- Bueno creo que debemos hacer las presentaciones adecuadas no creen – opino otra voz, notando que otra mujer peliverde aparecía, solo que estaba entraba por la puerta, la cual cerraba detrás suyo y le colocaba el seguro. - Supongo que ¿debo preocuparme por estar rodeada? – pregunto Karen con un ligero toque de diversión en su voz, mientras metía su mano en su bolsillo y sujetaba sus esposas. - Para nada cariño, en este caso no debes preocuparte – menciono la peliverde mayor - ya que no acostumbramos a dañar a nuestra familia. - ¿A qué se refieren? – pregunto Scott confundido. - Primero permítenos presentarnos – indico la mujer de la habitación – yo soy Aiko Matsuno, esposa de Lucas Albani, quien es hermano menor del Noveno – hablo señalándose a sí misma – ella es mi hija Chloe Albani y el guapetón es mi hermano Kenji Matsuno – hablo señalando a los nombrados. - ¿Porque me dices todo esto?, sabes que puedo usarlo en su contra al conocer sus identidades – pregunto extrañada Karen,
Mientras eso habia ocurrido en el hospital, por su parte Margot estaba maldiciendo su suerte, ya que a ella le habia tocado la peor parte de ese plan, mientras se preguntaba ¿porque a ella le tocaba esa parte?; justo en eso recibió un mensaje de su madre, informándole que ellas ya habían completado su parte de la misión, la cual consistía en revelarle la verdad a Scott y a Karen e igual todo marchaba bien ya que podían notar que ella acepto la información de forma calmada y decidió guardar el secreto de los datos que le habían revelado. - Realmente fue arriesgado… - opino tras terminar de escuchar el mensaje de su madre – bueno si lo pongo en una balanza, pero prefiero mil veces a una Quissi en la familia que a Alejandra – dijo de forma divertida, pero en eso su sonrisa se borró al recordar que ella debía hablar con esa mujer – joo… no es justo… - se quejaba en voz baja mientras ingresaba a la mansion con la misión de buscar a esa mujer y darle eso. Justo en esos momentos bajo de su
Capítulo 18: Pensamientos Por otra parte, Scott habia regresado al hotel notando que su familia ya se habia marchado, algo que agradecía ya que su mente aún era un caos; mientras miles de preguntas surgían y revivía esas ultimas horas vividas sintiendo como un mar de emociones lo invadían nuevamente. Aunque al recostarse en su cama esa felicidad fue remplazada por la preocupación, ya que ahora debía pensar que pasaría de ahora en adelante y comenzó a pensar en lo que pasaría de ahora en adelante, por lo que empezo a sentir una gran angustia por todo lo que tendría que hacer si deseaba que Karen estuviera a su lado y obviamente debía ser así para que ambos criaran a sus hijos juntos, sus hijos… al pensar en eso una sonrisa llena de felicidad se dibujó en su rostro. - Voy a ser papa… - murmuro feliz para sí mismo. Ahora que estaba tranquilo empezo a pensar en todo mientras observaba el techo de la habitación, mientras recordaba que hoy los conoció por primera vez e igual pudo escuch
Era una hermosa noche, la luna reinaba en el cielo en compañía de las estrellas y unas pocas nubes; un cuadro perfecto para alguna mágica velada para la mayoría de las personas, pero para otros era el cuadro ideal para poder charlar a gusto sobre un gran negocio. En las afueras de la ciudad, muy cerca de la costa se podía encontrar una hermosa mansión con exquisita arquitectura renacentista, la cual contrastaba con el paisaje marino de fondo acompañado con algunos árboles y diversas flores que decoraban el jardín. Donde en esos instantes llegaba un automóvil deportivo negro a la entrada de esa humilde morada, del cual bajaba una de las personas más peligrosas del mundo de la mafia: el Noveno líder de la familia Albani, Ricardo Albani. Al bajar de su vehículo, enseguida fue recibido por el mayordomo principal del lugar. - Buenas noches Noveno, le estábamos esperando – le saludo de forma cordial mientras le abría a puerta – la cena está servida, acompáñeme – indico al mismo tiempo que
