6 Mi hija.

De un momento a otro, las manos de la dulce Zahara se trasformaron en garras, estaba a mitad del cambio y su loba estaba furiosa, tomo a su primogénito del cuello y lo lanzo a la pared, era la primera vez que atacaba a su sangre, su esposo se interpuso y tornando sus ojos del avellana al rojo la sometió, con la mirada que solo el Alpha tiene, Zahara volvió en sí, mirando con culpa a su hijo.

— ¡Ciro, hijo, perdón!

Ciro no podía hablar de lo sorprendido que estaba, al igual que el resto de sus hermanos, su madre jamás había sido una persona violenta, ella siempre destaco por su amor, paciencia y comprensión.

— Zahara, él sabe que no lo hiciste apropósito, ahora dime ¿qué te paso cariño? —  Maximiliano tomo el rostro de su esposa con cariño y amor que solo los amantes pueden tener.

— Es mi hija, Maximiliano, ¡es la sangre de Abigail! — le contesto apartándose de su contacto.

Zahara le extendió el pedazo de tela, y Maximiliano lo olfateo, ellos podrían reconocer la sangre de cada uno de sus hijos, sin importar el tiempo que pasaran alejado, ¡eran sus hijos! y ellos reconocerían su aroma sin importar la magia que hubieran puesto en ella.

— Es verdad, es la sangre de Aby, con unas notas de humo y pachuli. — sentencio el mayor.

— Con notas de magia oscura, están ocultando su aroma, ¡la están ocultando de nosotros! — Zahara luchaba con su loba, ella era la luna de la manada rosa y espina, pero no había nada más peligroso que una luna eclipsada por el dolor, ella era aún más peligrosa que el Alpha si perdía el control.

Mientas sus padres sacaban conclusiones, Ciro caía a un abismo oscuro, él estaba de camino al mismo infierno, porque si esa era la sangre de su pequeña hermana, esa que él juro proteger y cuidar, aquella niña de cabello castaño y ojos avellana, tan blanca como la nieve, que tantas veces había cargado con cariño y amor, si era esa la sangre de la pequeña Alpha significaba que él mismo la había lastimado, incluso se había dado cuenta cuando rompió sus costillas. Ahora era él quien sentía que no podía respirar, y Lara se dio cuenta, ellos tenían un vínculo establecido.

— ¡Ciro! ¿Qué sucede? — pregunto con desespero la rubia.

— No puede ser, ¡No, no puede ser Aby! – el grito del futuro Alpha llamo la atención de sus padres.

— ¿¡Que hiciste Ciro!?  ¿Dónde está tu hermana?, ¿por qué tienes su sangre en tu camisa? —  la voz de Zahara era una mezcla de alivio y preocupación, ese deseo de saber y a la vez tener miedo de lo que se diga.

—... Yo... Yo.

— ¡Contesta lo que se te pregunto! —  la voz del Alpha jamás había sonado con tanta autoridad, por lo que no solo Ciro quedo arrodillado, sus hermanos e incluso Lara que no era una loba terminaron arrodillados, esta última a causa del vínculo que compartía con Ciro.

— Es la sangre de la joven con la que luche. — respondió casi sin aliento, pero todos lo escucharon fuerte y claro, eran lobos.

En ese momento en la mente del Alpha cada pieza tomo el lugar adecuado, se dio cuenta que fueron los padres de su futura nuera quienes por venganza tomaron a la joven loba, todos estos años de búsqueda, yendo detrás de cada vampiro sospechoso que puso un pie en la ciudad en aquel entonces, todos esos viajes por diferentes países, fueron en vano, su hija siempre estuvo más cerca de lo que ellos imaginaron, pero no solo eso, ¿cómo se les pudo pasar por alto? o pensar si quiera que la venganza de aquellos brujos solo se quedaría en quitarle los poderes a su propia hija, no, ¡claro que no! ellos debieron saber, suponer o así sea tomarlos en cuenta como una posibilidad, ante la desaparición de la pequeña Abigail, pero no lo hicieron, y por eso, llevaban 22 años sin ver a su pequeña hija, y lo peor, ahora Ciro la había lastimado, porque eso era lo peor, ¿o no?

— Necesito que digas todo lo que paso. —  Maximiliano trataba de permanecer en calma, ahora más que nunca debía usar su inteligencia.

— ¡¿De qué hablas?!  Vamos por mi hija ¡ahora mismo! —  Zahara estaba más desesperada que nunca, mientras sus ojos brillaban de un color dorado único.

— Tranquila Zahara, debemos saber todo, no nos podemos arriesgar de que algo salga mal y que ellos huyan con nuestra pequeña una vez más. — las palabras de su amado resonaron en su mente entendiendo de inmediato que tenía toda la razón.

— Habla Ciro, ¿qué fue lo que sucedió? — pegunto ahora su madre con premura.

