Hades Kana.Jueves, 15, junio, 2028.Desordeno mi cabello para luego mirar como Guillermo ordena el despacho que hasta hace unas semanas estaba desordenado y con muchas cajas que no debería tener aquí en caso de que Hali entrara a este lugar en mi búsqueda, lo que me hace sentir estresado de pronto.Guillermo me mira y niega acercándose a mi asiento con los brazos tras su espalda esperando que suelte algo de mi mente que se encuentra atorado sin poder salir. Suspiro cruzándome de brazos y recostándome en el respalda de la silla mirando hacia la puerta.— Ya dieron fecha para el parto, será para principios de agosto, lo que significa que tendré que alejar a Hali del niño — cuento, Guillermo mira hacia la ventana tras de mí comprendiendo lo que ya sabe.— ¿Sentimientos por la señorita Hali? — pregunta tomándome de sorpresa, lo miro y me río.— Claro que no, Guillermo, sabes muy bien que solo la tengo cerca por mi heredero y nada más, el clan terminó por nombrarme jefe, mis hermanos no p
Hali Frey.Me estiro un poco y respiro el aire salado que me deja la piel pegajosa, de verdad, necesitaba unas pequeñas vacaciones y las estaba disfrutando, pero en mi mente, seguí mi pregunta, ¿Qué somos realmente Hades y yo? Aun que dijera que le gusto, no hemos dado otro paso más desde ese día y el compromiso, solo era falso.— Espero que podamos disfrutar bien estás pocas vacaciones de verano con mi hermana encima… — lo siento tras de mí, no quito mi mirada del mar, aunque siempre lo veo, no siempre es de cerca.— No tengo problemas con eso — me quito las sandalias con ayuda de mi otro pie y bajo las pequeñas escaleras para sentir la arena en mis pies, el sol se esta ocultando tras las olas y el calor no es fuerte como para poder estar ahí.— Hali, no te acerques mucho al mar — vuelvo a sentirlo tras de mí, me volteo y lo miro — El mar es celoso con las embarazadas, debería tener cuidado, pequeña hada — sonrío un poco volteado, aunque me encontrara un poco cerca de la orilla, el a
Hali Frey.5 años después. Italia, roma.— ¡Señorita! — despierto de mis pensamientos y recuerdos, miro a la chica que me llama — Veo que le encanta este cuadro — asiento mirando el nombre del artista, alguien se nos acerca.— Morita, estás hablando con la artista del cuadro — dice el hombre y la chica se sonroja mirándome.— Oh por Dios, lo siento, no la había reconocido, señorita Hannah — sonrío y niego, se va y miro al hombre que se queda mirando la pintura completamente azul con un pequeño niño en medio, solo en plena soledad, un niño abrazando sus piernas con sus pies descalzos y el cabello oscuro como la noche.— Tienes un talento maravilloso — sonrío un poco — Pronto regresamos a Grecia, podremos ver a Ana y Eli, ¿No crees, Hannah? — miro al pelirrojo y asiento, no sé porque siento un vacío en mi corazón, no dejo de tener esos sueños raros que solo hacen doler mi cabeza y no me dejan dormir en paz — ¿Te sientes bien? — lo miro asintiendo y recobrando la realidad en la que estoy
Hades Kana.Han pasado 6 años desde la ultima vez que estuve con alguien y debo parecer un loco, pero ahora me encuentro mirando a una mujer de melena larga vistiendo un vestido azabache y morena, que, si se voltea a mí, podría jurar que la vería con el rostro de Hali, aunque no sea ella.Aquella tarde en la que tuvo a Darien, más nunca la volví a ver, intenté buscarla, pero el clan me tenía vigilado y Guillermo me decía que no era una buena idea buscarla, más sabiendo que había tenido un hijo, mi heredero que ahora tiene 5 años. Desde entonces, solo me dedique a lo que tenía que hacer, logrando que el clan encargado, dejara de existir, gracias a un pequeño plan de Zeus, siempre tratando de mantener la paz entre nosotros a veces.— Damas y caballeros, vamos a comenzar la subasta — volteo a mirar al anfitrión, mi teléfono vibra y lo tomo sin darme cuenta que alguien tropieza conmigo, logro detener su caída y ella levanta la mirada, era ella, Hali, seguía tan hermosa como el día que la
