Adiós

Quería salir corriendo y no volver nunca más a este lugar, pero mis pies quedaron anclados al suelo por la revelación que, aunque era una posibilidad, muy en el fondo no la esperaba.

«Ahora que sé que está bien, no tengo nada que hacer aquí, ¿verdad?».

De no haber sido por Gia que sostenía mi brazo con fuerza, ya me hubiera ido de esta casa.

La reunión se llevó a cabo instantes después de que llegara el último integrante. Mi presencia ahí no era más que una añadidura innecesaria, pues hace mucho tiempo dejó de interesarme lo que suceda en este mundo. Prefiero seguir en las sombras, oculto de todos como si me tratara de un camaleón.

Por más que me dijera a mí mismo que debía estar feliz porque mi bella rosa lo era sin mí, no podía estarlo. La parte más egoísta que creía resignada bullía en mi interior con gran intensidad, enfurecido por las miradas que ese francés de pacotilla le daba a mi mujer, la manera en que la sostenía de las manos, acariciaba su cintura e incluso dejaba besos en
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo