El evento se acerca y desde el día en que Carlos mencionó que Jenny no asistiría, lo he notado desconcentrado, preocupado, incluso diría que enojado. No sé si se debe a que ella rechazó su invitación o a lo que mencioné sobre su trabajo. Lo único de lo que estoy segura es de su felicidad. Después de tantos años, lo veo ilusionado y ansioso por empezar de nuevo. Su bienestar es lo más importante para mí, y si tengo que hacer algo para asegurarlo, lo haré.Mientras estoy sumergida en mis pensamientos, Kenneth llama.—Hola, querido. Esperaba tu llamada. ¿Averiguaste lo que te pedí?—Cada detalle, señora —responde de inmediato.—Perfecto. ¿Qué tienes para mí? —sonrío esperando un breve resumen de la exhaustiva investigación sobre Jenny.—Jenny Acosta, tiene 25 años, es originaria de Pereira y tiene 2 hermanas mayores. Su padre falleció cuando ella tenía 3 años. Actualmente está cursando su último año de Ingeniería de Sistemas e Informática en la Universidad EAN. No tiene antecedentes pena
Subo a mi auto y me pongo en marcha hacia la oficina. Antes de llegar, me comunico con Benjamín; el único que puede ayudarme en mi cometido.—Aló, Benjamín.—¿Cristina? ¿A dónde te has metido? —se escucha alterado—Olvidaste que teníamos una junta a las nueve, ¿Sabes a qué hora es? ¿Por qué no me pusiste sobre aviso en que llegarías tarde? Es una gran irresponsabilidad de tu parte.—Deja tu histeria de lado, si quisiera un sermón, hubiese llamado a mamá.—Solo eso dirás. No puedo creer…—Escucha con atención. Quiero que me esperes en mi oficina, estoy por llegar, necesito hablarte de algo muy importante.—No hay un “Gracias” por cubrirme en la junta directiva.—Hablamos luego de ello y si quieres un cheque por tus servicios, lo obtendrás. Ahora lo más importante es tratar otro asunto.—Tiene que ver con la muchachita con la que está encaprichado Carlos.—Podríamos decir que sí. Kenneth está enviando la información a mi oficina, quiero que lo revises y me des una opinión al respecto.—C
JennyLas cosas se salieron de control de un día para otro. Amanecí siendo la comidilla de los medios televisivos y tuve que encerrarme en la habitación por horas, temiendo salir a la calle de nuevo. No es que me importe mucho lo que piensen mis compañeros y el resto de la universidad sobre esto, solo que no tengo ánimos de lidiar con sus preguntas y murmullos.Gracias a Dios, Carlos se encargó de ello de inmediato y, por agradecimiento a ese gesto, acepté una nueva salida con él. No era correcto que le dijera que no después de cortar de raíz esos chismes.Aunque en ese día negro, no puedo negar que la pasé increíble a su lado. Es un hombre muy agradable, inteligente y poco divertido, pero lo compensa muy bien con su romanticismo. Amelia dice que está muerto de amor por mí, pero yo no sé qué sentir. Es demasiado pronto sacar conclusiones de unas salidas y unas largas charlas estas últimas semanas. ¡Sí! Ha estado muy pendiente de mi día a día, y debo confesar que ha despertado cierto i
—Habla de una vez, mujer.—¡Ya voy! —se queja—. Antes del horario de salida, nos reunió a todos y dio la gran noticia. “¡Damas y caballeros! El día sábado en la noche en Hilton Cartagena Hotel, se realizará uno de los eventos más importantes del país y como cada año, nuestro club es uno de los afortunados elegidos para formar parte de la mejor celebración en la bella Cartagena. Obviamente que solo unos cuantos serán los dichosos para vestir nuestro uniforme y llenar de orgullo a Lady Night. En este momento daré a conocer los nombres de los bienaventurados que acompañarán a Jenny el día de mañana".—¿En serio lo dijo?—Eres la nueva consentida para Víctor, ese malnacido jamás te pondrá un pretexto a lo que le pidas. Y creo que hasta te doblarán el sueldo.—Me parece tonto que me den privilegios por chismes sin fundamento que por mi labor desempeñada.—A la mierda tu esfuerzo, disfruta el ascenso.—Si no necesitara el dinero, le diría que se vaya al diablo.—Es la mejor paga del mundo,
