El accidente había dejado varios muertos. En el auto, escasamente se podía ver a alguien con vida, Mientras Alessandro avanzaba a gran velocidad, acortando la distancia a diez minutos del accidente, los hombres que lo habían causado, celebraban el duro golpe que iban a informar a su jefe. Ellos, llamaron al teléfono personal de su jefe que había quedado en el auto volcado. El ruido, era insistente mientras los hombres movían los últimos cuerpos del accidente. — ¿Alguien tiene un teléfono? — pregunta uno de los hombres.— Creo que es uno de los muertos.— ¿Contesto?— Busca el teléfono si puedes y tienes tiempo. — Lo hay, no tenemos más que hacer y la policía ni se escucha.— Bien.El chico curioso entra al auto y toma el teléfono que contesta después de una tercera llamada. — Jefe, hemos acabado con la mujer.— ¿En serio? — pregunta el chico.— ¿Quién habla?— Quien levantó el cuerpo de Augustus Delacroix, ¿sabes que significa eso?— No es posible.— El hombre que lo mató, irá por
Dos días despuésLas cosas se complicaban con Gabriela al haber pasado dos días desde que todo había pasado y su esposo no se comunicaba. Estaba preocupada y con insistencia, preguntaba a Alessandro por su esposo.Pero, él no cedía. Siempre sacaba una excusa y eso fue lo que hizo que Gabriela Delacroix, llegará a Argentina sin avisar a nadie al respecto.Mientras en Argentina, muchos salían del trabajo o sus estudios, Gabriela Delacroix entraba al hospital donde se encontraba Kim. Ella, quien desde la operación estaba en cuidados intensivos, había sido recién enviada a su habitación VIP, al haber mostrado mejoría. Fue por ello, que Alessandro ignoro la llamada de su personal y corrió al ver llegar a Kim a la habitación. Había pasado días desesperantes, donde no había tenido interés en siquiera comer.Había perdido a su padre y su mujer, estaba luchando por su vida, ¿cómo iba a estar tranquilo si su vida se había desmoronado de un momento a otro?Cuando Gabriela Delacroix llegó a la ha
Al día siguiente Narra KimMi salud mejora y por eso, preparan todo para poder trasladarme a Estados Unidos. Gabriela y Alessandro se mantienen ocupados. Gabriela, viendo a su esposo cada vez que puede y Alessandro, no sé con qué, pero sin duda, es algo que lo tiene molesto.— Kim, ya podemos irnos. Te llevaremos al hospital de Washington y allí, podrás mejorarte como lo necesitas.— ¿Washington? ¿Allí van a enterrar al señor Bill? Mi pregunta hace que detenga su intento de guardar cosas que claramente no son mías. Pero que guarda porque no tiene la mente aquí. — No, será enterrado en Irlanda. Allá nació y está el cementerio familiar. Nadie que sea un Delacroix, puede ser enterrado en otro lugar. — Entonces, ¿por qué voy a ir a Washington?— Ya te lo dije, Kim. Debes recuperarte.— ¿Y Asher? — pregunto al no saber si lo llevará.— Está a salvo con Lucía, en Francia. — ¿Ellos irán?— No. Intento buscar la paciencia que no tengo, para poder hablar con Alessandro, quien, sin duda, s
El viaje ocurre en silencio cuando llegamos a Irlanda y yo respiro profundo, sintiéndome feliz de llegar a la ciudad donde estuve secuestrada por los Delacroix, pero, ahora, ya no pueden tocarme.Ahora era libre y eso, hacia que disfrutara del lugar, cosa que no hice en el pasado. Alessandro, toma mi mano y juntos, caminamos hacia el auto que nos lleva al lugar donde vamos a dejar al señor Bill desde ahora. Habíamos intentado no divulgar esa información a la prensa. Pero, los flashes que nos disparan desde la sala de espera que muestra como llegan y se marchan los aviones, nos dice otra cosa. Respiro profundo y subo al auto, manteniendo siempre la mano de Alessandro con la mía.Se había abierto a mí y había aceptado mi ayuda, pero, no podía distraerme. Alessandro es de los que al menor descuido, se cierra por completo y llegar a su vulnerabilidad, sería más complicado.Como animales hambriento por la presa, van detrás de nosotros, ignorando el dolor que sentimos por la pérdida del señ
