―Gracias por el paseo, Felix. ―Kyra agradeció al conductor y bajó del auto. ―Si necesita algo más estaré en el estacionamiento. Kyra extendió su mano, como gesto de agradecimiento. Pero él se negó. ―No puedo, usted es una mujer Alfa, la prometida de mi Alfa. No se vería bien. Risa soltó una carcajada, el gesto del hombre le parecía a las viejas tradiciones europeas, cuando la realeza tenía un papel importante en la sociedad y se consideraba a las clases bajas como insuficientes para ser vistos o tocados por la alta corona. ―Esto me parece inaudito, es decir, que si no te pidiera ser mi amigo no aceptarías. Él se negó. ―Es la ley de las mandas, usted debe saberlo en Inglaterra, son más estrictos que nosotros. ―Pero si alguna vez escuchaste de la princesa Diana, rompió todos los protocolos de la corona Inglesa y es recordada por su valentía, bondad y amabilidad. Felix soltó silenciosa sonrisa. A pesar de que Kyra insistía en que querer ser más amable, él solo quería respetar la
Una hora después Benjamin llevó la poción para Kyra. Feliz fue rápido para encontrar los ingredientes que el doctor le solicitó y los llevó incluso en menos del tiempo indicado.—Esto va ayudarte a calmar el dolor y el día de mañana a estas horas estarás completamente recuperada. —le explicó Benjamin a Kyra.—¿Mañana? Pero si dijiste que estaba roto, mínimo necesitaré dos semanas de reposo. —Con esto no será necesario. En veinticuatro horas tu tobillo estará normal.Kyra dudaba de la veracidad de las palabras de Benjamín. Pero en el mundo sobrenatural en el que habitaba cualquier milagro podía suceder.—La tomaré si consideras que es seguro para mi y el bebé.—No tienes de qué preocuparte, pero si puedes tener efectos secundarios como dolor de cabeza, delirios, náuseas y vómitos. Es normal puesto que el cuerpo humano es más débil que el de un hombre lobo. Todo estará bien. Solo debes resistir esta noche. “Es más fácil ponerme un inmovilizador.” Pensó Kyra —Me quedaré toda la noche
Con la luz tenue del amanecer filtrándose por las cortinas, Kyra abrió los ojos lentamente, sintiendo la calidez de las sábanas a su alrededor. Ya no sentía dolor en el tobillo, después de todo Benjamín indicó que con la poción estaría mejor. Al girar la cabeza, descubrió a un hombre, cuyos rasgos se suavizaban en el sueño, compartiendo el espacio de la cama. Daniel Storm. Trozos de recuerdos vinieron a su mente, besos, caricias, respiración entrecortada. Observándolo dormir, sintió una mezcla de ternura y gratitud por la presencia reconfortante que compartía su lecho. Estuvo cuidando de ella toda la noche. Miró su cuerpo, estaba solo en sostén. Su cara se llenó de vergüenza. «¿Ya no soy Virgen» se preguntó a ella misma. «Deje de ser Virgen y no recuerdo nada» se lamentó. «Si no recuerdo, no pasó»Pero tenía sus pantaloncillos puestos. Eso era una buena señal. Se permitió quedarse un momento más, disfrutando de la serenidad de la mañana y la presencia tranquila de Daniel a su l
—¿Cómo te sientes? —preguntó Amelie a Kyra, quien tan solo a llegar a la mansión fue en búsqueda de su hermana.—Increíblemente, estoy recuperada, Benjamín tenía razón, esa poción es increíble. En veinticuatro horas sanó por completo mi tobillo. —Nunca puse en duda el trabajo de Benjamín, es un gran médico y además de eso tiene un gran corazón.—¿Te gusta Benjamín? —inquirió Kyra. —Es guapo, es imposible que no me guste. He descubierto que todos los hombres lobos son guapos. —En eso tienes razón. —Kyra había llegado a la misma conclusión. —Tienes que saber algo más —ambas hermanos pronunciaron la misma frase. Así que solo rieron por tal coincidencia. —Dime tú. —Amelie le cedió la palabra a su hermana. —Resulta que Daniel va a dar el anuncio a la manada sobre su hijo y quiere que este presente. —¿En serio? Eso es grandioso, al fin vas a recibir el respeto que mereces sobre todo de esa tal Agatha. Hoy la llevamos al auto y fue un real martirio comprar el mismo sitio con ella. Se
