Ella, ingresa, se para frente al escritorio mirándome fijamente.—Hola, Rolan —sigo mirándola, con la mandíbula contraída, porque su presencia es lo último que me esperaba, menos me imaginaba.¿A que había venido? Iba a preguntarle, pero decidió hablar.—Sé que soy la última persona que quieres ver, pero se me hizo necesario aparecer ya que, te has metido con una de mis cuñadas…—¿Y? —cuestiono— ¿Algún problema con eso?—Sé que eres un gran hombre…—Oh ¿Debo sentirme elogiado por ello! —la interrumpo.—No, no es ningún elogio, es la verdad.—Supongo que por eso me abandonaste, por ser un buen hombre —recrimino con los dientes apretados.Hace silencio por un segundo, seguido responde.—Veo que aún hay resentimiento en ti.—¿Y qué esperabas?—Esperaba encontrar un Rolan diferente, luciendo radiante por su reciente ceremonia —«y lo estaba, hasta que apareciste». Mascullo mirándola con desprecio—. Pero veo que el pasado aun te atormenta y, eso me hace creer que en verdad te metiste con Ey
Me levanto de un solo al leer el mensaje que me ha llegado «Alicia ha salido». Aparto la mirada del móvil y lo concentro en Eylin que se remueve a mi lado. Observo su pierna expuesta la cual brilla con los rayos del sol que impregnan las cortinas.Abre los ojos y me sonríe. Al notar mi seriedad cuestiona— ¿Sucede algo? —se sienta, cubre su cuerpo con la sábana.Me quedo unos segundos observándola, al cabo de un corto tiempo digo—. Mi hermana… ha salido en libertad.—Eso es bueno.No lo creo, porque con su salida su familia me odiará más. Empezarán hacernos la vida miserable. Dylan Mancini no permitirá que la persona que por poco convierte a su hijo en asesino, esté libre.—Para nosotros sí, pero…—Creo que todos tenemos derecho a una segunda oportunidad. Si Alicia ha salido es porque merecía una segunda oportunidad. Total, actuó bajo su obsesión por mi hermano.—No es una excusa para hacer lo que hizo.—Está enferma ¿no?—Es lo que se detectó, por eso la enviaron a un sanatorio y, aho
Cuando el auto se detiene frente a la mansión Kaya me siento nerviosa. Rolan me da un momento, sabe que después de como su madre me recibió la primera vez, estoy en duda de ingresar. Aunque en esta vez sí esperan mi presencia, al menos eso fue lo que me dijo Rolan. Y yo creo en él, porque jamás me llevaría a un lugar sabiendo que no soy bienvenida.Mi mirada está puesta en la mansión, de la cual rebota un alto volumen de la música. La mano de Rolan cae sobre la mía. Mi cuerpo reacciona a su toque. Son tan suaves, demasiadas suaves, como la misma seda. Al mirarlo musita.—Aún estamos a tiempo, podemos irnos —respiro.—No quiero irme. Entremos —le miro por un segundo cuando dice.—No permitiré que te ofendan. En el primer mal comentario abandonamos el lugar ¿Sí? —asiento feliz, porque con él me siento segura.Sé que no debería estar aquí, porque la persona que celebran es Alicia, la mujer que se obsesionó con mi hermano. Le hizo mucho daño a Dael, mi sobrino. Pero ya pagó por sus actos,
POV DE EYLIN.Cuando las demás personas entran a la pista a bailar, pierdo de vista a Rola, lo busco con la mirada, pero no está por ningún lado. Me da calma ver que ella si está entre la multitud, que no se ha ido detrás de él.—Iré un momento al baño —dice Tito—, por favor, no bailes con nadie más, te quiero toda la noche para mí —sonrío mientras lo veo alejarse. Una vez que desaparece empiezo a caminar entre la multitud en busca de él, cuando lo encuentro en la esquina más alejada hablando con sus padres, respiro.—¿Qué sé te perdió, cuñis? —Alicia coloca su mano sobre mis hombros. La miro encontrándome con sus impactantes ojos— Te digo algo, cuando mi hermano se enamora, es difícil que traicione, así que no pienses que va a engañarte, porque él está enamorado, su corazón tiene dueña —podría jurar que entre dientes dijo el nombre de ella, de Damaris, pero quito esa idea de la cabeza—, tú eres la dueña. Así que, despreocúpate, está hablando con mis padres, seguramente de medicamentos
