Capítulo 337
El cielo empezaba a aclararse.

Mariana estaba agotada. Cada vez que estaba a punto de dormirse, un destello la despertaba de golpe.

El amanecer asomaba, y Mariana miró hacia atrás. Paco dormía profundamente.

Mariana había intentado desatar las cuerdas, pero si lo lograba, caería con la silla.

Además, esas cuerdas eran muy difíciles de desatar. Incluso si fuera M, no podría hacerlo.

Mariana no quería rendirse.

Contar con que otros la rescataran y ceder su vida a ellos era una de las decisiones más insensatas.

Mariana golpeó la silla y las campanillas en las cuerdas sonaron. Algunos hombres se despertaron por el ruido.

Se frotaron los ojos, bostezaron y parecían molestos: —¿Qué estás moviendo?

—¿Qué quieres ahora? —Paco, enfadado, se acercó tambaleándose.

Desató la cinta adhesiva de la boca de Mariana, causándole un dolor que la dejó sin palabras.

Ella lo miró con los ojos enrojecidos, y Paco se quedó atónito por su mirada.

Estaba tan inocente y exhausta, con esos ojos almendrados y last
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo