—¡Eres un reverendo imbécil, Cavalli! — vociferó Samantha fuera de sí—. Pensé que eras más inteligente, pero ya veo que no es así. ¿Acaso no te das cuenta que esa mujer lo que quiere es matarte? ¿Vas a permitirlo?—Sí, porque yo soy el único culpable de sus desgracias. Viola es mi perdición, si la muerte quiere darme, la aceptaré gustoso. —No puedo creer lo que estoy escuchando. ¡Dile algo a este idiota, Logan!—Mi amor, cálmate, ¿sí? Cada persona elige su propia perdición y si... — se encogió de hombros, tranquilo como siempre—. Es su decisión y mientras sea feliz, nadie lo hará cambiar de opinión.—Es increíble — salió de la habitación con lágrimas al borde de sus ojos.—Está embarazada y sabes que se vuelve muy sensible — explicó Logan con una sonrisa ladeada, terminando de poner el vendaje alrededor de mi abdomen—. Pero ¿no crees que recuperarla es mucho más sencillo que la muerte?—No creo que me siga amando luego de tantos años, eso sin contar el odio que siente por mí.—Tal ve
Quería salir corriendo y no volver nunca más a este lugar, pero mis pies quedaron anclados al suelo por la revelación que, aunque era una posibilidad, muy en el fondo no la esperaba.«Ahora que sé que está bien, no tengo nada que hacer aquí, ¿verdad?».De no haber sido por Gia que sostenía mi brazo con fuerza, ya me hubiera ido de esta casa.La reunión se llevó a cabo instantes después de que llegara el último integrante. Mi presencia ahí no era más que una añadidura innecesaria, pues hace mucho tiempo dejó de interesarme lo que suceda en este mundo. Prefiero seguir en las sombras, oculto de todos como si me tratara de un camaleón.Por más que me dijera a mí mismo que debía estar feliz porque mi bella rosa lo era sin mí, no podía estarlo. La parte más egoísta que creía resignada bullía en mi interior con gran intensidad, enfurecido por las miradas que ese francés de pacotilla le daba a mi mujer, la manera en que la sostenía de las manos, acariciaba su cintura e incluso dejaba besos en
ViolaNada me está saliendo como lo había planeado. Se supone que lo mataría cuando estuviéramos frente a frente, que acabaría de raíz con ese odio que he cargado en mi corazón desde hace años al desatar esos lazos que me siguen enredando en su maldita red, pero sencillamente no puedo.Por más odio, rencor y veneno que lleve en el alma, no puedo ser tan mala persona como él sí lo es. No puedo matarlo con la misma frialdad con la que él le quitó la vida a mi padre. No puedo hacerlo, porque mi corazón todavía le sigue perteneciendo.Me odio a mí misma por ser tan débil y cobarde. Me detesto por no poder hacerle justicia a mi padre, no obstante, hasta él mismo sabía que yo nunca podría llegar a ser como él ni en sus más locos sueños. Jamás he atentado contra la vida de alguien y, ahora que una parte de mí anhela enterrar el pasado para siempre y continuar, los recuerdos y el amor que una vez juró me impide que lo haga.Una parte de mí se siente enamorada e ingenua como hace quince años,
—Ese hijo del que hablas es mío — la voz de Cheviron me sacó de golpe de mi parálisis—. Yo soy su único padre. Estás confundido, André.—Cabe la posibilidad de que sea tu hijo — asintió el hombre—, después de todo, ella es tu esposa, ¿no? Pero lo que no encaja son los tiempos, la edad del niño y su mismo matrimonio. Se casaron hace ocho años y su hijo tiene catorce. Ahora bien, podría ser de otro hombre, pero dudo mucho que una jovencita que apenas conocía del mundo bueno y placentero del sexo haya sido capaz de jugar a ser doble cara mientras sostenía una relación con Cavalli. ¡¿Qué puedo decir?! Hay cientos de posibilidades y una sola verdad, que nuestra bella rosa es la única que nos puede explicar.—Nos conocíamos de mucho antes. Y mi hijo tiene diez años, no catorce.—En muy pocas cosas me he equivocado. Si estoy diciendo que ese niño puede ser hijo de Cavalli, es porque tengo la plena seguridad de que lo es — entre más hablaba ese hombre, más me paralizaba en mi lugar—. Ya he ha
