—No quiero que llenes tu mente de rencor por absolutamente ni nada negativo, ¿De acuerdo?— Esteban la tomo del menton y la beso en los labios, —Prometeme que estarás en paz.

—Te lo prometo.— Dijo ella con una sonrisa de labios cerrados en sus labios.

Esteban salió de la habitación en la que estaba ella. Tenía el objetivo de ir hasta esa dirección y capturar a Jude de una buena vez por todas.

Por su parte Clarisse espero unos segundos y comenzó a sollozar de decepción y de rabia. No podía creer que su propia hermana haya sido capaz de acostarse con el hombre que ella llegó a amar. Eso era la peor traición de la vida y era complicado tener en su mente la idea de llegar a perdonarla algún día.

—¿Yo qué estoy reclamando?— Se preguntó así misma, secándose las lágrimas con la parte de atrás de su mano, —¿Yo qué estoy reclamando? Yo también fue una desgraciada que se acostó con el padre se mi propio novio y ahora estoy embarazada.

Estuvo reflexionando y llegó a la conclusión de que lo que le