POV DE EYLIN.Mi padre me ignora. Aparta la mirada de mí y deja su espalda a mi vista y sigue hablando con sus colegas.Me quedo observándolo, recordando mi niñez a su lado, como dio todo su amor en cada abrazo. Esme y yo éramos sus consentidas. No hubo un día que no nos dijera cuanto nos amaba, cuan hermosas princesas suyas éramos, y ahora que lo encuentro en la calle de este maravilloso pueblo, donde seguramente se firmarán escenas de películas o series, me ignora como si fuera alguien sin importancia en su vida.Los ojos se me nublan, mi corazón se deprime porque su indiferencia me mata. Mis labios tiemblan por querer pronunciar su nombre, pero se aleja sin mirar atrás. Una rebelde lágrima cae de mi ojo izquierdo, apenas toca la mejilla dejando un pequeño rastro en mi piel. Limpio de inmediato y me giro con una sonrisa a ver a Rolan.Él no dice nada, solo me abraza y mientras me tiene abrazada deja besos en mi cabeza. Me aferro a su cuerpo, respirando su exquisito aroma. Que bien s
POV DE ROLAN.Sé sabe que no todo dura para toda la vida, que en algún momento se tiene que terminar, más si se trata de un distanciamiento familiar. Somos humanos y los humanos tenemos la capacidad de arreglar las diferencias con razonamiento. Y aquí estamos, para aclarar las cosas, para decir lo que no se pudo decir en su momento.De todos los presentes mi mirada se posa en él, en Dylan Mancini. No la bajo, se la mantengo porque, aunque esté en su casa no voy a achicarme. He venido a dejarles claro que mi relación con Eylin no tiene nada que ver con esa venganza que se han inventado, porque yo no soy una persona vengativa, de haberlo sido, me cobraría con la misma mujer que me engañó. Porque lo que hizo fue un engaño.El día que Dylan Mancini apareció en mi casa para presentarse como novio de mi hermana, ellos dos fingieron no conocerse cuando ya habían tenido un romance meses atrás. Ella debió decirme la verdad, no ocultarme que había tenido un romance con ese hombre, sobre todo, q
POV DE EYLIN.Yo, esperé cualquier recibimiento menos el que mi padre me dio. Joder, que el alma se me partió cuando me abrazó. Y no fue por dolor, sino por felicidad. Es que, sus abrazos habían sido los mejores en mi época de niñez y adolescencia, que volverlo a recibir solo hizo que me desmigajara en llanto.Mi padre me estaba abrazando, dándome una nueva oportunidad. Sé que lo había decepcionado, que en verdad los decepcioné al embarazarme sin estar casada, pero eran cosas que se podían olvidar y, ahora mismo lo estábamos dejando atrás.Le estaba dando una oportunidad a Rolan. Era eso lo que más felicidad me daba, que lo hubieran escuchado, que comprendieran que no lo planeó, que esto se dio porque así Dios lo quiso. No sé si ya estaba escrito o si mi amor por él actuó, pero la cuestión era que, estábamos juntos, tendríamos un hijo juntos.Miro a Damaris y ella me mira. Me regala una sonrisa la cual correspondo. Sé que ella ama a mi hermano. Ellos hacen una pareja perfecta, se ven
¡Esmeraldi casada! Eso es algo que no me esperaba. Estoy tan absorta en eso que olvido por completo a mi esposo. Salgo de los pensamientos cuando su mano se coloca sobre la mía y cuestiona— ¿En qué piensas? No es que me guste controlar hasta los pensamientos de los demás, solo que te veo muy perdida en ellos —hace una pausa, lleva la mirada al frente mientras maneja, entra ratos me mira— ¿Cuándo subiste te dijeron algo? ¿Hablaste con ellos?—Si, pero no dijeron nada, solo nos despedimos —entrelazo mis dedos con los suyos—, aunque dijeran algo, no podrían quitarme esta felicidad que siento de estar a tu lado —me mira un segundo y sonríe—. Lo que pasa que Esme me dijo algo que me dejó fuera de serie. Pero no es nada de nosotros, es sobre ella y… —me callo, porque es un secreto de mi gemela— Bueno, son cosas de Eylin.—Entiendo, secretos de hermanas, incluso gemelas ¿cierto? —asiento.Llegamos a casa y nos fuimos directo a la cama. Rolan fue el último en acostarse, cuando lo hizo me arra
La llamada de Esme me ingresa, miro a Alicia y digo—. Creo que ya debemos irnos.—¿Por qué? —sigue agarrando cosas.—Te dije que tenía una reunión en el almuerzo con mi hermana.—¿Por qué no le dices que venga y así vamos las tres a almorzar? —muerdo el labio y me quedo en silencio— Entiendo, no puede.—Esme… —ella es rencorosa igual a papá. Pero ella guarda rencores a quienes se lo merecen, no es fácil de perdonar. Estoy segura de que, si ve a Alicia, la hiel se le reventará. Dylan y Esme tienen el mismo carácter de mi padre, por eso los tres siempre chocan.—Comprendo, cariño. Créeme que en el tiempo que salí con tu hermano me habló mucho de ustedes y sé perfectamente como es Esmeraldi Mancini. Pero ve tranquila a tu reunión con tu hermana que yo me quedo aquí cancelando —observo las cosas que ha elegido—. No te preocupes por esto que lo pasaré dejando por tu casa.Agradezco que haga eso, porque cargar con esas bolsas mientras salgo con mi hermana me será fastidioso. Como Esmeraldi
POV DE ROLAN.Paso la mañana, ajetreado entre consultas y recetas que, no tengo tiempo ni de llamar a Eylin, pero en los cortos minutos que puedo, le envío mensajes para saber cómo va. Primero reviso los expedientes de los pacientes que tendría que atender durante la mañana. Me gusta estar bien preparado antes de ver a cada uno de ellos. Muchos de estos pacientes son de escasos recursos, pero eso no significa que merezcan un trato diferente. Todos somos iguales cuando se trata de recibir atención médica de calidad. Comienzo con la revisión de la pequeña Sofía, una niña de 8 años que ha estado luchando contra una leucemia agresiva. Cada vez que la veo, me parte el corazón verla tan frágil y debilitada por el tratamiento, pero su sonrisa y fortaleza me inspiran a dar lo mejor de mí. Repasé minuciosamente sus análisis y ajusté ligeramente la dosis de sus medicamentos. Le recomendé a su madre que mantuviera una dieta balanceada y que le diera mucho cariño y apoyo emocional. Sé que eso es
POV DE EYLIN.Rolan ingresa a la habitación cuando estoy por acostarme. Se detiene antes de ir al baño para darme un corto beso. Asegura que no tardará.Lo espero metida en las sábanas pensando en Esme y su tóxica relación con aquel fulano. Luego de haberle dado esa cachetada en el restaurant, Esme ingresó, comió como si nada hubiera pasado.De vez en cuando miraba a ese hombre y seguía parado ahí, con la mirada perdida en la nada, mientras tanto Esmeraldi hablaba feliz con Zeus. Yo, sentía que en cualquier momento el esposo volvería a entrar y se armaría la bronca, sin embargo, tiempo después desapareció, no lo vi más. De ahí nos venimos a la casa y, Esme se pegó los tragos con Zeus. Pasaron toda la tarde bebiendo por lo que se emborrachó.Rolan sale con su calentador y camisa blanca. Apenas se mete a la cama ocupando gran parte de esta, porque su cuerpo está bien tonificado, con una espalda de los mismos dioses, y unas piernas de atleta, me arrastra hacia él y me obliga a mirarlo pa
Bajo las gradas porque Esme está que arde, mi hermana va a estallar en cualquier momento.—Lárgate de aquí Alonso, ¿por qué carajos no entiendes que no quiero volver a saber de ti?—Son solo palabras Esmeraldi, sé que me amas, que quieres estar conmigo, pero ese orgullo de niña caprichosa no te deja aceptar la verdad.—¡Me usaste! —ruje sin percatarse de que estoy detrás— ¿Quieres que perdone tu engaño?—Esmeraldi, ya lo hablamos, ya te expliqué…—Tu jodida explicación no va a cambiar las cosas. Lárgate ahora, antes de que lleguen mis padres.—No me iré —asegura—. Me quedaré porque hoy mismo tu familia sabrá que estás casada, que eres mi esposa y que cometí un puto error, pero te amo. Te amo y quiero reconstruir nuestro matrimonio.—¡Pues bien, quédate! Pero si te dan un balazo no me responsabilizo de tu muerte —sin más se gira, me ve y me indica que ingresemos. Ella sigue y yo me quedo ahí, observando a Alonso, que parece ser fuerte, pero en sus ojos se nota la tristeza.—Creo que es