SethNunca me había detenido a pensar cómo se sentiría tener un hijo con la mujer que tanto he amado en mi vida. Quizás en el pasado lo visualicé muchas veces, cuando era egoísta y pretendía mantenerla a mi lado a toda costa, pero desde que lo nuestro se acabó, una familia se fue con su recuerdo y su amor.Fui criado por un hombre fiel a su palabra y sus promesas. Mi padre me enseñó que, sobre el planeta tierra existían muchas mujeres, cada una diferente, hermosa y única, pero solo una es la que nos complementa hasta la eternidad. Solo una mujer es capaz de llevarse lo bueno y lo malo, de destruirlo y armarlo a su vez, de amarla y odiarlo con todas las fuerzas de su ser. Hay una mujer para cada hombre, así como solo existe un hombre para una sola mujer. Para él solo existió mi madre, nunca hubo otra mujer que amara con tanta locura, devoción y pasión como a ella. Incluso el día en que murió, se la llevó con él, dejándome completamente solo.Saber que pude tener mi propia familia y mi
«Tu bella rosa y su amado esposo asistirán a una subasta muy importante y renombrada dentro de dos días. Hazme saber si estás interesado en ir o no, de ese modo me ahorro tiempo al enviarte la ubicación del lugar y reservar un lugar para ti. También quisiera saber si vas a ir acompañado, ya sabes, algunas veces se debe jugar a la par». Rezaba el mensaje que me había acabado de enviar André.Rodé los ojos y suspiré exasperado por su sarcasmo e ironía. Incluso sin necesidad de verle la cara era todo un incordio ese hombre. Solo busca sacarme de mis casillas cada que tiene oportunidad. Más que nadie sabe que todo lo relacionado con ella es vital para mí.«Iré, eso es un hecho y no un cuestionamiento, Lombardi».«De acuerdo. ¿Asistirás con algún acompañante».«No».André, más que nadie, sabe que no me gustan los juegos estúpidos y si quiero recuperar a mi mujer y a mi hijo, no puedo ir del brazo de otra mujer.«Un poco de celos no le sentaría mal a tu bella rosa, hombre. Que sienta lo que
ViolaMi mayor miedo se hizo realidad, pero no me queda más que afrontar esta situación tan desagradable y estresante. Saber que Indro está lejos de aquí y nadie más que yo conozco su paradero me tranquiliza en demasía. Sé que Seth es su padre, que tiene todo el derecho de conocerlo y saber de él, pero una parte de mí se niega a que forme parte de nuestras vidas, cuando hace mucho salió de ellas.Me hubiera encantado que lo formáramos todo sin que nada ni nadie se interpusiera entre nosotros, pero el destino es tan hija de puta, que él prefirió su odio y destruirme sin importar todo el daño que ocasionó en mi corazón y en mi alma.Sus besos lograron debilitarme y sus palabras consiguieron hacerme flaquear por un instante. Lo decidido que se veía hace unos días cuando aseguró que nos recuperaría hizo latir a mi corazón de ansiedad y emoción. Lo amaba, no podía negarme a mí misma lo mucho que él revolucionaba en mi ser con su mera presencia, pero como en el pasado, solo se trató de pala
De lo único que era muy consciente era de lo mucho que lo necesitaba y me debilitaba, besándome de esa manera tan violenta mientras que, sin un ápice de vergüenza, acariciaba cada centímetro de mi cuerpo y me hacía temblar entre sus suaves manos.Nuestro beso escaló muy rápido. En lugar de detenernos, nuestros labios se buscaron con mayor ímpetu, convirtiéndolo en el beso más intenso que alguna vez nos hubiéramos podido dar. Seth me besaba con una pasión contenida mientras que yo lo hacía con toda mi furia, contrariada por las emociones que me gobernaban y me sujetaban firmemente en mi mayor perdición. Porque debía admitir que me enfurecía no poder llevar a cabos mis planes, ya que el amor que aun sentía por él me lo impedía.Nos separamos a la fuerza, respirando agitado y dándonos una mirada que retaba la cordura y la razón, pero así mismo, nos volvimos a fundir en un beso acalorado y largo, sobrepasando cualquier brecha que nos separaba. Su mirada me lo decía todo. Ver esos ojos cla