Dante estaba de espaldas a la puerta de su oficina, recargado el su amplio escritorio de madera, hablando por teléfono. Sin percatarse que alguien había entrado sin avisar y se quedaba en silencio para escuchar su conversación.
- Si, necesito que la localices, se llama Emilia Puentes- escuchaba lo que decían del otro lado de la línea para continuar.- vamos sé que eres el mejor investigador que conozco, no creo que sea muy complicado para ti… si es algo que es urgente… no, no tengo más datos, es todo lo que sé, es delgada, chaparrita como un metro y medio… lo necesito para antes del fin de semana… te pagaré por el inconveniente que te estoy dando por la falta de tiempo.
En ese momento su voz ya no era la misma que al principio de la llamada ahora se escuchaba tensa, y con el aviso que no quería más inconvenientes porque podrías salir muy pero muy mal parado.
- Escucha bien- dijo Dante firme sin paciencia- dime si lo harás o no así de simple créeme cuando te digo que no eres el único al cual le puedo pedir este servicio… entonces esperare tu llamada lo más pronto posible, no escatimes en gastos no hay opción de fracaso, ¿Entiendes? La quiero encontrar ¡ya!- grito la última palabra antes de colgar el teléfono y darse la vuelta para encontrarse con Frida parada en la entrada, con cara de querer respuestas.
- Hola, querido.- dijo Frida con tono frío.
- Hola, ¿por qué entraste sin avisar antes? además ¿qué haces aquí?- preguntó aún molesto.
- Vine a pasar un buen rato ya que andaba por aquí cerca, pero por lo visto estabas ocupado.- Dijo haciendo un puchero en los labios.
- Siempre lo estoy, no es sorpresa ni algo nuevo.
- Escuche que buscas a alguien.
- ¿Qué tanto escuchaste? - le preguntó al mismo tiempo que le indicaba que se sentara en el sofá y él servía dos tragos y le entregaba uno.
- Algo que buscas a una muchacha, o niña a juzgar por el tamaño.
- Si hubieras ido a la cena hace unos días, no tendría que buscarla.- no había querido reclamarle sabía que para los dos el trabajo y sus empresas siempre eran lo primero pero estaba molesto ya que en lugar de quitarse un peso de encima lo había multiplicado.
- ¿y eso por qué?- pregunto Frida- explícate.
- Bueno como bien sabes mi abuelo está insistente con la idea de que debo casarme, no es algo que me guste pero quiero que esté tranquilo en fin ese día te iba a pedir matrimonio…
Dante se vio interrumpido por una tos repentina de Frida, se había ahogado de la impresión al escuchar eso, “por fin se había decidido a dar el siguiente paso, m*****a huelga si no se hubieran puesto a levantar falsos rumores sobre la importadora ella ahora estaría comprometida con él” -pensó alegre.
- Entonces solo es cosa que me lo pidas y ya - algo hizo clic dentro del cerebro de Frida y decidió saber mas acerca de eso- a ver, pero ¿qué tiene que ver esto con la muchacha que estás buscando?- pregunto seriamente.
- Pues yo tenía todo listo para hacer la pregunta y a mi abuelo en una parte estratégica para que mirara de primera mano todo, y como tú no apareciste…
- No me digas que me sustituiste por una cualquiera- interrumpió muy molesta e indignada.
- No te sustituí- le contestó desesperado- Ella apareció en el momento que tu debiste llegar, y de ahí se creó un malentendido que se volvió cada vez más grande, hasta llegar al punto en que mi abuelo desea conocer a mi “prometida”- dijo haciendo los dedos como comillas en la última palabra.
- ¡Solo explícale que fue un error y que yo soy la mujer que quieres a tu lado!- dijo mostrando más sentimientos de los jamás había dejado ver, nunca perdía la paciencia y no deba mostrarse débil frente a él.
- El problema aquí es que mi abuelo ya da por hecho que ella es quien se va a casar conmigo…
- ¡Pero no es ella, soy yo! qué tan difícil puede ser hacerlo entender, a fin de cuentas lo que realmente quiere es que te cases.
“Ese viejo seguro con una palmadita en la espalda se en contenta, para la memoria que debe cargar a su edad seguro ni se acuerda” esto último Frida lo pensó solamente sabía perfectamente que ese anciano era intocable para Dante y no se arriesgaría a ponerlo en su contra.
- Si Frida- Dante deja el vaso de bebida en una mesita lateral y le toma las manos- pero mi abuelo está delicado de salud no puedo sobresaltarlo tan drásticamente en tan poco tiempo, lo que haré es dejarlo creer que estoy comprometido con ella solo por un tiempo y después fingir algún conflicto para terminar la relación, no es necesario darle más importancia de la que debería tener.
- Pero Dante, no quiero separarme de ti, quiero seguir viéndote.
- Y lo haremos recuerda que eso es solo por mi abuelo, tranquila es sólo temporal.
Frida sonrió complacida con la respuesta, tenía mucho tiempo peleando por ser parte de la familia Villanueva, ser la primer pareja conocida y formal del gran Dante Villanueva, y le había tomado su tiempo ya que sin importar que ella era la heredera de la importadora más grande de México y de mejor prestigio, y que Dante era el heredero de los mejores y mas grandes almacenes de ropa, pues lógicamente deberían haberse encontrado infinidad de ocasiones, cosa que pasó, pero él nunca le había prestado atención, aunque antes Frida era más discreta en su forma de vestir, siempre se mantenía a la moda.
Nadie tenía ninguna idea del tipo de mujer que atraería a Dante y por lo mismo ella tuvo que ir modificando su imagen hasta conseguirlo, durante años fue castaña y discreta para vestir, sencilla y clásica pero no funcionaba, además de utilizar lentes de armazón, después de ver que en una ocasión Dante desvió su mirada con una mujer rubia, la decisión de Frida fue tomada al instante, para la siguiente vez que se lo encontró, ella ya era rubia y deslumbrante con un estilo más actual y moderno, dejó de lado los lentes de armazón para usar lentes de contacto y se hizo la encontradiza en más de una ocasión hasta conseguir ser parte de las personas de confianza del gran Dante Villanueva.
Las personas que supieran la cantidad de cosas que había modificado de ella para acercarse a Dante poco a poco, pensarían que no era correcto, pero para Frida “todo se debe tomar como evolución y adaptación si te conduce al destino que quieres” pensó, en su caso quería ser Frida Alcalá de Villanueva, y así sería una de las mujeres más poderosas del país y de otros tantos más, además del plus de tener a el bombón de Dante para siempre entre sus sábanas.
Habían pasado unos días y aun no tenía noticias del investigador, Dante ya comenzaba a desesperarse el fin de semana cada vez estaba más cerca y su abuelo no dejaba de pedirle información para poder organizar la cena, en cosa de una semana las cosas habían cambiado demasiado, su abuelo que normalmente solo lo llamaba una vez diaria, ya había hecho rutina y horario, lo llamaba antes que él llegara a su oficina, cuando era hora de salir a comer y antes de la cena y se escuchaba cada vez con más energía, además que había pedido limpieza profunda en toda la mansión sorprendiendo a todos ya que eso se hacía en ocasiones muy especiales, Nana la señora encargada de la organización de la casa le dijo que había comenzado a ver videos de ejercicios especiales para personas de la tercera edad y modificado su alimentación, según sus palabras citadas literalmente “quiero estar más sano y jovial para que mi futura nieta me quiera y poder jugar con mis bisnietos” sin darse cuenta Dante ya tenía una
Ya era día jueves en la noche, Emilia no sabía qué hacer, desde siempre había tenido claro que las mentiras no eran algo bueno, que es para personas sin honor, para los villanos de los cuentos que leía de pequeña, y los antagonistas de sus novelas de joven. Sí, leía novelas románticas, una cosa era no querer arriesgarse a que le rompieran el corazón o volverse loca por ese amor y otra no poder disfrutarlo a través de una ventana, ventana que se abría al leer cada novela, cada desamor y cada tristeza, gracias a eso tenía su píldora de drama de manera segura y podía mantenerse el resto del tiempo de manera racional. Pero ahora, su mentira sería por una buena causa, la sorpresa que Carlos se llevaría al ver que no llegaba a esa cena que preparaba con tanto esfuerzo le rompería el corazón, tal vez hasta le prepara él mismo, y le hiciera bollos o pasteles. Dante le dijo que sería temporal, así que podría saber qué se siente tener una familia más extensa siempre habían solo ellos tres,
Dante le había mandado un mensaje desde las cinco de la mañana, quería dejarle claro a Emilia que no importaba la hora, siempre respondería, más ahora que tenían el tiempo en cuenta regresiva y la desesperación de no tener control sobre la situación comenzaba a perturbarlo, Dante había modificado todas sus reuniones del día, no sabía si tendría tiempo de regresar a la oficina antes de la cena, tenía mucho tiempo que no se sentía tan nervioso como en ese momento, pero necesitaba con urgencia mantener a raya su autocontrol, nunca le había fallado y hoy la desesperación no haría de las suyas. De pronto tocan a la puerta, y entra Frida con un vestido al cuerpo que se ceñía como segunda piel, el cabello en una coleta alta (como a él le gustaba) y unos tacones que le hacían más largas sus maravillosas piernas, ella cerró la puerta a su espalda y caminó directamente hacia él. Frida estaba decidida a aprovechar la ventaja que tenía sobre todas las demás, no iba a permitir que se olvidara de
Dante estaba sorprendido, el vaso era más una especie de experimento de colores que un alimento, se veía repulsivo, sin pensarlo le respondió: - Solo tomo café negro. - Sí me imaginé y por eso lo pedí para tí, yo amo los sabores dulces, y me encanta el café también, por si sale el tema vas a poder decir a que sabe mi café favorito, yo ya sé a qué sabe el café negro así que no te preocupes,- dijo lo último con gesto de desagrado. Dante miró con desconfianza el gran vaso que estaba frente a él, lleno de crema batida y unas líneas oscuras dentro del vaso imaginaba que chocolate. No le agradaba para nada lo dulce, pero ella tenía razón, lo probo un poco y no supo a qué sabía le llegaron muchos sabores, identificó el chocolate amargo, crema batida, un sabor a café con leche y otro que no supo identificar bien. - ¿De qué está hecho? - Es frappe de mazapán con chocolate, ¿a que esta bueno?- preguntó con una sonrisa. - Pues muy dulce para mi gusto. - Bueno es solo para que sepas, tenemo
Después de pasar una maravillosa tarde con su amiga Danna y que se divirtiera con sus ocurrencias, regresó a su casa para alistarse a tiempo para la cena, ya se había bañado y su cabello corto y ondulado el día de hoy había decidido cooperar con la causa, así que lo dejaría suelto, se puso una blusa de botones blanca sin mangas y una falda azul claro con corte circular arriba de la rodilla, con sus tenis blancos y bolso y accesorios color nude. «Sí me veo bien» pensó después de ver los montones de cambios y accesorios que había estado descartando, aunque Emilia no quería aceptarlo, estaba nerviosa, «Sí ya sé que no es real» se dijo « y si ya sé que no es la primera vez que lo veré, pero quiero que el señor Carlos se ponga feliz de verme» y una vocecita muy en el fondo le dijo que su esperanza no iba enfocada solo en él aunque quisiera negarlo, un calor inesperado tiñó de rojo su rostro, aunque Emilia comenzó a echarse aire con las manos, no supo descifrar ¿porque se sentía de esa mane
Dante estaba a punto de decirle quienes eran, confundido al ver la cara de sorpresa tan real que tenía Emilia en ese momento. - ¡Cariño!- gritó don Carlos emocionado al verla ahí,- ¿por qué no entran? -dijo mientras bajaba los escalones con cuidado de no caerse con las prisas, Emilia sin pensarlo se acercó a ayudarlo, tratando de disimular el enojo que la consumía. - Con cuidado, no se vaya a caer.- le dijo al mismo tiempo que lo tomaba por un brazo para ayudarlo a bajar. - No podría- dijo serio- y arruinar nuestra primera cena juntos, ¡jamás!- declaró solemne- me encanta que hayas podido venir, estaba desesperado- le dijo al mismo tiempo que volvían a subir las escaleras, sin soltar su agarre.- Espero te guste la cena, la preparé a ciegas, mi nieto es un desobligado y no me dio ninguna indicación de que te gustaría comer- volteó a verlo molesto- pero no te preocupes ya me encargaré yo de conseguir esa información. Emilia solo sonrió, el señor Carlos se veía desesperado por colmar
Al llegar a la mesa Dante ayudó a Emilia a sentarse, y continuaron platicando sobre curiosidades hasta que Carlos quiso tocar un tema que lo tenía confuso. - Tengo días queriendo saber, pero como hasta ahora tengo oportunidad, no la perderé- dijo sonriendo. – Emilia ¿por qué saliste corriendo en la pedida de matrimonio? Emilia se atragantó con el agua que estaba tomando en ese momento, y después que Dante la ayudara a limpiarse con una servilleta porque el agua había salido catapultada para todos lados y que recuperara la respiración por tanta tos, volteó a ver a Dante pidiendo ayuda, no había pensado en eso. - Abuelo, me dijo Emilia que se sintió sobrepasada, no se lo esperaba ese día, realmente mantuve todo en total secreto para que no sospechara nada- dijo y comenzó a tomar agua-. - Pues espero ya no salgas corriendo muchachita, cualquier cosa que te moleste de este chico me lo dices y yo lo corrijo- le dijo orgulloso y volteando a mirar a Dante discretamente. - Gracias abuel
Tadeo estaba desesperado, notaba rara a Emilia y después de haberla visto subir a un auto extraño o al menos que él no conocía, deseaba saber que sucedía, ellos dos siempre habían tenido confianza de contarse todo, bueno la mayor parte de las cosas porque así como él no había confesado su amor por ella, seguramente tendría alguna que otra cosa que ella no le había contado, ese día le había dicho que recogería a Damián de la escuela, ya que Emilia ayudaría a su mama en la limpieza de una casa nueva que era muy muy grande y les hacía falta gente, para entretenerlo lo llevaría a comer helado, siempre funcionaba y serviría para que se les fuera más rápido el tiempo.Al llegar por Damián la maestra lo saludó con normalidad, ya que era seguido que Tadeo fuera por el niño.- ¿Te avisaron que vendría por ti hoy?-preguntó Tadeo, normalmente le avisaban para que el niño no se llevara sorpresas.- Si me dijeron que hoy tendríamos una tarde de chicos- dijo emocionado mientras caminaban en dire