AXEL. Me desperté de muy buen humor, hoy hacía un magnifico día. Bajé a desayunar, encontrando a Aria dibujando en la alfombra del salón. Ella era una niña con demasiada imaginación a pesar de sus 4 años de vida. Nunca había visto niña tan entusiasmada con el arte y la naturalez.—¿Qué dibujas, Ari?— me agaché a su lado y observé curioso. Ella levantó la cabeza sonriéndome achicando sus ojos azules iguales a los de mamá. —Mami —apuntó a un muñeco con el pelo pintado de rosa sobre un fondo con muchas estrellas diminutas y esperó mi reacción. Yo sonreí encantado y la senté sobre mí regazo. Aria había traído mucha alegría a nuestras vidas. Después de que mis padres de divorciaran, la depresión hizo que mamá cambiara completamente. Todo cambió cuando llegó Dominic, su nuevo marido. Volvió a ser la mujer alegre que fue siempre y aún mas con la llegada de la pequeña Aria. —A mami le gustará mucho tu dibujo—pellizque su moflete derecho —. ¿Cuándo harás uno para mi? Ignorando totalm
EMMA. No podía creer lo que había hecho. Yo, Emma Clayton, había dejado plantado a mi esposo en altar y deshonrado a mi madre. Ni mucho menos puedo creer que ahora mismo estoy en el coche de un chico al que acabo de conocer y del que no puedo apartar la mirada. Enserio, este hombre es de revista. Al salir corriendo de la iglesia acabé en un parque a unas manzanas. Allí encontré a una pequeña niña –bastante curiosa a mi parecer–, hablando sola. Resultó que se llamaba Aria y tenia una rara obsesión con las ardillas y las princesas. Incluso me hizo hacerme una foto para su madre pensando que yo era una. La mejor parte fue cuando su hermano llegó a donde estabamos nosotras, era el mismo chico que vi en Avalon. El mismo que deseé que fuera mi marido en vez del vejestorio con complejo de veinteañero. Mi sorpresa fue tanta que por poco mi mandíbula cae al suelo, no esperaba encontrarlo de nuevo, y mucho menos usarlo de salvavidas. Suspiré y posé mi cabeza sobre la ventanilla. ¿Que se
Entré al baño y me miré al espejo, aun llevaba el cabello recogido por lo que decidí deshacer la trenza y dejarlo libre, coloqué los diminutos pantalones que Axel me dió por debajo del vestido pensando en si realmente su madre era tan diminuta, lo cual me hizo gracia. Quité mi vestido y lo tiré a un lado. Este se lo regalaría a Aria. Metí mis brazos en la camisa de diminutos cuadros y la abroché tomándome mi tiempo, me quedaba cuatro dedos por encima de la rodilla haciéndome sentir un poco cohibida ya que los pantaloncitos tapaban bien poco. Salí del baño encontrando a un Axel tirado en el sofá con los brazos detrás de la cabeza, sus músculos se veían marcados en esa posición. Controla tus estupidas hormonas Emma. —¿Porqué ya no vistes de princesa?—Ari me miró triste haciendo que Axel se percatara de mi presencia, sus ojos pasaron de mis pies descalzos subiendo lentamente por mis piernas, pasó ligeramente por mi escote y acabó en mis ojos, relamió sus labios. Si seguía mirándome
Suspiré antes de entrar al avión y di mi billete a la azafata la cual me respondió con un me senté en mi lugar pegado a la ventana junto a una estupida y estirada mujer que no dejó de hablarme sobre su maravillosa vida de lujo. Como si me importara lo que comía su perro. Sentí ganas de ir al aseo por lo que me levanté disculpándome con la mujer y me dirigí hacia el fondo del pasillo donde se encontraban, iba distraída cuando sentí un gran cuerpo chocar contra el mío. Cerré los ojos esperando la caída, la cual nunca llegó pues fui sujetada fuertemente de la cintura. Abrí mis ojos lentamente encontrándome con un chico mirándome atentamente con sus ojos color miel. —Mira por donde vas, casi me matas —me solté de su agarre y lo mire enfadada sacudiendo la falda roja que se había subido levemente. —Deberías agradecer que té cogí.— miró desafiante, quien se creía este idiota. Ibs a contestar cuando fuí interrumpida por su voz. —Soy Eric, por si te interesa — lo miré y sonreí vi
