"Hijo, sé que sientes algo por Lily, pero James es su pareja. La Diosa de la Luna quiso que estuvieran juntos".

"Lily no quiere a James, padre. Él la lastimó".

"Ha cambiado, hijo. Yo también era escéptico al principio, pero lo ha hecho. Y los dos merecen una oportunidad para ver si pueden arreglar las cosas. Si pueden, y si se marcan el uno al otro, Lily estará mucho más segura de lo que está ahora".

Las palabras de mi padre eran sorprendentemente suaves, y me miraba con lástima. La última vez que me miró así fue cuando se disculpó por cómo había manejado las cosas cuando metí la pata con Evelyn.

No estaba seguro de qué hacer con esta versión de mi padre; casi prefería la versión de abusón y cabrón que era el noventa y nueve por ciento del tiempo.

De repente, agarré la esquina de mi escritorio y lo tiré boca abajo con rabia.

"¡JAMES NO SE LA MERECE!", grité.

Mi padre no dijo nada.

"Ella no está a salvo con él, padre", gruñí en un tono más calmado pero todavía muy enfad