— Llegamos temprano al club, pedimos hablar con Víctor, lo convencí de que solo buscaba un poco de diversión, que había oído que tenía a un buen luchador, pasamos toda la tarde hablando y fue así como averigüe que él no estuvo en la ciudad cuando Abigail desapareció, por lo que lo descarte como sospechoso, pero como ya había organizado la lucha, nos quedamos. Cuando vi que era una joven la que subiría a la jaula estaba a punto de retirarme, pero entonces vi a la familia de Lara, eso sumado a que todos, tanto humanos como brujos y vampiros decían que jamás perdió una pelea… — Ciro no quería admitir en voz alta cuan emocionante le resulto aquello, pero eso no era necesario, toda su familia lo conocía y muy bien.

— ¿No te importo que sea una niña? ¡Solo querías probar que tan fuerte eres!  — La voz acusatoria de Yaman no se hizo esperar, y dijo lo que todos sabían.

— Tienes razón, ¡¿es eso lo que quieres oír?! — el corazón del futuro Alpha se encogía bajo la mirada acusadora de su familia.

— ¡Basta! dejen que diga lo que sabe. —  Maximiliano decidió poner orden antes que los lobos decidan canalizar su furia de otra manera.

— Peleamos, yo gane, pero… ella… no puede ser Aby. — Ciro trataba de aferrarse a cualquier cosa que indicara que la joven a la que él lastimo no era su pequeña hermana.

— ¿Por qué lo dudas? — Maximiliano hablo tomando la mano de su Luna, para así poder tranquilizarla.

— Ella es una bruja, cuando la lance... y rompí sus costillas… ella quedo tirada unos segundos y cuando estaba por darle el golpe final, Laura, como la llamo Víctor, formo una bola de fuego en su mano, pensaba usar su magia, ella no estaba dispuesta a perder, es por eso por lo que Víctor intervino y la descalifico. —  Ciro estaba seguro de lo que vio y Umar movía su cabeza de forma afirmativa, dejando ver que su hermano mayor decía la verdad.

— Eso no cuenta, en mi familia hay ciertos hechizos que cualquier ser lo puede aprender y eso incluye a los lobos, vampiros e incluso humanos, crear fuego es uno de esos hechizos, Baltazar… él es experto en manejar el fuego, es su elemento, pudo enseñarle. — Lo que informaba Lara tenía sentido, Ciro ya no tenía nada más que decir, en su defensa.

— Entonces ella perdió y se fue con la familia Lumber ¿así de simple? —  El Alpha sabía que su hijo no estaba contando todo, por lo que Umar intervino ante el silencio del mayor de los Zorte.

— No, cuando Víctor la descalifico ella…. Literalmente rogó por una oportunidad más, se arrodillo ante el vampiro y también le pidió ayuda a su familia, pero los Lumber no hicieron nada, más que mirarla con desprecio… menos Baltazar, él si se veía afectado. —  Maximiliano en lugar de encontrar respuestas se encontraba con más dudas que antes.

— Espera… recuerdo que me dijo que esto era un juego para mí, pero ella se jugaba su honor, ¿creen que los Lumber la secuestraron para que tome el lugar de Lara? ¿Que durante este tiempo la criaron como una hija más? —  Ciro no olvidaba que su propia hermana lo maldijo cuando perdió, temía a como reaccionaria ella cuando descubriera que eran hermanos.

— Lo dudo, la adopción en mi gente nunca es algo viable, y si ella sabe usar la magia, debió de aprender en secreto, mis padres… jamás revelarían sus conjuros a alguien que no lleva su sangre, incluso fueron capaces de quitarme mis poderes y borrar los hechizos de mi mente, con tal de que nunca pueda enseñarlos a nadie, para ellos mi sangre dejo de ser pura, al momento que elegí a un lobo como mi ANCLA a este mundo. —  el gran lobo negro que permanecía dentro del Alpha cada vez estaba más alterado necesitaba salir y buscar a su cachorra, y mataría a cualquiera que se interponga en su camino.

— Lara, ¿sabes el actual paradero de tu familia?

— No Alpha hace 22 años que no sé nada de ellos, pero puedo darle todas las direcciones que recuerdo. —  la joven que tenía 39 años, pero no aparentaba más de 25, busco pluma y papel y comenzó a anotar toda dirección que ella recordaba.

— Umar, quiero a todos los guerreros a fuera en 5 minutos, recuperaremos a mi hija, daremos vuelta la ciudad de ser preciso, pero no regresaremos si mi Aby.

La noche se vio perturbada por un nuevo aullido, una orden, un pedido, la pequeña hija del Alpha necesitaba a su gente, para poder volver a casa, y su pedido fue escuchado por todos.

La manada ROSA Y ESPINA, pronto tendrían a su pequeña Alpha en casa, así tengan que destruir la ciudad en su búsqueda.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo