La tarde pasa disfrutando en familia y cuando está por llegar la noche, los abrazos de despedidas, llegan. Prometiendo que, en dos días, volverán a reunirse para celebrar año nuevo juntos y es con esa promesa que los esposos y a la vez, prometidos Delacroix, observan el recorrido de la familia hasta el avión que los lleva a un lugar seguro.

Kim, respira profundo cuando los ve embarcarse seguros, mientras implora que su plan salga bien, deseando que esta vez, sea el final de todo un tormento. Alessandro, quien no es muy devoto, también pide el final de todo, mientras abraza a su esposa.

— Pronto todo va a terminar, sé que podremos tener una vida tranquila después de esto.

— Pensé que la vida es difícil al no tener dinero para comer o sobrevivir. Pero, es evidente que la abundancia de dinero, causa que personas malas, te tomen como objetivo por envidia. — murmura Kim.

— No te preocupes, amor. Después de todo esto y que nos casemos, no habrá persona que se meta con nosotros.

— ¿Por qué