—Por favor, dime que es una broma de tu parte.— Clarisse hablo en un tono de voz preocupado y lleno de angustia.

—Lo siento, Clarisse. Pero es totalmente cierto lo que te estoy diciendo.— Esteban Morales estaba apenado, se sentía mal de darle esa noticia a ella.

Clarisse abrió el sobre de manila y no le llevo más de diez segundos para comprobar que lo que le dijo Morales era real. Todo coincidía y al parecer todo señalaba a su hermana Jude como la principal sospecha, o mejor dicho la culpable del atentado y posterior asesinato de Dora.

—Esto tiene que ser una pesadilla.— Clarisse había comenzado a llorar y de repente sintió un breve mareo.

—Clarisse tienes que calmarte.— Morales tomo el sobre de manila con su mano izquierda y su brazo derecho lo uso para sostener el delgado cuerpo de ella.

—Tengo que estar soñando. Mi hermana Jude no puede ser una asesina.— Lágrimas caían por sus pómulos, —Jude es incapaz de hacer algo así.

—Por ahora esas son solo pruebas. Pero tenemos que esperar cuá