Tomo un taxi y me dirijo al club. Cuando llego, observo mucho movimiento y los chicos seleccionados ya están subiendo a la camioneta que nos llevará al aeropuerto. Pilar, al verme, se acerca y me abraza fuerte. Puede ser una loca, pero es una agradable compañía.—Te esperábamos, Víctor no quería irse sin ti —susurra—. Ni siquiera tuvimos que insistirle en esperarte, pues desde hace mucho dijo: "En cuanto llegue Jenny, nos iremos".—Carajo, me hacen sentir importante.—Es que ya eres relevante. La chica fantasma es ahora la estrella —mueve sus manos en el aire como borrando algo—. Eso es algo que solo se ve en las telenovelas.—No seas exagerada, quiero creer que es un golpe de suerte.—Sin duda, tu romance con Carlos Martinelli es un golpe de suerte y una gran historia de amor.Sin prestar más atención a los comentarios de mi compañera, nos acercamos a la camioneta. Víctor nos observaba muy serio, pero al tenernos frente a él, nos recibe con una sonrisa y nos saluda con amabilidad. Pi
—Entonces, me ofreces el puesto por conveniencia.—Todos tenemos algo que ganar. En este camino se toman riesgos y se enfrentan los miedos si se desea llegar alto.—Me niego a hacerlo.—Entonces te despediré.—No puede hacerlo, tengo un contrato firmado.—Parece que no estás entendiendo, Jenny. Aquí yo soy el jefe, el que tiene el poder de hacer y deshacer a su antojo. Con solo chasquear los dedos puedo hacer que desaparezcas del mapa.—¿Me está amenazando?—Solo te estoy dando una pequeña advertencia. Si quieres cooperar, las cosas serán más sencillas para nosotros. Si no lo haces, puedo asegurarte que tus días serán miserables.—Siempre lo creí capaz de todo, pero nunca imaginé que llegaría a este extremo.—No hay nadie mejor que tú para este nuevo puesto. Deberías sentirte halagada y acatar mis órdenes. Te pagaré el doble e incluiré beneficios personales como atención médica y vacaciones pagadas. —Coloca su mano en mi hombro y me lleva de vuelta a la camioneta— No desaproveches una
Una hora después, llegamos al Aeropuerto Internacional Rafael Núñez, donde una camioneta nos esperaba para llevarnos al Hilton Cartagena Hotel. Víctor fue en otro auto y al llegar, no apartó sus ojos de mí. Pidió las llaves en recepción y nos condujo al ascensor. Se detuvo en el quinto piso y entregó un par de llaves a Joel; ahí él y los cuatro varones compartirían habitaciones. Luego miró a Pilar y le entregó un par más.Emocionados, abandonaron el ascensor, y cuando estaba por salir, Víctor se interpuso.—Tú estarás en la habitación del sexto piso —me dijo, mostrándome la llave.—¿Por qué?—Porque son habitaciones asignadas a personas con más rango —mencionó, señalándome el camino al ascensor.—Supongo que usted también se hospedará en ese piso.—No, yo estoy designado en el cuarto piso —agregó, cerrando el ascensor.La incomodidad me invadió. ¿Por qué tenía que estar separada del grupo? Los privilegios no iban conmigo. Empezamos mal. Pude ver cómo el resto de mis compañeros me mira
En eso el ascensor llega y él se adelanta para ayudarme a entrar, como todo un caballero. En cuanto la puerta se cierra se acerca más y yo me hago para atrás, me pierdo en su mirada un segundo y lo veo levantar la mano para acomodar un mechón de mis cabellos.—Ya está bien— sonríe —Entonces no podremos estar juntos esta velada.—No lo sé. Me temo que no tendré tiempo para charlar con un solo invitado. Por eso no quise aceptar tu invitación, se vería extraño y… Ahora me siento estúpida…—No te preocupes, entiendo tu trabajo. Quizás podamos encontrar la oportunidad de, aunque sea estar a solas unos minutos, como en este instante. ¿Y a quién estás representando?—Al club Lady Night. Es el único que por ahora tengo… —se me salió decir que no tenía otro empleo.—¿Qué sucedió con los otros puestos?—No quise decir que tenga nada más ese empleo— respondo sonriendo nerviosa — solo que, es el único que podría traerme a estos eventos.—Claro— sonríe él.Al llegar al primer piso, Carlos me ofrec