Me encontraba sumergida en mi lectura de literatura oriental hasta que escuche unos pasos y la voz de mi madre hablando por su increíble nuevo teléfono. Le contaba a su amiga todas sus penas, por alguna razón ella se sentía muy insegura de sí misma, cosa que me molestaba demasiado, era una mujer hermosa a su edad, inteligente y madura.
Desde lo que ocurrió con papá no ha sido la misma de antes, es diferente, algo dentro de ella se rompió, trata de mantenerse fuerte y seguir adelante por mí pero hay momentos en que simplemente no puede con todo, la he escuchado sollozar en el baño, dormirse embriagada después de tomar vino durante toda la noche. Sinceramente no me siento culpable por no hacer nada para ayudarla, ellos mismos llevaron su matrimonio a dónde estaba, hasta en ocasiones siento que es su culpa...
Eres una pésima hija ¿Lo sabes?
La actitud de mi madre en vez de mejorar, cada vez empeoraba.Seguía diciéndome mentiras, ya no paraba en casa, decía que se iba con sus amigas o que iría de compras y al principio hasta le creí pero cuando se convirtió en algo cotidiano, sabía que no era verdad. Siempre llegaba a casa a altas horas de la noche, casualmente ya había cenado y aún estando todo el día afuera, me dirigía dos palabras y se iba a su cuarto para pasar el resto de noche pegada al teléfono hablando por horas.¿Me alegraba? Si, en cierta forma, pero no pensé que sería tan radical el asunto.Ahora vestía mucho más juvenil, con ropa más ceñida, de diseñador, tacones altísimos, carteras de marca y el cabello siempre arreglado.Trataba de comprenderla, sabía que la separaci&oacut
Su celular siempre estaba sin clave, así que abrí con rapidez el chat. Tenia al contacto que le escribió guardado como "Abdiel Valencia", según yo no había nadie con ese nombre antes de sus citas alocadas. ¿Será este el tipo que la tiene así?Abrí el chat y no sé por qué sentía que de algún modo, me iba a decepcionar.Abdiel: Linda, lo siento esta noche tendré que cancelar nuestra cita. Tengo una reunión de negocios y no puedo aplazarla. Lo lamento, te compensaré. Un beso.Leila (mi mamá): Te comprendo aunque me dejaste muy triste, tenía muchas ganas de verte y que estuviéramos juntos toda la noche pero ahora me dejarás durmiendo sola. Muchos besos.Mamá no sabía que eras tan melosa... Me burle un poco.Abdiel: Ya tendremos tiem
"Inesperada propuesta"Por supuesto que no, esto era una locura; estuve a punto de rechazarlo hasta que un pensamiento invadió mi mente, se suponía que ahora actuaría por mis instintos, mis deseos, viviría el momento, ya se había acabado la niña buena y esta sería la mejor manera de empezar esta nueva vida, este hombre que aunque fuese algo mayor, parecía un dios celestial y vaya que despertaba todo tipo de deseos carnales.Aparte tenía ganas de todo menos de volver a casa.--¿Nos vamos ya?-- fue lo único que me interesó en ese momento.--Sí, como tú quieras-- aceptó y parecía bastante sorprendido con mi rápida respuesta.--Primero tengo que ir a avisarle a mi amiga, no quiero que se preocupe.-- Me parece bien, ve. Te espero en la salida.-- le sonreí y
"Sorpresivo destino"Estaba distraída hasta que vi a Stella aparecer por la puerta del salón para sentarse junto a mí sonriente.--¿Qué tal querida? Traes la cara algo hinchada ¿Qué te pasó?-- Preguntó-- Por cierto ¿por qué no viniste ayer?-- Problemas en casa... Y dormí mucho, casi un día completo y no me di cuenta, simplemente me fui de fiesta y llegué en la mañana, me recosté y seguí de largo hasta esta madrugada. -- expliqué tratando no ponerme nerviosa al recordar aquella noche.-- Oh, vaya... Bien pues no pasó nada interesante, salvo que vino Toby un poco preocupado a buscarte.-- Asenti. Debía estar asustado al recibir miles de llamadas de mi madre. Tenía que llamarlo para explicarle lo que pasó.El profesor Karl entró y tod
"Encuentro deseado "--¿Quieres algo más?-- Preguntó mi madre mientras servía la mesa .-- No, así está perfecto-- Sonreí agradecida.--Tu papá quiere que vayas con él este fin de semana, quiere llevarte a comprar ropa y a que pasen tiempo los dos-- asentí resignada -- Tengo un viaje de negocios, no será mucho pero no quiero que te quedes sola, así que él se ofreció, sólo por dos días.Por supuesto era un viaje de negocios y yo nací ayer mamá.-- Bien, no hay problema-- Me llevé una cucharada a la boca sin prestarle atención al asunto.-- Vendrá por ti hoy en la noche, es mejor que vayas alistando algo de ropa -- afirme con la cabeza-- También quería comentarte que he venido saliendo con un hombre, no quería dec
Llegó el esperado viernes y en toda la mañana estuve ansiosa de que llegara la noche. Convencí a Camile y a Stella para que fueran conmigo al bar, obviamente no les dije sobre mis planes secretos, sólo sería aparentemente una noche de amigas en la que nos divertiríamos mucho.Llegué a eso de las dos de la tarde a mi casa y desde esa hora me estuve esmerando por arreglarme y perfeccionar cada aspecto de mi cuerpo y mi cara. Tenía que lucir perfecta.Mientras me duchaba me aplique una cantidad de cremas que me dejaron la piel súper tersa, suave y brillante.Todo estaba perfecto.Recibí un mensaje de Camile diciéndome que estaban en la recepción esperándome.-- Adiós mamá-- dije mientras corría apresurada de un lado para otro.--&ique
Estaba concentrada buscando información acerca del que sería mi tema para el gran proyecto final de mi carrera. Después de mucho analizar y descartar opciones, finalmente me quedé con el estudio de las brujas y los hechiceros. Siempre, desde pequeña me había sentido fuertemente atraída hacia todo lo relacionado con eso y poder profundizarlo profesionalmente ahora sería sumamente interesante.--¿Hija que quieres comer? -- Preguntó detrás mío mamá mientras caminaba de un lado a otro por el salón organizando todo.-- No lo sé, no tengo mucha hambre -- confesé mientras seguía sumida en el computador.En ese momento mi celular sonó, estaba en el mesón de la cocina y mi mamá amablemente me lo pasó. Sentía un gran escalofrío al ver el nombre del contac
—...Por eso te decía que sería bueno ir a ese bar, es muy exclusivo e incluso costoso pero lo vale ¿no? ¿Bárbara? —salí de mis pensamientos al sentir su mirada desesperada sobre mi.—Perdón, estaba algo distraída —me excusé.—¿En qué tanto piensas? —preguntó irritado.—Nada, no tiene importancia... —sonreí forzadamente.—Te decía que mis amigos quieren ir a un bar muy famoso al norte de la ciudad y yo quiero que vayas conmigo. Yo sé que tu mamá no te deja salir tanto pero si quieres yo mismo le pido el permiso ¿si?—Bien, tú habla con ella... ¿Cuándo?—Este sábado, iremos a festejar el cumpleaños de Alejandro. La pa