Era un nuevo día, por lo que Karen despertó temprano como siempre lo hacía cada día y se empezo a preparar para ir al trabajo. - Buenos días – saludo Helena con una gran sonrisa. - Buenos días – contesto Karen mientras terminaba de acomodar sus cosas para salir. - Hija ¿A dónde vas? - Al trabajo – menciono mientras acomodaba su bolso para girarse y salir de su habitación. - No puedes. - Madre llevo días sin ir y… - Y nada, vas a pasar los días que necesitas para descansar por lo del desmayo – indico Elena – y ya se notificó en tu trabajo, así que deja tu bolso y ven a desayunar al jardín para tener un desayuno diferente – menciono girándose para salir de la habitación. - … - Karen dejo escapar un suspiro mientras hacia una mueca de fastidio ya que no le gustaba sentirse así de inútil, pero tampoco tenía muchas ganas de pelear; por eso dejo sus cosas y bajo con cuidado las escaleras. Al salir vio a sus padres ya sentados a la mesa, por lo que solo dejo escapar un suspiro para s
Tras un ligero retraso de 40 minutos, ellas salieron de compras. Karen tuvo que esperar mucho ya que su madre se tardó en cambiarse y luego se entretuvo haciendo una lista de las cosas que podrían comprarle a los gemelos y las que necesitaban comprar de forma obligatoria. Para esa ocasión ellas usaron su propio auto para moverse, aunque fue Karen quien manejo; porque su madre era un peligro al volante y no deseaba que sufrieran algún accidente porque ella llegara a distraerse mientras conducía. Al llegar notaron que el lugar estaba lleno para disgusto de Karen, pero no tuvo chace de quejarse por eso, ya que Elena la tomo de la mano para que juntas ingresaran al centro comercial. - Hehe, parece que no fui la única que opino que hoy era un buen día para las compras. - Eso veo – opino de mal humor Karen, ya que en verdad odiaba los lugares concurridos. - Sabes esto me recuerda a esos días donde eras pequeña y tenía que traerte a rastras cada vez que debía comprarte ropa nueva – come
Al regresar a su casa esa tarde, Karen estaba muy cansada y se sentía mal al pensar que al día siguiente debía salir en ese supuesto “paseo familiar” ya que jamás le gustaron esas salidas, porque siempre escogían lugares concurridos y jamás tomaban en cuenta los gustos de ella y lo peor no le dejaban disciplinar a las personas que llegaban a molestarla. Adicional todo eso, en verdad se sentía algo cansada y abrumada por que ese día habia hecho que su paciencia y tranquilidad se agotaran de forma rápida, porque la obligaron a ir a ese dichoso día de compras. En eso elevo su mirada, observando las bolsas llenas de accesorios para sus hijos; ciertamente la idea estaba bien, pero no le gustaba porque su madre escogió las cosas que a ELLA le gustaron e ignoro su opinión… como siempre; aunque el lado positivo de esa tarde es que logro disciplinar y arrestar de forma temporal a Scott por atreverse a quitarle su plato de pasteles, en eso Karen noto lo que habia dicho y deseaba golpearse, a e
A la mañana siguiente el día se veía hermoso y radiante, un bello día para una salida familiar, por lo que se podía ver a una Elena feliz preparando la merienda que llevarían, la cual consistía en unos sándwiches, una tarta de fresa, ensalada, unas gaseosas y jugos; por su parte sus acompañantes no se notaban tan contentos con esa idea y justo en esos momentos Diego estaba atendiendo una llamada telefónica en su oficina. - Si lo sé... pero también les recuerdo que deje las instrucciones bien claras respecto al tema... ¿entonces...? bueno tampoco puedo ser responsable de su ineptitud... aja eso está mejor, oye cambiando de tema... ¿qué averiguaste? - dijo de forma seria - hm... si... interesante, bueno eso es algo sospechoso proviniendo de ratas como esas... sí, lo sé... solo espero que ese idiota no lo arruine nos costó mucho colocarlo de infiltrado... y descuida es un plan infalible sé que funcionara y con eso no solo acabaremos con ellos si no igual asustaremos a los demás, dejando