Candy termino de guardar todo lo necesario y salió de esa habitación, cerrando la puerta detrás de ella. Estaba nerviosa y sentía que estaba cometiendo una locura.

¿Una locura? Una locura era las pruebas que tenía en esa cajita en sus manos.

—Ya me tengo que ir de aquí.— El rostro de ella estaba sudoroso y sus piernas estaban temblorosas. Pero aún así tuvo la fuerza de voluntad de correr hasta las escaleras y finalmente salir de la casa.

Afuera trato de comunicarse con Clarisse a través de una llamada telefónica. Sin embargo, la llamada era enviada al buzón de voz y ella llegó a la conclusión de que estaría ocupada con lo del tema de su hermana Jude. La llamaría después.

Un taxi iba pasando por el lugar y no dudo ni un segundo en abordarlo, su mente no tenía claro adónde ir, pero lo único que quería irse lejos de esa mansión.

*

—Creo que ya es hora de que nos devolvamos a la comisaría.— Dijo Iván con amabilidad, vaciando de un sorbo el resto del café que quedaba dentro de la taza.

—Me