Era una hermosa noche, la luna reinaba en el cielo en compañía de las estrellas y unas pocas nubes; un cuadro perfecto para alguna mágica velada para la mayoría de las personas, pero para otros era el cuadro ideal para poder charlar a gusto sobre un gran negocio. En las afueras de la ciudad, muy cerca de la costa se podía encontrar una hermosa mansión con exquisita arquitectura renacentista, la cual contrastaba con el paisaje marino de fondo acompañado con algunos árboles y diversas flores que decoraban el jardín. Donde en esos instantes llegaba un automóvil deportivo negro a la entrada de esa humilde morada, del cual bajaba una de las personas más peligrosas del mundo de la mafia: el Noveno líder de la familia Albani, Ricardo Albani. Al bajar de su vehículo, enseguida fue recibido por el mayordomo principal del lugar. - Buenas noches Noveno, le estábamos esperando – le saludo de forma cordial mientras le abría a puerta – la cena está servida, acompáñeme – indico al mismo tiempo que
Era un nuevo día, por lo que Karen despertó temprano como siempre lo hacía cada día y se empezo a preparar para ir al trabajo. - Buenos días – saludo Helena con una gran sonrisa. - Buenos días – contesto Karen mientras terminaba de acomodar sus cosas para salir. - Hija ¿A dónde vas? - Al trabajo – menciono mientras acomodaba su bolso para girarse y salir de su habitación. - No puedes. - Madre llevo días sin ir y… - Y nada, vas a pasar los días que necesitas para descansar por lo del desmayo – indico Elena – y ya se notificó en tu trabajo, así que deja tu bolso y ven a desayunar al jardín para tener un desayuno diferente – menciono girándose para salir de la habitación. - … - Karen dejo escapar un suspiro mientras hacia una mueca de fastidio ya que no le gustaba sentirse así de inútil, pero tampoco tenía muchas ganas de pelear; por eso dejo sus cosas y bajo con cuidado las escaleras. Al salir vio a sus padres ya sentados a la mesa, por lo que solo dejo escapar un suspiro para s
Tras un ligero retraso de 40 minutos, ellas salieron de compras. Karen tuvo que esperar mucho ya que su madre se tardó en cambiarse y luego se entretuvo haciendo una lista de las cosas que podrían comprarle a los gemelos y las que necesitaban comprar de forma obligatoria. Para esa ocasión ellas usaron su propio auto para moverse, aunque fue Karen quien manejo; porque su madre era un peligro al volante y no deseaba que sufrieran algún accidente porque ella llegara a distraerse mientras conducía. Al llegar notaron que el lugar estaba lleno para disgusto de Karen, pero no tuvo chace de quejarse por eso, ya que Elena la tomo de la mano para que juntas ingresaran al centro comercial. - Hehe, parece que no fui la única que opino que hoy era un buen día para las compras. - Eso veo – opino de mal humor Karen, ya que en verdad odiaba los lugares concurridos. - Sabes esto me recuerda a esos días donde eras pequeña y tenía que traerte a rastras cada vez que debía comprarte ropa nueva – come
Al regresar a su casa esa tarde, Karen estaba muy cansada y se sentía mal al pensar que al día siguiente debía salir en ese supuesto “paseo familiar” ya que jamás le gustaron esas salidas, porque siempre escogían lugares concurridos y jamás tomaban en cuenta los gustos de ella y lo peor no le dejaban disciplinar a las personas que llegaban a molestarla. Adicional todo eso, en verdad se sentía algo cansada y abrumada por que ese día habia hecho que su paciencia y tranquilidad se agotaran de forma rápida, porque la obligaron a ir a ese dichoso día de compras. En eso elevo su mirada, observando las bolsas llenas de accesorios para sus hijos; ciertamente la idea estaba bien, pero no le gustaba porque su madre escogió las cosas que a ELLA le gustaron e ignoro su opinión… como siempre; aunque el lado positivo de esa tarde es que logro disciplinar y arrestar de forma temporal a Scott por atreverse a quitarle su plato de pasteles, en eso Karen noto lo que habia dicho y deseaba golpearse, a e
