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Una semana después.

Alison.

James y yo hemos ido regularmente a visitar a mi abuela, quien nos ha pedido que traigamos a mi pequeño campeón, a lo cual James ha accedido muy alegremente, puesto a que Mark y mi abuela están conectados, mucho más que si fueran familia de sangre.

Sin embargo, hay algo que me tiene sumamente preocupada y eso es que todavía no hay noticias de cuándo los policías vendrán a asaltar la casa de James y a rescatarme, porque ya no puedo soportar la relación que llevamos James y yo, una que no está para nada bien.

Aunque sí que es cierto que él no me ha hecho nada que yo no pidiera y, sin embargo, esta sensación de asco que tengo por mí misma es miserable, tanto, que de vez en cuando, en los momentos que nadie me ve, empiezo a llorar a solas, reprimiendo cada llanto, para que Elba o Walter, incluso hasta James y Mark se den cuenta de lo triste que me encuentro.

No puedo lidiar el enfrentamiento diario que tienen mi corazón y mi consciencia.

Porque ya no hay du