Después de una desgarradora batalla en donde los hombres lobos fueron los triunfadores. Kyra bajó hasta el jardín para ayudar a los heridos. Se quitó los zapatos para poder moverse con facilidad.Félix, el hombre que la llevó hasta un lugar seguro, iba detrás de ella. El jardín parecía la culminación de una guerra. Identificó a Daniel entre los heridos. —¡Daniel! —exclamó. Corrió hacia él y tomó su rostro. Tenía rastros de sangre e incluso se podían ver algunos rasguños en su cara y brazos. —Kyra, vete para adentro. —le ordenó. —No, tengo que ayudar. —Benjamín ya se está encargando de ello. —Pero, necesitan ayuda. Fue en busca de Benjamín para ofrecerse como voluntaria. Su hermana Amelie también se presentó minutos después. Querían sentirse útiles en la manada, muchos estaban ayudando y ellas también lo querían hacer. Benjamín les entregó algunas bolsas de algodón y un líquido especial para el tratamiento de las heridas. Ellas no dudaron en acercarse a los hombres lobo y sanar
El bosque estaba envuelto en la penumbra de la lluvia persistente, donde cada gota formaba un telón de plata que envolvía los árboles altos y frondosos. La mujer, con su corazón latiendo con desesperación, corría entre los troncos mojados, sus pasos resonando en la humedad del suelo.La lluvia caía con intensidad, como agujas frías que perforaban la piel. Su ropa empapada se adhería a su cuerpo, y el viento susurraba entre las hojas, llevando consigo el lamento de la tormenta. La mujer avanzaba con rapidez, el cabello oscuro pegado a su rostro mientras el manto de agua la envolvía.En sus brazos, apretando con fuerza al pequeño bebé, la mujer buscaba refugio entre la maleza espesa. Las ramas crujían bajo sus pies y las espinas rasgaban su piel, pero la urgencia de la huida le daba fuerzas. La respiración agitada se mezclaba con el estruendo de la tormenta, creando una sinfonía caótica a su alrededor.A medida que se adentraba más en el bosque, la oscuridad se cerraba a su alrededor, y
En la oscura noche, la luz tenue de la luna llena ilumina la habitación donde Daniel observa en silencio a una humana dormida. La humana que le está haciendo sentir cosas extrañas. Su mirada refleja la lucha interna entre su naturaleza salvaje y el deseo de protegerla, de tenerla a su lado. Se acerca de manera silenciosa y se arrodilla quedando a la altura de su rostro. El suave murmullo de la noche es interrumpido por el latir de su corazón, su boca está entreabierta, lo tentaba a probar sus tiernos y delgados labios. Una obsesión se estaba originando. Nunca le prestó atención cuando era su secretaria en la oficina, al tratarse de una humana simplemente él la ignoraba como mujer. Se puso de pie y la dejó descansar. Salió de la habitación y cerró despacio la puerta. Después de largas horas en ayudar a los heridos, podían ir a descansar, pero tan solo faltaban dos horas para que amaneciera. Daniel comino y llegó a su estudio, ahí lo esperaban varios líderes de la manada y tamb
Un debate interno existía en aquel ser mitad hombre, mitad animal. Su padre le enseñó a sobreponer a la manada por delante de cualquier deseo propio. Ellos eran Alfas líderes, de quien dependía la sobrevivencia de la manada.Pero aquel anciano lo dejó confundido. ¿Sería Kyra la culpa libre de lo que sucedía en el territorio de la manada? Benjamin su amigo, ingresó al estudio minutos después de que el anciano se retirara.—¿Qué fue lo que te dijo? —cuestionó Benjamin.Sin embargo; Daniel permaneció en silencio. Por primera vez sentía que no debía repetir las palabras de aquel anciano.—Daniel, los líderes esperan tu respuesta.—No tengo una respuesta concreta, redoblaremos la seguridad en las fronteras de las estaciones. Además de incluir algunos guerreros como guardias en el territorio de los osos para que el ataque de anoche no se vuelva repetir.Daniel se dirigió a la venta y la abrió, subió uno de sus pies.—¿Qué estás haciendo? —preguntó Benjamin —Dale mis instrucciones a los lí