Tome la iniciativa de escribir éste capítulo extra. Pero también tengo pensado escribir uno o dos más.
Después de un largo día de playa, habían tomado la decisión de regresar y tomarse un merecido descansó. No tenían porque quejarse ya que todo había salido a la perfección.Pero Clarisse en todo el viaje había permanecido en silencio y pensado en esos momentos en que se sentía observada. No era la primera vez en que sentía una mirada encima de ella y eso era algo que la ponía sumamente nerviosa.Durante el camino, Camila se había quedado dormida. Por lo tanto, Clarisse la había subido a su habitación. Esteban fue con ella y ayudo a arroparla y de encender el aire acondicionado.—¿Por qué estuviste tan callada durante el viaje de regreso?— Le preguntó él, después de que ella cerrada la puerta de su habitación.—Es que últimamente me he sentido observada.— Contestó ella.—¿Cómo así que te sientes observada?— Esteban elevo una de sus cejas, —¿Quién te estaría observando?—No lo sé. Pero cuando deje a Camila en el colegio sentí esa sensación y cuando estábamos en la playa también.— Clarisse
—¿Cuánto falta para que salga el vuelo a la ciudad de Niza?— Preguntó Clarisse, mirando la enorme pantalla que mostraba los datos de los siguientes vuelos.—Debe salir en una hora y media.—Tengo hambre.— Dijo Clarisse y miro a Camila, —¿Tú tienes hambre, Camila?—Tengo mucha hambre.—¿Qué les parece si comemos algo mientras esperemos que salga el vuelo?La propuesta le pareció sumamente excelente a madre e hija. Por lo tanto, se acercaron a una mini pastelería que tenía el logo de un delfín colorido y cuya área era amplia y tenía áreas infantiles.—¿Qué se le ofrece a la familia?— Una mesera de buena presencia estaba lista para tomar sus pedidos.—¿Qué vas a querer, Camila?— Clarisse miro a su hija esperando una respuesta. Pero ella parecía estar más entusiasmada por ir al área de juegos infantiles.—Creo que lo que quiere es ir al área de la piscina de pelota, ¿Eso es lo que quieres?— La mesera observó a Camila con ternura y la pequeña asintio.—Puedes ir a divertirte, Camila.— Le di
—¿Qué dice el exámen?— Preguntó Clarisse. Ella sentía curiosidad por saber los resultados de los exámenes que se había hecho hace escasos días.Su hermana Jude se encargo de abrir el sobre con el resultado dentro. Ella leyó lo que había escrito y elevó su rostro, esbozando una sonrisa de felicidad.—¿Qué dice ese exámen? ¿Ya puedes hablar? —¡Estás embarazada!— Exclamó Jude. La emoción que sentía la impulsaron a querer darle un abrazo a Clarisse y así lo hizo. Sin embargo, Clarisse estaba pensativa y no había rastro alguno de felicidad en su rostro.—Eso no puede ser posible.— Dijo Clarisse con incredulidad, —Yo no puedo estar embarazada.—¿Cómo que no?— Preguntó Jude, liberando el cuerpo delgado de Clarisse de sus brazos, —Lee los resultados y comprueba tu misma de que estás esperando un bebé de Luke.Clarisse tomó el papel con los resultados de su inesperado embarazado. Por unos segundos lo leyó, si estaba cien por ciento confirmado de que llevaba un bebé en su vientre. Pero ese beb
Luke estaba en la entrada de la oficina y estaba esperando una respuesta. El tenía una elegante vestimenta y su cabello negro estaba perfectamente arreglado. —Luke.— Ray formo una sonrisa cordial, —Adelante.—¿De qué no me puedo enterar?— Preguntó el nuevamente.Clarisse se estaba mordiendo el labio inferior con meticulosidad y nerviosismo. Todavía no era capaz de mirar a Luke a la cara ni tampoco tenía la capacidad de darle una respuesta coherente.—Solamente no queremos que te enteres de la felicidad que siento de que renovaré votos con tu madre.— Mintió Ray. Luke frunció el ceño.—¿Y por qué no quieres que me entere?— Luke estaba serio.—Es solamente un decir de tu padre.— Comentó Clarisse, —Se refiere a que no sepas que él se siente feliz hasta que tú mismo lo veas en el altar, renovando votos matrimoniales con tu madre.Ray asintió con tranquilidad. Luke asintió de manera comprensiva, entendiendo a lo que se refería. —Me alegra verte por aquí.— Dijo Luke y se acercó a Clarisse
—¿Te estás volviendo loco?— Clarisse se había alterado, —¿Cómo puedes pretender que yo aborte a éste bebé?—Por lo menos anota una cantidad en el cheque y vete lejos.— Ray se levantó, tomando el cheque y el bolígrafo.—No.— Dijo ella con firmeza, —No pienso obedecerte. Tú podrás ser uno de los CEO más prestigiosos de la ciudad, del país. Pero eso no quiere decir que tengas autorización para decirme que hacer.—Tienes que hacerlo.— Insistió él con seriedad.—No lo haré.— Dijo ella, —Ahora querido suegro quiero pedirle que salga de mi casa. Necesito descansar, tuve un día largo.Ray guardo el cheque y el bolígrafo nuevamente en su bolsillos. Tenía los ojos verdes fijos en el rostro de ella y era evidente la decepción que sentía por ella. Pero Clarisse no tenía porque abortar a ese bebé ni mucho menos irse lejos a cambió de dinero.—Espero y lo pienses.— Dijo Ray, —Si cambias de opinión, me avisas o vas para mi oficina.—Igualmente querido suegro, si desea ayudar en la crianza de mi bebé
—¿Ya me puedes decir cuál es la condición para que te hagas responsable del bebé?— Preguntó Clarisse de manera insistente, —Te advierto que no voy a aceptar que me pidas que me vaya lejos de la ciudad.—¿Y por qué crees que te pediría eso?— Preguntó Ray con seriedad.—Es lo que me has estado pidiendo con mucha insistencia.— Contestó ella.—Yo tome la decisión de hacerme cargo de ese bebé por obligación. Tu hermana Jude fue a mi casa y me reclamo que si no me hacia responsable de tu bebé, armaría un escándalo y todos se enterarían de la verdad.—¿Mi hermana fue a tu casa?— Preguntó ella con incredulidad.—Sí, después de que salí de tu casa. Me dirigí a la mía y tu hermana me estaba esperando.—En fin, ¿Me puedes decir cuál es la condición?— Clarisse continuaba insistiendo.—No es una condición, es un contrato.— Ray saco un papel y un bolígrafo, —El contrato es que para que yo me haga responsable del bebé, es que te cases con Luke y le hagas creer que el bebé es de él.—¿Qué?— Clarisse
—¿Qué fue lo qué pasó?— Preguntó Chanel riéndose del accidente de su propio esposo.—Solamente me sentí mal.— Contestó él, recibiendo una servilleta por parte de Luke.—Te pusiste blanco, padre.— Comentó Luke, —¿Te sientes bien? ¿No te sientes enfermo?—Me siento mejor que nunca.— Mintio él, limpiando la humedad del vino de su ropa.Ray Hammett se sentía bien de salud. Pero el sueño que había contado Chanel lo habían sorprendido tanto, al punto de ponerlo tan nervioso para derramar el vino en su ropa.—¿Estás seguro que te sientes bien? ¿Podemos llamar a un doctor?— Chanel lo estaba mirando al rostro, asegurándose de que no hayan signos de enfermedad o malestar.—Me siento bien.— Contestó y de inmediato se sirvió otra copa con vino.—Oye, madre, ¿Y quién era la mujer que en el sueño estaba embarazada de mi padre?— Preguntó Luke, lleno de curiosidad.En ese momento Jude se ahogo con la comida y Clarisse le comenzó a dar suaves golpecitos en la espalda. Chanel por su parte refresco sus
—Esto no puede ser posible.— Ray se levantó rápidamente de su silla de mecanismo basculante y se coloco de cuclillas delante de unas estructuras metálicas, las cuales funcionaban como unos estantes. Allí había una cierta cantidad de papeles y cajas de cartón con materiales importantes o reciclados.Busco entre los papeles y los interiores de las cajas, hasta que finalmente encontró lo que estaba buscando: Unas páginas de periódico. Pero principalmente una en específico y era una con un título que hace tres años había generado una pesadilla para él.“Alfonso Amber, esposo de Daphne Denver, muere en la mansión Hammett al caer por las escaleras, ¿Accidente o asesinato? ¿Tendrá Ray Hammett algo que ver con este hecho?” eso era lo que decía el título principal en ese periódico y en la imagen se podía visualizar el cadáver de Alfonso al pie de las escaleras.—Ronald Peak.— Ray pronunció de manera lenta y fría el nombre del periodista. Estaba a punto de llamarle a Clarisse para advertirle qu