boda se encuentra sobre la mesa del comedor, un objeto que, aunque inanimado, se siente imponente. Parece observarme mientras intento concentrarme en preparar el desayuno para Daniel. —Mamá, ¿vamos al parque después de la escuela? —me pregunta Daniel mientras termina su cereal. —Claro, cariño, —le respondo, forzando una sonrisa—. Hoy iré al hospital, pero te recogeré temprano para que podamos ir. Después de dejar a Daniel en la escuela, me dirijo al hospital Asan. Las horas pasan lentamente mientras atiendo a los pacientes y trato de mantener mi mente ocupada. Al final del turno de la mañana, vuelvo a la escuela de Daniel para recogerlo. Apenas salgo del coche cuando veo a Hyun-Soo esperando junto a la entrada. Mi corazón se acelera, cada vez que lo veo siento un vuelco en mi estómago. —Elena, necesitamos hablar, —dice Hyun-Soo con su tono frío y directo. —¿Sobre qué? —respondo, tratando
CAPÍTULO 50: CONFUSIÓNCamino de un lado a otro en la sala de mi casa, las palabras que escuché se repiten en mi mente como un eco sin fin. La conversación entre Min-Ji y Tae-Young sigue dándome vueltas, y entre más lo pienso, más me lleno de dudas y confusión. ¿Qué significa todo esto? ¿Qué es lo que realmente está pasando? Me siento en el sofá y tomo mi teléfono, decidida a escribirle un mensaje a Tae-Young. Necesito verlo, necesito exigirle una explicación. Mis dedos se mueven rápidamente por la pantalla, redactando y borrando mensajes una y otra vez. Cada vez que estoy a punto de enviarlo, una sensación de miedo me invade. ¿Y si estoy equivocada? ¿Y si esto es solo un malentendido? Finalmente, dejo el teléfono a un lado y me recuesto, mirando el techo. El nombre de Hyun-Soo cruza por mi mente. ¿Sabrá él algo? ¿Por eso trataba de advertirme? Pero sé que no puedo recurrir a él. Nuestra relación es complicada y si no llegase a saber nada, solo empeoraría la situación. Él no es una
CAPÍTULO 51: SOSPECHAS CONFIRMADAS—Elena… —dice con una sonrisa que no llega a sus ojos y una mirada suspicaz— ¿Qué haces aquí?Mi mente corre a mil por hora, buscando una excusa. —Ah… Tae… yo… —El labio me tiembla y siento que no puedo respirar. Si él se da cuenta de que ya lo sé todo estaré perdida. Mi mente piensa a toda velocidad una buena y creíble excusa que decirle para salir de este aprieto. Finalmente, opto por la primera mentira que me viene a la cabeza. —Te estaba… preparando una sorpresa... —respondo con nerviosismo—… pensaba invitarte a cenar esta noche. Tae-Young parece comprar la excusa y su expresión se suaviza. —¿En serio? ¿Y por qué estabas aquí?—Quería esperarte, hacer algo romántico, pero regresaste antes de que pudiera hacerlo. —No era necesario, pero, puedes dármelo ahora. Tae-Young se acerca a mí con una mirada cargada de picardía. Mi corazón se acelera aún más cuando me doy cuenta de lo que intenta hacer. Me atrae de la cintura hacia su cuerpo y busca
CAPÍTULO 52: ALTERNATIVASMe siento en el sofá de mi casa con la mente aun girando en la conversación que escuché entre Tae-Young y Min-Ji. El nudo en mi estómago se aprieta cada vez más. No puedo casarme con él. No después de lo que he descubierto. Pero la realidad me ahoga sin oportunidad de salir a la superficie: no puedo decirle nada hasta que no tenga un plan sólido. Mi estabilidad y la de mi hijo dependen de esto. Si no me caso con él, perderé la custodia y probablemente seré deportada. Estoy atrapada entre la espada y la pared. Respiro hondo y me obligo a pensar con claridad. Necesito un trabajo, y lo necesito pronto. Me levanto del sofá y enciendo la computadora. Empiezo a actualizar mi currículo, añadiendo todos los detalles y experiencias que puedan hacerme destacar. Busco en internet hospitales y clínicas que puedan estar buscando personal médico. No me importa si están en lugares remotos, lo importante es encontrar algo que me permita mantener a mi hijo y quedarme en el p
CAPÍTULO 53: DESPEDIDA DE SOLTERANo tengo ánimos para nada. A penas y he podido terminar el turno en el Asan Medical sin que nadie se diera cuenta de que me quería ahogar en llanto. Llego a casa arrastrando los pies y me arrojo en el sillón pensando en hacerle una videollamada a Daniel para que me cuente su día. Con las pocas energías que tengo levanto el celular y le marco, pero me contesta Hyun-Soo.—El niño ya se durmió.—¿Podrías decirle que lo amo? Dale un beso de mi parte.—Lo haré —responde con frialdad y me cuelga enseguida.Resoplo, mi vida es una tragedia tras otra. Cierro los ojos, mas, de pronto una llamada de Yoon-Ah me hace levantar de golpe. Me pide que me arregle y esté lista en una hora, pero no me da más detalles. —Si no estás lista, te juro que te sacaré arrastrando de la cama —advierte. Sospecho que está planeando algo, y la conozco lo suficiente como para saber que habla en serio, así que decido seguirle el juego. Me pongo un vestido bonito y me maquillo un po
CAPÍTULO 54: MI SALVADOREl aire nocturno de Seúl está frío, y mis pasos son torpes y tambaleantes. La borrachera me ha dejado la mente nublada y el equilibrio precario. No debí haberme ido del karaoke sola, pero la necedad y el alcohol son una mala combinación. Las luces de la calle se mezclan en un caleidoscopio borroso mientras camino, tratando de recordar por qué decidí irme.Las calles están extrañamente desiertas a esta hora, y el silencio es inquietante. Trato de mantenerme en el camino principal, pero mis pies parecen tener una mente propia. Mientras avanzo, me doy cuenta de que he tomado un desvío hacia una calle más oscura y estrecha. Trato de dar la vuelta, pero mis piernas no cooperan y sigo tambaleándome hacia adelante.De repente, veo un grupo de hombres al final de la calle. Están bebiendo y riendo ruidosamente. Mi corazón se acelera y trato de mantener la calma. Tal vez no me noten si sigo caminando. Mantengo la cabeza baja y acelero el paso, pero es inútil. Ellos me v
CAPÍTULO 55: SOLO LOS EBRIOS Y LOS NIÑOS DICEN LA VERDADEntreabro los ojos y veo a Hyun-Soo sentado en silencio con sus manos firmes en el volante y su mandíbula apretada.Finalmente, rompe el silencio.—¿En qué estabas pensando, Elena? —su voz es baja, pero cargada de reproche—. ¿Por qué bebiste tanto y caminaste sola por la noche? —cuestiona, aunque parece que sus palabras son más para él mismo, pues cree que sigo dormida— ¿Tienes idea de lo imprudente y peligrosa que fue tu conducta? —añade.Sé que tiene razón, pero el tono de su voz solo alimenta mi enojo. Siento las lágrimas empezar a acumularse en mis ojos, pero me niego a dejarlas caer.—¿Por qué siempre eres tan cruel, Hyun-Soo? —digo, acomodándome en el asiento. Él se sorprende al ver que lo escuché, pero se recompone de inmediato—. ¿Por qué siempre tienes que ser tan frío conmigo? No entiendo por qué te comportas así.Frunce el ceño, mirando la carretera.—No soy cruel, Elena. Solo intento mantenerte a salvo. —¿A salvo? —l