Isabella. __ Está desquiciada. - dije al escuchar lo que Aiden me relató sobre lo que Lexi pedía a cambio de la libertad de su padre. - Está desquiciada, solo eso explica el que quiera tal tonteríaLos celos hablaron por mí. __ Para ella es solo uno más de sus caprichos que de seguro Noah apoya, pero no estoy dispuesto a ceder. - dictaminó. __ Tampoco quiero que hagas eso. - admití y se rió. - No, Aiden. Ahora no me saques en cara mi celos porque si estoy celosa, pero no es la única razón para oponerme a ello. - expuse sin bajar los brazos. - Es que lo pienso y solo concuerdo contigo que sus caprichos están llegando muy lejos. __ Para Lexi todo lo que no puede tener representa un reto y entre más siga escuchado un "no" de mi parte, lo hará peor. - se sentó en una de las sillas, atrayendo mi cuerpo al suyo. - Tengo clara mi respuesta, se la he dicho, pero la conozco lo suficiente para saber que no se detendrá ante nada. __ ¿Entonces se le cumplen los caprichos a la niña o...__ No
Aiden. Un contrato más en la vida del abogado. Esas malditas palabras solo ponían a hervir mi sangre. Creyéndose conocedores de todo lo comentaron como si la diversión por la vida ajena fuera su pilar de vida. Apagué el televisor. Era una de las razones por las cuales evitaba estar al pendiente de canales de chismes, la farándula no me interesó nunca, como tampoco estar enterado de toda las idioteces que de mí se dijeran. Como si lo de mi padre no fuera suficiente, ahora tenía un motivo más para no querer que mi vida personal se filtrara. Me tragué el enojo, no me iba a desquitar con quién no tenía culpa de nada, ya que estaba seguro que no era obra de nadie más que Lexi Betancourt. Las llamadas de mi madre indicaron que también lo había visto, mi padre estaba en las mismas, no obstante, no tomé ninguna de ellas. Muchos saben de mi falta de interés por tener a los medios hablando de mí. Inclusive lo dije una vez, solo interrumpían mi progreso en mi vida laboral y no necesité más
Isabella.La cara de mi madre parecía un poema. Se veía incrédula y con un gesto de molestia que no podía disimular ni se esforzaba en hacerlo. Para ella era un sacrilegio que se hablara de sexo y en pocas frases, Aiden le dijo muchas cosas que ni en un millón de años ella querría escuchar.Escondí la risa, aunque de nada sirvió ya que me acribilló con los ojos al ver que su nuevo yerno desapareció en su despacho. __ ¿Con él te casaste? - inquirió. - ¿Ves todo lo que me dice? Es un pervertido, un hombre que no teme de Dios y hasta juega con su nombre. No puedes quedarte con él. __ El divorcio es pecado. - seguí su línea. - Aunque lo quiera no puedo divorciarme porque nunca has estado de acuerdo con ello, mamá. ¿o ahora sí apoyas el divorcio? que rápido cambias de opinión.__ Nadie puede desear compartir su vida con ese hombre. - se molestó más. - Lo que dice...su falta de respeto...no querrás darle un padre como ese a ese niño. __ No, sí quiero. - manifesté captando sus ojos. - Ma
Aiden__ Con esto podemos asegurar que la primera audiencia no será una pérdida total. Tenemos pruebas de la ignorancia de Gaspar sobre esas cuentas. - aseguró Tej, al menos era un peso que me quitaba de encima. - Tiene coartadas sólidas y con testigos que incluso Noah Betancourt no puede comprar. __ Voy a asistir al juicio de Milton, con los dos al frente no hay forma de perder, mucho menos con estas pruebas. - confirmé. - Eso será una base que se usará para la audiencia de mi padre. __ De seguro ese viejo se irá para atrás al ver que su técnica no le funcionó esta vez. - se rió George. Busqué mi móvil cuando comenzó a timbrar. - Mantén esos documentos en caja de doble seguridad, Aiden. Que tanto trabajo estos días, no sean en vano. Asentí dejándolos a un lado al ver el número de Isabella ser quién llamaba. También la extrañaba, más de lo que pudiera imaginar, se había convertido en un incentivo para venir a trabajar, en mi oficina también la veía. __ ¿Ya vienes? - cuestioné al s
Aiden.__ ¿Seguro que quieres hacer esto? - preguntó Tej, George se detuvo frente al club. __ Muy seguro. - decidido a que no iba a dejar las cosas sin cobrar salí del vehículo. Ya no se trataba de un poco de celos por ser quién era. Si con palabras no le quedaba claro, se lo haría entender a mi modo. __ Tenía muchos días de no salir a un club. - dijo George. - Hagamos que la anécdota sea muy buena. __ Te vas a casar. - le recordó Tej.__ En primer lugar no me refiero a cogerme a lo primero que vea, en segunda, tengo dudas de algo referente a eso. - en otro momento hubiera preguntado, pero no cuando en mi cabeza solo se repitió el objetivo de mi salida a media noche. El saber cómo sucedieron las cosas fue suficiente para saber que no dejaría al imbécil sin represalias, no iba a dejar pasar un suceso que casi me hizo perder lo que más amaba. El sitio abarrotado me recordó días en los cuales solía frecuentar lugares de ese tipo años antes. Al menos por un tiempo, luego me aburrí de
Isabella.__ Se marchó anoche. Dijo que difícilmente iba a regresar porque debía guardar la distancia con nosotros por un tiempo. - me dijo Prince. - Quise decirle que se quedara y que no era necesario, pero sabes cómo es. No cambiará de opinión.__ Es mamá. Durará un tiempo lejos, pero sabe que siempre la estamos esperando y si no, iremos con ella en cuanto pueda pararme de aquí. - repliqué mirando la cama. - Estará bien. __ Viajaré a verla los fines de semana. - comunicó. - Aunque no me hable, verificaré que se encuentre bien. Estuve de acuerdo con él. No la íbamos a abandonar a su suerte. Después de todo, seguía siendo nuestra madre y al menos oírla aceptar en voz alta lo que la tenía con traumas del pasado, acumulados, ya era un avance. __ Por cierto, supiste lo de tu ex. Lo molieron a golpes en un club. - relató - Tenía fracturas sobre fracturas, según lo que dijo Alex. Incluso insinuó que necesitará de varias cirugías para poder quedar al menos un poco útil. Hice mala cara.
AidenLas posibilidades siempre siempre ha sido mejor estudiarlas desde un punto de vista más extenso. No sólo del que pide del que nos trae conveniencia, sino también de aquellos que generalmente son los llamados consecuencias. Nunca fui de los que se dejaban tomar por sorpresa, porque en un juicio se tienen As sobre la manga. Pueden haber fallos, eso lo estudié siempre, así que recibir la llamada de Isabella al solo salir del juzgado fue para nada sorpresivo. __ Le llamaré a George. - me dice Tej con el teléfono en la mano. Aunque se tuvo precaución, se sabía que algo inesperado podía suceder y para ello se tenía discutido una coartada que para nada sería cuestionada. En la audiencia se pudo demostrar que mi cliente no había sido quien firmó esos documentos, al menos no para lo que él creyó. Las pruebas fueron contundentes, dando el primer golpe no siendo el único. Tanto investigar tuvo resultados y no fue para nada pérdidas, pues un proceso similar se hizo con mi padre y las vac
Aiden.__ Estás loca. - contesté. - No quiero un hijo contigo y mucho menos en circunstancias como estás. Cada fibra de mi cuerpo estaba ejerciendo presión constante. __ Deja el juego. No sé porqué tú empeño de seguir arruinando mi vida si sabes que no tolero tu presencia. - solté mordaz. - No me quieres. No te soporto. Tú capricho no será más que un juego del que debes desistir porque no voy a acceder a tanta tontería.__ Claro que te quiero. Y si tenemos un heredero, además de liberar a tu padre, obtendrás derecho a todo lo que será nuestro. - siguió en su locura. - Eso sí, tendrás que divorciarte. Lo que no será un problema dado el hecho que lo tuyo fue meramente convencional, igual a lo nuestro. Ya tienes excusa. __ No voy a divorciarme solo para cumplir tu deseo, Lexi. Toma las cosas con madurez y deja de actuar como el desquiciado de tu padre. - espeté. - Puedo resolver las cosas por mí mismo. Corté la llamada de golpe. No caería en sus chantajes, no arruinaría lo que aún es