Emilia ya tenía varios días sin saber de Dante o el abuelo sentía que su vida no era tan caótica como en el momento que ellos dos ingresaron a su rutina, después de la cena no había vuelto a ver al abuelo y Dante solamente le había hecho una llamada bastante extraña pero de ahí en más no había tenido noticias de ellos.
Se encontraba en su habitación después de estar haciendo tareas con Damián, al acabar él le pidió permiso para que lo dejara ir a visitar a unos amigos y ella lo había dejado ir con ellos aunque lo acompañó a la puerta de la casa de ellos, entonces esas dos horas serían tranquilamente para ella, se acostó en su habitación relajada con los brazos abiertos respirando profundo, tenía mucho tiempo sin la tranquilidad de saber que ese tiempo sería solamente para ella.
Era revitalizador sa
En cuanto Dante escuchó que su abuelo había traído a Emilia su cuerpo se tensó, tenía a un lado Frida y no quería que se conocieran, después de todo el compromiso solo era para su abuelo, para nadie más, ¿qué tan grande tendría que ser la mentira para mantenerlo rodeado y feliz? se suponía que solo se verían en reuniones familiares y con familiares se refería a su abuelo, ella y él, ahora también Frida y Alberto sabrían quién era ella, ¿acaso no tenía suficiente con las reuniones regulares que había pensado que tuvieran? por lo visto no y eso lo molestaba, lo molestaba el no tener control sobre las cosas, ese tipo de cosas en específico lo irritaba en sobremanera y por si fuera poco al fondo del pasillo la miró a acercarse, Emilia estaba bastante tranquila tenía que admitir, en ese momento solo pensó dos opciones uno no sabía que él estaba ahí o dos ya tenía un plan de escape y esperaba en el fondo de su ser que así fuera.Carlos volteó la vista siguiendo la dirección en la que se ha
Tadeo ya estaba esperando a su cita en su camioneta estacionada en un lugar estratégico para no ser visto por las personas que estaban caminando en sus pendientes, ya tenía tiempo que no hacia esto pero lo había llamado y no pudo negarse, tenían que hablar y aclarar varias cosas. Estaba tenso sabía que si no tenía cuidado toda esta situación podría explotarle en la cara, la puerta el copiloto se abre y sube una muchacha delgada con cabello largo y lacio hasta la cintura. - Te pedí que fueras puntual – le reclamo Tadeo molesto. - Solo fueron cinco minutos, te lo puedo compensar- le respondió ella exponiendo un poco más su escote provocativamente, sabía que cuando se tocaban el perdía el control. - Sabes que no vine para eso. - ¿Para qué? si no es para besarme- le respondió a la defensiva.- este es nuestro lugar Tadeo desde hace mucho tiempo. - No podemos seguir con esto Ariana, sabes muy bien que a quien quiero es a Emilia, te lo he dicho un sin número de veces.- dijo mientras a
Ya era hora de ir por Emilia, a ella siempre le había gustado la puntualidad y por eso Tadeo se había acostumbrado a llegar a tiempo siempre, pero antes de recogerla su papá le pidió hiciera un mandado así que de regreso se encontraba atascado en el tráfico por un accidente que nada tenía que ver con él, pero seguro lo dejaría mal parado frente a ella.- ¡Demonios!- gritó desesperado pegándole al volante- ¿acaso creen que uno no tiene nada que hacer?Ya tendría que estar llegando por ella y aun le faltaban unos minutos, si solo pudiera salirse de este atascadero de autos, pisándole al acelerador seguro que llegaba a tiempo, por el rabillo del ojo miró que había un camino alterno solo se tendría que pasar por arriba de una banqueta y con la camioneta doble tracción eso sería una broma, sin pensarlo mucho se acomodó en dirección de la banqueta revisó que no lo viera ningún tránsito y sin más que esperar se brincó a otra calle y salió quemando llanta en dirección a la casa de Emilia.Sól
Por fin era fin de semana y a pesar que Emilia estaba muy cansada por todas las entregas, ella cumplía con darle una recompensa a Damián si salían con todos los pendientes entre semana, acostumbraba a llevar al niño a jugar al parque para que se distrajera y de paso hacer ejercicio, el día estaba perfecto el clima era cálido más no sofocante y aunque estaba despejado una pequeña y leve brisa les hacia el ejercicio más ameno.Damián adoraba ganarle a su hermana y sabía perfectamente que ella por más que se esforzara nada más no daba una con el básquetbol, siempre le había hecho burla al respecto a eso, era tal su confusión que las canastas se volvían goles y tomaba el balón y salía corriendo haciendo cuanta falta existiera e inventándose unas cuantas inéditas, para él era lo más divertido y original que hacía en su vida, sabía que Emilia se esforzaba por llenar todos los puntos que tenía en su vida, de mamá (porque su mamá trabajaba demasiado), de papá y la que sí le correspondía que e
Al llegar a su casa Damián se quedó serio sentado en la sala, Emilia estaba a un lado de él. - Mira Damián – empezó Emilia— ése día que miraste lo de la propuesta fue cuando lo conocí igual que tú, él le iba a proponer matrimonio a otra chica y ella no llego en cambio llegué yo, él lo hacía por una buena causa — no había tomado aire suficiente para para todo lo que había dicho, respiró profundo. - Y entonces te toco a ti, pero se supone que el matrimonio es para personas que se aman Emi. - Si y así es – ella tomó un respiro profundo aunque no pudo de repente estaba muy sofocada— pero aquí hay otro punto importante que no te he dicho. - ¿Cuál? Porque tú me tienes dicho que las mentiras nunca son buenas, y tu estas mintiendo Emi y a nosotros que somos tu familia, eso no se hace. Emilia bajó la mirada apenada. - Lo sé, pero todo esto es un favor para Dante el muchacho que miraste ahorita, su abuelo no puede tener sobresaltos y el decirle que el compromiso no es real lo podría poner
Había pasado toda una semana desde el encuentro con Dante y el abuelo, pero Emilia no veía que el enojo de Damián disminuyera, le hablaba solo lo indispensable y no quería jugar con ella, incluso había dejado de dormir en su habitación y ella se sentía sola y triste.Por otro lado los problemas agregados a su vida con apellido Villanueva se mantenían alejados, Dante estaba respetando el espacio que le había pedido y el abuelo también, solo le mandaba mensajes para saber cómo estaba y si necesitaba algo, aunque no lo aceptaba el tener esa atención de parte de Dante la hacía sentir tranquila.Ese día era la reunión de exalumnos, aunque no sabía si ir o no, Tadeo le seguía mandando mensajes para saber o confirmar su asistencia y pasar por ella, en ese momento le llegó uno que decía: “ya sabes puedes aceptar a cualquier hora y paso por ti, no te preocupes”. Emilia sonrió él siempre había sido igual de atento y amable, lo quería mucho desde el momento uno fue un excelente amigo.- Hace m
El sonido de una campana no dejaba que Emilia se mantuviera en su sueño profundo, era un ruido constante e insistente que le provocaba dolor de cabeza, abrió los ojos y tenía la vista nublada, la sala se encontraba a media luz y su amiga se había acomodado mejor en el sillón dejándola libre, de nuevo el sonido de timbre esta vez más largo. —¿Se le quedó pegado el dedo? ¿quién diablos será?— Emilia ya estaba molesta y no quería que despertaran a su amiga como lo acababan de hacer con ella— Voy —dijo susurrando y levantándose a como le permitía su cuerpo adormecido por estar tanto tiempo en la misma posición.Antes de abrir preguntó: — ¿Quién es? – podría ser el tarado de Pablo y si era él ya la iba a escuchar el descarado, no dejó que le contestaran cuando ella abrió la puerta y lo que se encontró en el marco la dejó impactada. — ¿Qué haces aquí?— preguntó Emilia nerviosa. — Tú me lo pediste— le respondió Dante acercándose
Tadeo se encontraba en la otra acera de la calle en dirección a la casa de Emilia, le acababa de mandar un mensaje para recordarle sutilmente que había un compromiso implícito en la invitación de acompañarla a la reunión, estaba seguro que esta vez si aceptaría, y a pesar de haber batallado para elegir la ropa que se pondría porque estaba nervioso por poderla llevar como su pareja, cosa que esperaba conseguir pronto, estaba seguro que ella notaria que era una camisa que le había regalado ella en su último cumpleaños.Estaba eufórico por fin saldrían como pareja, le encantaba verla desde ese ángulo podía notar que iba y venía, bueno no a ella directamente sino a su sombra, la figura de su cuerpo se contrastaba con la cortina porque estaba a contra luz, desde hacía un tiempo lo había encontrado y cada vez que tenía oportunidad iba a verla y disfrutar de estar de incognito viéndola sin que se supiera observada. Y a como veía que disminuía su prisa ya casi terminaba de arreglarse, en