POV DE EYLIN.Mi padre me ignora. Aparta la mirada de mí y deja su espalda a mi vista y sigue hablando con sus colegas.Me quedo observándolo, recordando mi niñez a su lado, como dio todo su amor en cada abrazo. Esme y yo éramos sus consentidas. No hubo un día que no nos dijera cuanto nos amaba, cuan hermosas princesas suyas éramos, y ahora que lo encuentro en la calle de este maravilloso pueblo, donde seguramente se firmarán escenas de películas o series, me ignora como si fuera alguien sin importancia en su vida.Los ojos se me nublan, mi corazón se deprime porque su indiferencia me mata. Mis labios tiemblan por querer pronunciar su nombre, pero se aleja sin mirar atrás. Una rebelde lágrima cae de mi ojo izquierdo, apenas toca la mejilla dejando un pequeño rastro en mi piel. Limpio de inmediato y me giro con una sonrisa a ver a Rolan.Él no dice nada, solo me abraza y mientras me tiene abrazada deja besos en mi cabeza. Me aferro a su cuerpo, respirando su exquisito aroma. Que bien s
POV DE ROLAN.Sé sabe que no todo dura para toda la vida, que en algún momento se tiene que terminar, más si se trata de un distanciamiento familiar. Somos humanos y los humanos tenemos la capacidad de arreglar las diferencias con razonamiento. Y aquí estamos, para aclarar las cosas, para decir lo que no se pudo decir en su momento.De todos los presentes mi mirada se posa en él, en Dylan Mancini. No la bajo, se la mantengo porque, aunque esté en su casa no voy a achicarme. He venido a dejarles claro que mi relación con Eylin no tiene nada que ver con esa venganza que se han inventado, porque yo no soy una persona vengativa, de haberlo sido, me cobraría con la misma mujer que me engañó. Porque lo que hizo fue un engaño.El día que Dylan Mancini apareció en mi casa para presentarse como novio de mi hermana, ellos dos fingieron no conocerse cuando ya habían tenido un romance meses atrás. Ella debió decirme la verdad, no ocultarme que había tenido un romance con ese hombre, sobre todo, q
POV DE EYLIN.Yo, esperé cualquier recibimiento menos el que mi padre me dio. Joder, que el alma se me partió cuando me abrazó. Y no fue por dolor, sino por felicidad. Es que, sus abrazos habían sido los mejores en mi época de niñez y adolescencia, que volverlo a recibir solo hizo que me desmigajara en llanto.Mi padre me estaba abrazando, dándome una nueva oportunidad. Sé que lo había decepcionado, que en verdad los decepcioné al embarazarme sin estar casada, pero eran cosas que se podían olvidar y, ahora mismo lo estábamos dejando atrás.Le estaba dando una oportunidad a Rolan. Era eso lo que más felicidad me daba, que lo hubieran escuchado, que comprendieran que no lo planeó, que esto se dio porque así Dios lo quiso. No sé si ya estaba escrito o si mi amor por él actuó, pero la cuestión era que, estábamos juntos, tendríamos un hijo juntos.Miro a Damaris y ella me mira. Me regala una sonrisa la cual correspondo. Sé que ella ama a mi hermano. Ellos hacen una pareja perfecta, se ven
¡Esmeraldi casada! Eso es algo que no me esperaba. Estoy tan absorta en eso que olvido por completo a mi esposo. Salgo de los pensamientos cuando su mano se coloca sobre la mía y cuestiona— ¿En qué piensas? No es que me guste controlar hasta los pensamientos de los demás, solo que te veo muy perdida en ellos —hace una pausa, lleva la mirada al frente mientras maneja, entra ratos me mira— ¿Cuándo subiste te dijeron algo? ¿Hablaste con ellos?—Si, pero no dijeron nada, solo nos despedimos —entrelazo mis dedos con los suyos—, aunque dijeran algo, no podrían quitarme esta felicidad que siento de estar a tu lado —me mira un segundo y sonríe—. Lo que pasa que Esme me dijo algo que me dejó fuera de serie. Pero no es nada de nosotros, es sobre ella y… —me callo, porque es un secreto de mi gemela— Bueno, son cosas de Eylin.—Entiendo, secretos de hermanas, incluso gemelas ¿cierto? —asiento.Llegamos a casa y nos fuimos directo a la cama. Rolan fue el último en acostarse, cuando lo hizo me arra