AXEL. ¿Quién jodidos era ese rubio y porqué trataba a Emma con tanta confianza? Como si tuviera derecho a hablarle y tocarla, como si ella le hubiera dado ese derecho. No podia apartar mi mirada de ellos, mi mente pensaba en mil y una formas de arrancarle los ojos a ese imbécil para que dejara de mirarla de esa forma. La miraba con admiración, como si ella realmente le interesara, cuando a leguas se notaba que era un mujeriego de primera. Vi a Emma levantarse dejando a Oliver entretenido,-cosa que me venia bastante bien- y la seguí desde atrás viendo como entraba en el baño de mujeres. Cerciorándome de que nadie se daba cuenta, entré sigilosamente y puse seguro a la puerta. Ella se encontraba mirándose al espejo acomodando su cabello oscuro a un lado con delicadeza. Ese vestido blanco hacia resaltar su piel bronceada y contrastaba perfectamente con sus sandalias de tacón rojas al igual que sus labios. Esos labios que soñaba volver a besar. -Hola-hablo y ella jadea asustada
AXEL. Tras salir del baño, me largué de Avalon. No tenia ni las ganas, ni la paciencia para ver a mi Emma coquetear con otro en mi cara. Duele. Duele tenerla tan cerca y a la vez, sentirla tan lejos. Verla reír, verla feliz al lado un hombre. Un hombre que ocupa el lugar que era tuyo. Y realmente, se que la cagué, que no debí estar con dos mujeres a la vez, que no debí hacerle eso a Emma. Aunque yo no volví a estar con Deborah desde que ella llegó, intenté romper nuestra relación y finalmente lo conseguí, pero ya era demasiado tarde. Ellos sabían perfectamente que tenia otra chica, ya que, casualmente, mi propio padre iba a casarse con ella. Doy un largo suspiro y quito las llaves del contacto de mi coche. Hoy es mi día con Aria y no tengo ni idea de que le diré cuando vea que no vengo con Emma. —¡AXEL! Me veo sorprendido por unos pequeños brazos que me rodean con fuerza. —Hola, princesa. Sonrío sin poder evitarlo y la alzo en brazos mientras nos dirigimos hacía la ent
25 Septiembre de 2016. EMMA. Hoy iría con Axel a pasar el día con Ari. Y digo iría, porque, aunque me muera de ganas por ver a esa niña- y tal vez, solo tal vez, de ver a su hermano-, hoy no será el día. Pienso en la desilusión que debe haberse llevado e incluso, en que debe de estar odiándome y no puedo evitar sentirme triste. Oliver, salió esta mañana con Eric y algunos amigos suyos dejándome sola y desolada en esta enorme casa. No es que me moleste estar sola, al contrario, siempre preferí la tranquilidad y el silencio. Más hoy no es el caso, hoy es un mal día para dejarme sola. No puedo parar de pensar en Axel, de pensar en que aun cuando, él, me engañó y pisoteó. Odio no poder odiarlo, odio amarlo como lo amo y odio el hecho de que por mas que quiera, jamás lograré detestarlo como debería. La canción de "I hate you, I love you" llega a mi mente y me río irónicamente ante esta situación tan cliché donde la enamorada lamenta la perdida de su amado. Apartando todo pensamient
EMMA. No podía creer mi mala suerte. ¿Qué clase de problema tenía la vida conmigo? ¿Acaso en otra vida fui bruja o asesina? Caminaba con Aria de la mano mientras me hablaba sobre la cantidad de caracolas marinas que había recogido en la playa. En la otra mano, llevaba sujeta la correa de Bella con demasiada fuerza debido a mi notorio nerviosismo. Axel, iba sujetando la otra mano de Ari. De vez en cuando ella nos saltaba ayudándose de nuestras manos y reía feliz. —¡Príncipe Oliver! Me sobresalté al escuchar el grito de Aria al llegar al jardín de mi casa. ¿Porqué demonios mi hermano estaba aquí? Voy a morir. Si, ese fue mi pensamiento al verlo coger sonriente a Aria en brazos y fijar su mirada en mi acompañante borrando cualquier atisbo de alegría en su rostro. La guinda del pastel la puso Eric. Si, Eric estaba apoyado en su coche mirando la escena un tanto confuso. —Será mejor que esperes aquí.—informé a Axel sin siquiera mirarlo. Me dirigí hacia mi hermano. Su reacción no
AXEL. —Aria, pon la harina en el bol que hay encima de la mesa.—escucho la voz de Emma mientras les doy la espalda rayando algo de queso. —Pero..., ¿ y si se me cae?—pregunta mi hermana con voz lastimera. —Vamos, ya no eres una bebé. Solo debes llenarlo con un poco de harina.—¡Luego no digas que no te advertí!¡Mamá dice que seré pésima cocinera! Rio por lo bajo ante el comentario de mi hermana. Lleva razón en eso de que será pésima cocinera. Una vez me regaló un pastel por mi cumpleaños. Fue un gran gesto de su parte y se veía adorable toda orgullosa de su creación. Habría sido perfecta si hubiera puesto azúcar en vez de sal y si no hubiese echado los huevos con cascara y todo. Estuve enfermo una semana pero logré acabarlo entero. Deposito el queso en un recipiente y me giro viendo a Ari muy concentrada en no derramar nada de harina fuera. —Con esa es suficiente, Ari. Me acerco a ella y le quito con cuidado la bolsa de harina de las manos. Ella sonríe complacida y mira a Emma, l
AXEL. La palabra "miserable" define mi estado demasiado bien en estos momentos. Si bien la tarde resultó mejor de lo que esperaba, terminó siendo una real mierda que acabó con la poca paciencia que estaba teniendo ante esta situación. Deborah había acabado con lo que logré avanzar con Emma en estos meses. Ella junto a mi padre habían logrado separarme de la única mujer de la que realmente estuve y estoy enamorado. Más no les daría el gusto, esto no quedaría así. En mi mente no para de dar vueltas una idea, y creedme cuando os digo, que disfrutaré cada segundo de mis métodos para recuperarla. Aun si los métodos que utilice no sean los mas lógicos. Ha llegado la hora de dejar de lamentarse y actuar. No recuperaré a Emma llorando su perdida por las esquinas con una botella de vodka ni mucho menos yendo tras ella como un perro faldero. Llegó la hora de la venganza. En la soledad de mi departamento suspiro frustrado mientras me siento en el sofá, son las diez de la noche y Emma sal
12 de Diciembre de 2016 EMMA. Aliso mi camisa una vez mas y suspiro. Debo reunirme con Lauren Harris, el productor musical que encargó su evento de apertura a mi empresa. Este proyecto es demasiado importante para Erick y por la mierda que no pienso estropearlo. Echo un ultimo vistazo a mi rostro en espejo del ascensor asegurándome de que mi labial y peinado están en su sitio. Alexa insistió en que cambiara mi look, ya sabéis, por eso de que cuando una mujer cambia su peinado significa que va a comenzar a cambiar su vida. Y así lo hice, mi pelo pasó de ser totalmente negro a ser castaño cobrizo. Debo admitir que mis ojos resaltan mucho mas con este color y eso me encanta. Salgo del ascensor y amablemente la secretaria del señor Harris coge mi abrigo y me avisa de que me están esperando en su despacho, asiento mientras la sigo un poco confusa. ¿Me están esperando? Pensé que solo me reuniría con el. La mujer de no mas de cuarenta años toca a la puerta y abre tras unos segundos. —
24 Diciembre 2016. EMMA. La fiesta va de maravilla. Todo esta tal y como ordené. Luces altas, un gran árbol de navidad en el centro con miles de adornos en tonos plateados y rojos. El catering quedó genial, al ser un día tan importante y encima Navidad, Lauren me encargó poner bastantes mesas, las cuales, llevan manteles en tonos plata claro y centros de mesa llenos de rosas rojas. Mis favoritas. También hay un pequeño escenario y una pista de baile. Queda media hora para Navidad y me encuentro mirando distraídamente hacia la gran multitud de gente. Todo seria perfecto, si Axel no se encontrara aquí, acompañado de Deborah, mi madre, y como no, Petter. También mis amigas están aquí, al igual que toda la familia de Anabelle y cientos de personas muy elegantes, hasta muchos famosos cantantes que Lauren tiene el placer de representar. —Estas preciosa. Hiciste un excelente trabajo. Sonrío y giro para encarar a Erick. Luce muy guapo y casual. En estos meses me he dado cuenta de que