Embarazada de mi ex jefe?!
Embarazada de mi ex jefe?!
Por: Rosa đź©·
Capitulo 01

SuspirĂ© 

No podĂ­a creer mi mala suerte.

ÂżCĂłmo era posible que esto estuviera pasando?

Me agarre del inodoro para luego volver a vomitar ¿Que se supone me estaba pasando?! Quizás era un virus.

Me levanté cepillé mis dientes y volví a la cama, quería pasar todo el día ahí acostada.

Odiaba faltar a mi trabajo pero ÂżQue más podĂ­a hacer? 

Maldito virus 

Mi teléfono sonó, lo tomé pensando que podía ser mi secretaria, había olvidado avisarle que no iría hoy a la empresa.

Tenía un pequeño puesto en una pequeña empresa de abogados, llevaba casos pequeños pero que solía ganar, ama mi trabajo.

— Alexandra Martinez — contente esperando escuchar la voz de Mili preguntando por mi 

— Buenos días Srita Martinez la llamamos del Hospital San Antonio — Me acomode en la cama para prestar más atención — ¿Por que me llamarían a mi de un hospital? Pensé rápidamente en alguien que pudiera colocarme como llamada de emergencia pero no había nadie

— Si? Que necesita

— Usted vino hace unas semanas a Hospital?— PreguntĂł 

— Si, fui hacerme unos exámenes de rutina con la ginecóloga Guzmán — Le dije confundida ¿Será que algo había pasado con mis documentos?

— Podría venir hoy al hospital?— Preguntó— Algo a sucedido y la doctora necesita darle la noticia en persona— M****a y si estoy enferma

Y su tengo una enfermedad que me pasaron mis padres biológicos, obvio que jamás iba a saber porque nunca los conocí.

— a quĂ© hora?— PreguntĂ© 

— En una hora está bien — Colgué la llamada, me levanté de la cama lo más rápido que pude pero me detuve sosteniéndome de la cama al sentir como absolutamente todo parecía moverse de un lado a otro si no me agarraba fuerte pensaba en cualquier momento caería el suelo.

M****a!

Estoy enferma!!

TomĂ© un baño para quitar cualquier rastro de vĂłmito que hubiese en mĂ­ puesto que habĂ­a pasado toda la mañana en el baño. 

Una vez estuve lista decidĂ­ colocarme un vestido casual unos tacones algo pequeños sabiendo que era peligroso pero no perderĂ­a mi estilo. 

No me maquillĂ© puesto que no tenĂ­a el ánimo suficiente para hacerlo solo me coloquĂ© un poco de protector en el rostro y una vez me sentĂ­ lista tomĂ© mi celular mi cartera y las llaves de mi auto. 

SalĂ­ de mi pequeña habitaciĂłn mientras me dirigĂ­a al garaje me subĂ­ al auto lo saquĂ© Me encarguĂ© de que todo estuviese completamente cerrado en casa, y luego manejĂ© al hospital el camino Era de al menos 40 minutos sĂ© que era lejos para tener a mi ginecĂłloga personal pero me gustaba mantener diferentes partes de mi vida alejadas la una de la otra. 

PasĂ© todo el camino aguantando las ganas de vomitar tratando de distraerme con mĂşsica. 

Me preguntó si lo que tendré es grave?!

Qué pasa si necesito un trasplante o algo así ni siquiera sé si mis padres biológicos están muertos o vivos

Es imposible que la ginecĂłloga sepa ese tipo de cosas es una ginecĂłloga. 

Una vez que lleguĂ© al hospital estacionĂ© donde siempre solĂ­a hacerlo, fui directamente a recepciĂłn. 

—Buenos dĂ­as en quĂ© la puedo ayudar?—preguntĂł la chica que atendĂ­a con una sonrisa. 

Esto era algo que me gustaba de este lugar en particular habĂ­a pasado muchĂ­simos años cuando era niña en hospitales pĂşblicos en donde la atenciĂłn era muy mala y te trataban muy mal En cambio cuando pagas por la atenciĂłn te tratan siempre con una sonrisa en el rostro. 

