Antonio abordó a Dannia cuando iban de salida, trataba de persuadirla para que aceptara la propuesta de Alejandro, sabía que no era un tema que le competía, pero estando ella bajo la protección de Alejandro podía sacar buen provecho. —Estás loco, ¿de qué hablas? —Cuestionó. —Usar a Alejandro para vengarte —le respondió de golpe, sin rodeos —¿qué dices?, cásate con él, usa su apellido, tendrás el mundo a tus pies, podrás hacer a Bruno pagar por lo que te está haciendo, acepta la proposición de Alejandro. —¡Estás loco! —le dijo con una sonrisa nerviosa y negando con la cabeza —¿por qué me casaría con él? —Porque al amanecer habrá más temas que serán del conocimiento público, sabrán muchas cosas incluyendo que pasaste la noche de bodas en los brazos de mi querido amigo y ya no habrá vuelta atrás, ¿deseas que siga? —negó —bien, porque las publicaciones siguen y siguen, Dannia, de ti depende. Había entendido el mensaje, su vida ahora dependía de lo que Bruno hiciera día con día y tenía
Dannia al llegar a casa se encontró a su padre llorando, se sentía tan culpable de la situación de su hija de debido que, en un momento desesperado por ayudarla, confrontó a Bruno exigiendo detener esta oleada de acoso, cosa que terminó con su Dannia acurrucada en un rincón de su consultorio llena de miedo. —Es que todo esto es mi culpa hija, quise protegerte y no lo logré, empeoré las cosas. Con lágrimas en sus ojos, Dannia lo abrazó, esto no tenía que ver con él, estaba segura que de no haberlo confrontado, de todas maneras, Bruno lo hubiese hecho. —Tranquilo padre, no es tu culpa, todo acabará pronto, verás que Bruno dejará de molestarme —mencionó insegura de sus palabras —por lo pronto, debo asistir a una cena con mi jefe, tenemos negocios que atender, procura descansar temprano papá, te contaré todo por la mañana. Marco no preguntó de qué reunión se trataba, tampoco era como que pudiera interferir en lo laboral de su hija, ya era bastante grande y esa etapa ciertamente ya habí
Alejandro le sonrió y entre los aplausos de los clientes que había en el restaurante, colocó el anillo en el dedo de su ahora prometida, se levantaron de la mesa y con un bello beso cerraron la noche, le dio un fuerte abrazo y a su oído dijo:—No es la primera vez que hago esto, pero estaba muy nervioso, gracias por seguir el juego.Bruno al ver la escena, tomó sus cosas de la mesa y se marchó hecho una furia, mientras que Dannia sonreía en los brazos de Alejandro al ver lo que había planeado.—Gracias por hacer esto por mí y por pensar en esto, me has tomado por sorpresa, pero lo he disfrutado, en serio gracias.—No tienes porqué agradecer, hay que hacer esto muy real, espera a mañana y verás.Ocuparon otra vez sus lugares y con sus miradas buscaron a Bruno, así que Dannia sonrió al recordar las palabras de Antonio: — se morirá cuando lo sepa y llorará peor cuando se hable de tu boda.Al llegar a casa a casa de Dannia, se despidieron con un fuerte abrazo y ella le dio nuevamente las
Afectada por las palabras de su hijo, Clara se levantó de asiento a por él, para detenerlo.—Simplemente no puedo creer que mi hijo sea tan cruel conmigo, sé que estoy pagando mis errores del pasado con tu desprecio, pero he intentado remediar mis errores tratando de acercarme a ti, de aconsejarte y lo único que recibo de ti es desprecio y un recordatorio que jamás me perdonarás, ¿tan mala madre fui? —cuestionó con su voz quebrada, tratando de llegar al corazón de su hijo.Alejandro, respiró profundo y rodó los ojos, molesto, ya que esa era siempre la artimaña para hacerlo doblegar antes sus palabritas llenas de nostalgia.—Eso debes responderlo tú misma madre, no yo, pues, si fuera por mí te diría que efectivamente fuiste una mala madre, siempre defendiendo el hijo de la mejor amiga y dejándome a mí, como el peor, cuando todos decían lo excepcional niño que era, solo tú y papá no vieron lo que los demás sí, por ese y muchos motivos más, es que, para mí, ustedes fueron los peores padr