A la mañana siguiente el día se veía hermoso y radiante, un bello día para una salida familiar, por lo que se podía ver a una Elena feliz preparando la merienda que llevarían, la cual consistía en unos sándwiches, una tarta de fresa, ensalada, unas gaseosas y jugos; por su parte sus acompañantes no se notaban tan contentos con esa idea y justo en esos momentos Diego estaba atendiendo una llamada telefónica en su oficina. - Si lo sé... pero también les recuerdo que deje las instrucciones bien claras respecto al tema... ¿entonces...? bueno tampoco puedo ser responsable de su ineptitud... aja eso está mejor, oye cambiando de tema... ¿qué averiguaste? - dijo de forma seria - hm... si... interesante, bueno eso es algo sospechoso proviniendo de ratas como esas... sí, lo sé... solo espero que ese idiota no lo arruine nos costó mucho colocarlo de infiltrado... y descuida es un plan infalible sé que funcionara y con eso no solo acabaremos con ellos si no igual asustaremos a los demás, dejando
Regresando un poco el tiempo, Karen busco colocarse de pie para alejarse de la sala y regresar a su habitación porque deseaba alejarse de ese lugar en esos momentos ya que por alguna razón ella se sentía mal de haberle contestado así a su padre; ciertamente no dijo ninguna mentira en ningún momento, pero tal vez no debía decir de esa manera las cosas… aunque fueran verdad. En su andar ella empezo a recordar sus tristes día de infancia: donde siempre estuvo sola en todo momento desde que podía recordar, por eso habia aprendido madrugar para poder ver a sus padres, aunque fuera unos minutos en las mañanas, ya que ellos salían desde temprano de casa y regresaban muy tarde. Malditas y estúpidas hormonas, en verdad que le hacían tener pensamientos raros, ya que por su culpa se sentía mal por haberle dicho esas cosas a su padre… definitivamente buscaría golpear y arrestar nuevamente a Scott, porque todo eso era su culpa. La plática le había quitado las ganas de acompañarlos a su paseo de
Tras un rato llegaron a su destino: una hermosa playa con arena blanca, algunas piedras y el agua cristalina; donde los mayores del grupo se bajaron primero y sacaron las cosas de la cajuela, Scott igual bajo, dejando que la brisa marina golpeara su cara. - Que recuerdos, hace mucho que no venía a ver el mar – indico con calma, en eso noto que la rubia platinada seguía en el auto y tenía los ojos cerrados, provocando que sonriera y con cuidado se acercara a ella – Karen, despierta ya llegamos – hablo buscando tocar el hombro de ella para moverla un poco, pero justo cuando esta por tocarla. - Vuelve a tocarme y esta vez si te arrestare para meterte en una jaula – indico Karen, quien se miraba de mal humor porque la habia despertado de su siesta. - Am… perdón es que pensé que te habías dormido. - Solo tenía los ojos cerrados, es todo. - Jeje de acuerdo – menciono divertido Scott, ya que a su vista ella en verdad se habia dormido un rato - ven vamos que tus padres, ya instalaron las
Era un nuevo día y se notaba que el clima era ideal para descansar y relajarse ya que el sol estaba presente, pero no quemaba tanto gracias a la presencia de algunas nubes, también habia una brisa fresca… en definitiva un hermoso día que no podía apreciar cierta peliverde, porque justamente en esos momentos estaba saliendo de una de las oficinas gubernamentales que era controlada en su mayoría por agentes de su familia. - Al fin… - hablo para sí misma mientras sonreía de lado - ahora solo necesito la firma de Karen y con eso tanto ella como los bebes llevaran de forma legal el apellido Albani – hablo en voz baja consigo misma, mientras caminaba hacia su auto deportivo color plata al mismo tiempo que buscaba estirarse ya que habia pasado toda la noche en vela arreglando esos papeles. Para Margot este tipo de tramites eran sencillos, aunque laboriosos y por eso ella era la experta de la familia cuando se trataba del papeleo civil o los tramites gubernamentales; eran complejos, pero no