—buen día Soy Alexandra vengo a buscar a la doctora Guzmán me dijeron que viniera a hablar con ella—el rostro de la chica cambió significativamente la sonrisa se le borró y comenzó a aparecer nerviosa.

¿Acaso ya también sabía la enfermedad que tenía?

—claro la doctora la está esperando, está en la oficina de siempre ¿Sabe cómo llegar?— Asentí con la cabeza.

ComencĂ© a caminar con los nervios a flor de piel directamente a su oficina la cual estaba en el tercer piso, tenĂ­a pánico de la noticia que fueran a darme porque no sabĂ­a cĂłmo podrĂ­a enfrentarlo yo sola 

Me subĂ­ al ascensor y presiĂłn al tercer piso una vez que este me dejĂł ahĂ­ comencĂ© a caminar lo más lento que pude directamente a su consultorio respirĂ© profundo un par de veces tratando de tomar valor una vez que lleguĂ© frente a Ă©l. 

ToquĂ© la puerta esperando mi señal para entrar podĂ­a ver como mi mano derecha temblaba mientras estaba encima del pomo. 

Y si lo que me va a decir es que tengo alguna enfermedad mortal y que ya no puedo hacer nada por mĂ­ que estoy en la etapa final? 

Tengo que dejar de ser tan pesimista! 

—adelante— Esa fue mi señal para entrar asĂ­ que girĂ© un poco el pomo y la puerta se abriĂł. 

FruncĂ­a el ceño al ver a mi ex jefe ahĂ­ sentado junto a su novia. 

ÂżQue es esto?!

— Buenos dĂ­as doctora, disculpe, si está ocupada puedo esperarla — me disculpĂ© con toda la intenciĂłn de salir. 

mi ex jefe fijĂł sus ojos en mĂ­ al igual que su novia la cual habĂ­a visto un par de veces en la oficina llevándole algĂşn ramo de flores o algĂşn peluche. 

— Hola Alexandra no toma asiento por favor.

QuĂ© se supone que me van a decir que tengan que decirme frente a mi ex jefe y a su novia? 

Por más que lo pensaba nada tenĂ­a sentido para mĂ­. 

— Buenos dĂ­as Sr Maximiliano — Le saludĂ© a mi ex jefe mientras me sentaba a su lado 

— Buenos dĂ­as Alexandra 

— Ustedes se conocen?— Preguntó su novia la cual no tenía ni idea de su nombre

—Si, ella es una de mis ex empleadas, hizo conmigo sus pasantías.

Una lastima que no haya podido seguir trabajando en su empresa era una gran oportunidad para mĂ­ pero al parecer estaban todos los puestos llenos y tuve que conformarme con entrar a una empresa pequeña pero estaba satisfecha con el lugar en donde estaba. 

Me pagaban bien, tenĂ­a un buen puesto. 

No pude evitar ver a la novia de mi ex jefe parecĂ­a sumamente nerviosa. 

ÂżQue está pasando 

— doctora dĂ­ganos de una vez que está sucediendo y por quĂ© estamos los tres aquĂ­ en el mismo consultorio?— Le pedĂ­ 

Ella suspiro como si lo que fuera a decir no pudiera salir de su garganta.

QuerĂ­a gritarle que me dijera!

— hubo un pequeño error hace una semana ambas vinieron y confundĂ­ sus expedientes. 

—sigo sin entender doctora—esta vez fue Maximiliano quien hablĂł. 

Fruncía el ceño cuando la rubia Comenzó a llorar.

Todos la miramos. 

—doctora que está pasando?—preguntĂ© ya exaltada 

—la señorita margarita vino a hacerse una inseminaciĂłn artificial y usted solamente vino a hacerse un chequeo confundĂ­ los expedientes y a usted le hice la inseminaciĂłn y a ella el chequeo 

Ya va 

QuĂ© es lo que acaba de decir? 

Me está diciendo que estoy embarazada?

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