La boda llegó, y con ella, la angustia de Marc por lo que su hija haría, así como la molestia de Clara y Jorge, quienes no quisieron asistir a la boda. Ahora, sería Antonio, quien entregaría a Dannia, como jefe de área y amigo.Estaba reluciente, aun más que la primera vez que intentó casarse, sin embargo, por más que odiaba a Bruno, sentía que le estaba fallando, y eso la hacía enojar, no comprendía por porqué si con todo el daño que le había hecho se sentía de esa manera.—¿Por qué siento que estás dudando de hacer esto? —cuestionó Antonio.—No lo estoy dudando, es que, pensé en casarme, pero nunca de esta forma, ¿si comprendes? —dijo afligida cotando su vestido de tul.—Puedes echarte para atrás, ahora que puedes, cuando cruces esa puerta hacia el jardín, ya no habrá vuelta atrás.Una cosa si era segura, Dannia se había vuelto muy orgullosa, uno que jamás le permitiría abandonar lo que estaba haciendo, Bruno debía arrastrarse ante ella y pedirle perdón, ese era su objetivo, su únic
Las semanas transcurrían y el distanciamiento entre Dannia y Alejandro era más que obvia, desde que Karly golpeó a Dannia con sus palabras, ella se encargó de hacerle ver a Alejandro que no había siquiera una amistad entre ellos.Se veían por las mañanas, se saludaban, cada quién se marchaba a su trabajo en sus respectivos autos y regresaban, dormían y esa era toda la rutina que hacían.Pero para ese día en específico, Alejandro invitó a Dannia a almorzar y fueron al mismo restaurante donde estaba su madre, Clara, que, al verlos juntos, llamó a su ex esposo para informarle lo que estaba viendo.—¿Tienes tiempo para mí hijo?Jorge abordó a su hijo, que venía saliendo del ascensor, así que no era como que Alejandro pudiera decir que no, ya estaba en su oficina, ¿qué más daba?—¿Has finalizado el discurso del porqué Dannia es una mala mujer? —preguntó Alejandro a su padre, que lo estaba atormentando hacía por lo menos media hora, diciendo cosas de Dannia sin sentido.—¿Nada de lo que te
Después del trabajo y antes de llegar a casa, Dannia pasó en busca de su nuevo auto, aun la duda de qué pasó con su auto rondaba en su cabeza.Antonio le había mencionado que Alejandro no se encontraba bien y que había bebido más de lo normal, pues ella creía que él estaba molesto, además, la exhortó por no tener al menos una amistad con él, pues, debían ser un equipo si querían derrotar lo que se aproximaba, refiriéndose así, a sus suegros, unos que hasta el momento ella no conocía.Pero justo ahora lo que más le importaba era saber si Alejandro tuvo que ver o no con lo sucedido a su auto, porque de no ser así, ¿qué lo llevaría a darle uno nuevo?—Ha escogido el indicado, señora Millares, felicidades.Mencionó el vendedor al escoger un automóvil, un convertible color negro.—Muchas gracias —les respondió ella, sonriendo ahora que le hablaban con respeto.Llegó a casa, haciendo rugir el motor del auto al ver a Alejandro lavando el suyo, él se alejó de su auto para mirar el vehículo qu
Alejandro salió del baño y se encontró con Dannia dormida en su cama, en posición fetal, se veía tierna, tanto que a Alejandro le dio gracias verla así, por lo que sonrió y la acomodó de manera que ella durmiera cómoda.Se acostó y tomó su celular para chequear los mensajes que tenía, unos eran de Antonio, otros de su madre e incluso, algunos correos de parte de Bruno, donde lo ofendía, diciendo que Dannia era suya y que estaba con él por despecho.—Gracias por decirle a Dannia que estaba ebrio ese día, me tomó por sorpresa que lo mencionara, ¿por qué le dijiste que fui yo?, fuimos los dos, y no con el auto, y lo sabes Antonio —le envió a Antonio riendo por haberlo acusado.—Lo siento, fue lo primero que se me vino a la mente, ¿cómo le iba a decir que entre los dos lo destruimos?, era mejor una mentira piadosa y salvar el trasero de ambos.Dannia se giró, interrumpiendo el mensaje que Alejandro estaba escribiendo, se acercó tanto a él que, lo abrazó.—Si, aunque solo me culpaste a mí,