¿Qué es lo más difícil después de despedirse de alguien? Creo que es retomar la vida que tenías. Cansada, me levanto de la cama y camino a la cocina donde preparo el desayuno.Mientras sirvo este, escucho el llanto del pequeño que durmió con su abuela. Por lo que, sirvo su desayuno en una charola y camino hacia su habitación. La casa, donde había tenido muchos encuentros íntimos con Alessandro, mientras manteníamos nuestro acuerdo, ahora estaba más habitada, pero más triste que antes. Habíamos tenido que dejar a mi suegro en Irlanda en el cementerio de la familia y regresar a Estados Unidos completamente incompletos y eso, no era fácil.— Buen día, Gabriela, ¿Cómo amaneces? — le saludo mientras mi pequeño se limpia sus ojos, sentado en la cama.— Triste y sin ánimo de algo. — susurra.— Traje el desayuno. Comamos con Asher — le digo y ella duda.— No puedo cargarlo y sabe cómo es él para comer. Así que, necesito su ayuda.— ¿Qué hacen los demás? — Dormidos, ¿los levanto para que teng
Una semana después La tristeza que inundaba la casa, había sido disfrazada de los balbuceos de Asher y Gabriela encargándose de él completamente. Al parecer, mi bebé era la única persona que le ayudara a soportar la soledad y por ello, Asher dormía con su abuela. Sabía que no era muy bueno, pero, las veces que la encontraba sola, la veía llorando o se encerraba sin deseos de abrirle a alguien a menos que escuche a Asher balbucear o llorar. Ya no le agradaba ir de compras, ni es la mujer demasiado sonriente del pasado y no es para menos, había perdido su alma gemela. Desde mi lugar, veo a Gabriela jugar con Asher que ya la llama como Lela y eso, resultó tan emocionante como cuando llamó a su abuelo. Pero, sigue sin decir papá. Algo que tiene de mal genio a Alessandro, quien se esfuerza en que lo llame. Tomando una gran taza de café, veo jugar a ambos mientras Alessandro se acerca a mí vestido completamente de negro, antes de llegar a mi lugar, saluda a su madre y su hijo, para despu
Sabía lo que estaba haciendo. Pero, no podía ayudarlo. Ya era momento de retomar nuestras vidas y eso no lo haría siendo una ama de casa a tiempo completo. Moriría estando encerrada, cuando me acostumbre a estar trabajando. Simplemente, no puedo. — Kim, quiero que comprendas que yo te admiro.— Eso no es suficiente — le digo de inmediato.— También te admira: mi madre, Asher y Lucía. Eso es bastante, ¿no crees?— No voy a estar encerrada aquí, Alessandro. Antes de embarazarme, tenía una vida que tenía pensado seguir, aun siendo madre y tú, no me vas a hacer cambiar de opinión.>> Si quieres una mujer que quiera estar en casa o de compras, debiste fijarte en Lucía o alguien como ella. Lu, sin duda, se derretiría si le propones eso. — ¿Qué me van a proponer que me va a derretir en este invierno? — pregunta Lu entrando a la casa.— La oportunidad de tener tarjetas ilimitadas y estar en casa o donde quieras relajada. — Vaya, esa sí que es la vida que quiero. ¿Qué hombre quiere darme tod
Al día siguienteEsto va a ser emocionante. Emocionante y bastante aterrador. Porque, aunque si hemos salido de casa, podría decir que tengo el ejército más grande del mundo, cuidándonos. Sabía que en el país había muchas personas, pero, jamás creí que más de la mitad de un país, estuviera a cargo de nuestra seguridad.— Alessandro — digo llamándolo — ¿No crees que es demasiado?— Solo son trescientos hombres los que nos acompañan, el resto, están en el centro comercial y en la oficina de cámaras de vigilancia del estado. Ni siquiera tengo a la mitad de nuestros hombres. Así que, no es mucho, es lo suficiente. Medianamente lo suficienteOh, rayos. Esto es tan molesto. Pero, no debo presionarlo tanto o regresaríamos a casa solo porque no tenemos la seguridad que él considera suficiente. Por lo que, sólo por hoy acepto este momento incómodo.Nosotros, llegamos al centro comercial, con Gabriela y Asher, apenas bajamos del auto, noto que no fue suficiente para él lo de la vigilancia, sino