Hali Frey.Lunes, 15, agosto, 2033.Observo las cosas de bebés en una tienda departamental, Eli me mira confundido por haberme detenido de pronto y suspiro haciendo que se preocupe acercándose a mí.— ¿Sucede algo? — pregunta con cuidado, sonrío un poco.— Quiero un bebé — abre sus ojos, sorprendido por mi respuesta, me río tomando un enterizo de niña — Una niña… ¿Me ayudarías? — comienza a toser con exageración al punto de ahogarse con su propia saliva — Eres un exagerado — dejo la ropita y sigo caminando hacia el área de damas.— Lo siento, pero… no me veo siendo padre… y… — me volteo para mirarlo — Debería de ir a un ginecólogo para que te recomiende que hacer y esas cosas, si quieres ser madre soltera, porque, por lo que sé, sigues soltera — sonrío riéndome de lo que dice.— Eres gracioso, claro que no te pediría un bebé a ti, puedo encontrar un buen candidato y ya, encima, dentro de unas horas, tengo cita con una ginecóloga, así que no te preocupes — mira a otro lado y me sigue a
Hades Kana. Domingo, 21, agosto, 2033. Darien me mira desde hace un rato, claro, quiere jugar, pero como estoy concentrado en lo que hay en la laptop, se queda callado, lo que me hace mirarlo y cerrar la tapa de la laptop para tener toda la atención en mi hijo nada más, que, para desgracia mía, es igual a su madre, excepto por sus ojos que los sacó de mí, algo común en los Kana. — ¿Dónde está mi tía Hestia? — pregunta, pensé que quería jugar, pero solo pregunta por la pelirroja que no he visto en días tampoco. — Debe de estar en algún viaje espiritual — me enderezo en el sofá sentándome bien y estirándome hacia atrás, Darien que se encontraba sentado en el piso, se levanta y se sube a sofá como puede para mirarme bien. — ¿Y tía Hera? — pregunta por la rubia, que tampoco sé dónde está. — Debe de estar con Hestia también — respondo pensando en que estoy en lo cierto, miro al pelinegro que mira con frustración a la mesita del medio, me llama la atención de saber lo que tiene su pequ
Hali Frey. Miro a la mujer que ha subido al yate y me levanto despidiéndome del pequeño para subir también antes de que Hades se me acerque, de un momento a otro, comencé a sentir incomoda con su cercanía, parecía querer saber cosas de mí, me mira de cierta manera como si ya me conociera de años y eso me parece extraño ya. Sigo a Zeus que lleva mi maleta, bajamos unas escaleras, el yate en sí, es grande, al parecer tiene varios camarotes para las personas que van a este viaje de 3 días y 2 noches en alta mar. Nos detenemos delante de una puerta y la abre mostrando el camarote con una buena cama, aunque el lugar es pequeño, la cama es lo suficientemente comoda para estar 3 días ahí. — Este es tu camarote, el mío está al final del pasillo, por si quieres algo, no dudes en decirme, señorita Hannah — asiento y se retira dejando la puerta abierta, por esta entra el pequeño duende y sonrío, no creí que fuera el hijo de Hades, creí que no estaba casado, pero parece ser así si tiene un hijo
Hali Frey.— Eres un idiota — susurro, enojada le salpico agua en la cara, su mirada solo daba a entender que se encontraba fastidiado y claro, quien no estaría fastidiado si tienes que viajar con un gorila malhumorado que no sabe mantenerse a rayas, al principio estábamos bien, pero se ha comportado como un idiota de pronto.Me alejo por completo de él acercándome al yate de donde nos caímos y todo porque yo me encontraba hablando con el señor Zeus Kana, para terminar, cayendo con Hades, el gorila con quien caí al mar en un tropiezo en donde mi copa fue derramada sobre mi vestido haciendo que me enredara con mis tacones e hiciera que tomara su corbata, porque claramente no caería sola sino con el culpable.Nado hacia la escalera en donde me ayudan a subir, me tapo por completo con la toalla que me han dado, Zeus se acerca algo preocupado para luego mirar a su hermano molesto, quien subía sin mucha complicación peinándose el cabello de cierta manera que, si no estuviera molesta, diría