14 Junio 2016( 3 años mas tarde ) AXEL. -Cuando vivamos juntos quiero sofás de cuero en nuestra casa y cortinas color pastel-vi a Deborah moverse por su salón taconeando mientras hablaba sin parar, era agobiante escucharla todo el día hablar sobre cosas que realmente me valían mierda. Desde que la conocí hace un año vivo preguntándome que demonios hago saliendo con ella, todo lo que no buscaba en una mujer lo encontré sin quererlo, es consentida, pija y dramática. Posteriormente descubrí que mi adorado padre iba a casarse con su madre, esto debía ser una broma. Por si fuera poco creo que mi hermana de siete años es mas inteligente que ella. Sin embargo hay algo en su rostro que me resulta familiar, algo que me hace recordar a aquella chica que conocí hace tres años vestida de novia ¿Donde estaría? ¿Estaría bien? ¿Porqué se fue sin despedirse de mi? Ese día cuando salí de la ducha y vi que no estaba me sentí realmente furioso, solo había jugado conmigo y se había largado sin
EMMANo podía creer que mamá se iba a casar y mucho menos entendía porqué lo hacia con Petter, según la oxigenada de mi hermana, la cual dejadme decir, esta mas centrada, tras mi huida hace tres años mamá empezó a salir con Petter consiguiendo así que este gastara su dinero en ella y nuestras empresas. También nos contó que hace un año encontró pareja, el cual es hijo de Petter, por lo que yo sabia el solo tenia un hijo al que vi un par de veces antes de la boda y era bastante desaliñado para conquistar a Deborah, pero bueno, lo que hará el dinero. De: Emma Para: Lexi, Noah y Nina Poco después empiezan a contestar y decidimos quedar esta noche, para celebrar mi regreso y de paso recordar viejos tiempos en Avalon. ¿Y si vuelves a encontrarte con Axel allí? Estupida conciencia, cierra la boca. Llega la hora de arreglarme y decido que usar unos pantalones con pequeños cuadros en color negro junto una pequeña camiseta del mismo color que dejaba poco a la imaginación es la mejor
No encontré rastro de Axel y sus amigos cosa que mis amigas me aclararon diciendo que en cuanto el salió del privado sé fueron de Avalon rápidamente, no podía sacar a ese hombre de mi cabeza, sus ojos azules me perseguían como mi sombra. Me encontraba en mi casa vestida con una camiseta de Oliver mientras jugábamos a un juego de mesa con Deborah y Alexa en el cual dejadme decir que no podía parar de reirme. Con razón Deborah dejó la universidad, con poco no sabia dividir por dos cifras. —¿De que color es el caballo blanco de Santiago?—preguntó Oliver a nuestra medio hermana-ella fué fruto de una infidelidad de mi madre, por eso siempre la consintió-con burla—Vamos rubia, esta es fácil, hasta nuestro primo Sam la sabe, y eso que tiene 9 años. Deborah lo miró enojada y pensó por un momento como si lo tuviera en la punta de la lengua. —¿Negro? ¿Que clase de pregunta es esa? ¿Que me importa de que color sea un escupido caballo? Alexa y yo estallamos a carcajadas, esta chica no
20 Julio 2016. EMMA Había pasado un mes desde mi regreso y mi reencuentro con Axel, desde el día que consiguió mi número gracias a mi traidora mejor amiga no hemos parado de hablar de cosas al azar, por ejemplo ahora sé que es arquitecto, lo cual lo hace aún mas apetecible, que los chicos del bar eran sus mejores amigos, que trabaja en una gran empresa por lo que deduzco que no le faltará dinero y que Aria no ha parado de hablar de mi en estos tres años, incluso su madre me conoce después de tanto oír a su hija. Pero como no, siempre acabamos llevando la conversación por el lado caliente de esta situación haciéndome sonrojarme mas de una vez. Me encontraba haciendo mis maletas de nuevo, hoy Oliver y yo nos mudaríamos a nuestra nueva casa casa por fín, no aguantaba los comentarios sarcásticos de mi madre ni las visitas de su futuro marido en las cuales pareciera que viniera a verme a mi, pues no para de intentar hablarme o tocarme con cualquier excusa. Bailé al ritmo de Edd Sher