—¿Y Marisol? —preguntó Gabriel.
—Fue al baño —respondió Tomás—, tu amiga es bastante tímida.
—Demasiado tímida —agregó Alejandra.
—Ah… Sí, debes tenerle paciencia, apenas se está acomodando a la nueva ciudad, es hija única y no ha tenido una vida fácil —explicó Gabriel.
—Me habías dicho que tuvo cáncer cuando tenía diez años ¿verdad? —dijo Alejandra.
—Sí, leucemia, casi muere —contestó Gabriel. Todos se sorprendieron al escuchar aquella confesión—. Pero ahora no le vayan a tener lástima, no le gusta que hagan eso.
—No, claro que no, al contrario, nos impresiona, es una chica muy fuerte, se ve tan delicada y tierna, es impresionante saber que tiene un pasado así —explicó Josef
—No lo creo Alejandra, tuvo que sucederte algo, medítalo, piensa en ello —sugirió su amigo..—¿Y esa cara tan feliz? —preguntó Marisol reparando a su amigo al terminar una sesión de fotos.—Es que las cosas con Alejandra están cambiando, desde ayer todo ha estado muy bien, se despertó temprano y preparó el desayuno, fue tan hermoso —respondió Gabriel mientras revisaba las fotos en su cámara.—Vaya, me encanta escuchar eso, ¿te das cuenta?, te dije que esperaras y hablaras con ella, la comunicación arregla todo —dijo Marisol.—Gracias amiga, tus consejos siempre me ayudan en todo —Gabriel la abrazó y le dio un beso en la frente.—Por eso siempre escúchame, ella solo necesitaba un poco más de atención, que hablaran más y le demostraras interés.&m
Gabriel estaba bajando de su auto frente al edificio donde vivía su hermana, habían quedado en verse y al parecer a la joven se le había olvidado. Subió hasta llegar al octavo piso, tocó a la puerta del apartamento.Gera estaba viendo televisión acostada en la cama junto a Santiago, al escuchar el sonido de la puerta los dos se miraron fijamente.—Ese debe ser Gabriel, escóndete en el vestidor, corre —dijo Gera, hizo que Santiago saliera de la cama, le ayudó a recoger las cosas del muchacho y lo arrastró hasta el vestidor.Gera abrió la puerta del apartamento.—Gabriel, ¿qué haces aquí? —preguntó la muchacha mientras desplegaba una sonrisa.—Se nota que no tienes nada que hacer, ponte algo de ropa —Gabriel entró al apartamento. Gera se reparó la vestimenta, solo un camisón y ya. Gabriel se sent&o
Cuando llegaron al apartamento Camilo entró sus maletas al cuarto.—No vayas a dejar el cuarto sucio, trata de mantenerlo limpio —pidió Alejandra.—Siempre lo vas a mantener organizado, ¿no es así? —dijo Gabriel mirando fijamente a Camilo.—Ah… Claro, claro, lo mantendré organizado —el joven hizo pequeños sí con su cabeza.—Eso me gusta —Gabriel desplegó una sonrisa..—Recuerdo cuando teníamos diecisiete años, éramos una locura, siempre salíamos con una nueva ocurrencia —dijo Claudia a Mateo cuando estaban acostados en la cama. El joven dejó salir una pequeña carcajada.—Gera y tú siempre se metían en algún problema y Tomás también, eran los más problemáticos —recordó Mateo.—Cuando me pedist
Estaban cerca de la piscina del hotel en la sesión de fotos, Tomás estaba descamisado posando aquel cuerpo muy bien esculpido que volvía loca a las mujeres, aunque, Marisol no quería seguir tomando aquellas fotos, se sentía muy incómoda. Para ella, aquel joven era como una piedra en su zapato cada vez que lo tenía a su lado. —Tomás tiene un cuerpo de los mismísimos dioses —elogió Alejandra al lado de Gabriel quien soltó una pequeña carcajada.—Lo que tiene en cuerpo le falta en cerebro —se burló Gabriel.—Ay, claro que no. Tomás es inteligente —regañó Alejandra.Marisol le estaba mostrando las fotos a Tomás, y al parecer al muchacho no le estaban gustando.— No, no… Están feas —renegó Tomás— les falta algo.—¿Qué? &md
Tomás se encontraba sentado en los columpios que estaban cerca del restaurante, un lugar como ese le traía tantos recuerdos de su adolescencia que le invadían el pecho hasta el punto de hacerlo agonizar. En aquel momento se dio cuenta de algo, no había cambiado mucho, su actitud despreocupada era la misma, se daba cuenta de sus errores cuando era demasiado tarde, y, además, era el único soltero de su grupo. Sí, sabía que Gera traía su enredo, no tenía idea con quién, pero la conocía muy bien, ella guardaba algo y lo más seguro es que se trataba de un hombre.—Tal vez nací para estar solo —masculló.Alejandra estaba con una sonrisa bien desplegada al terminar de escribir en su computador, por fin había escrito el último párrafo del libro, era el final de su famosa saga; el libro que todos habían espe
Gabriel comenzó a limpiar las lágrimas de las mejillas de la joven con sus manos:—No te sientas sola, tienes a muchas personas que te aman, entre esas estoy yo, nunca te dejaré sola, siempre, siempre, estaré aquí para ti —desplegó una sonrisa—. Te amo, y mucho, me gustó el que me hayas contado todo esto, así te entenderé mejor y te ayudaré a que puedas superar esto. Ya verás, todo saldrá bien.—Muchas gracias, amor, yo también te amo, no quiero perderte —Alejandra tomó las manos de Gabriel que seguían en sus mejillas, pudo estrecharlas con fuerza.—Yo tampoco Alejandra, eres lo mejor que me ha pasado en mi vida —acercó su rostro hasta el de la joven y le dio un beso en los labios que pronto se convirtió en algo más.Camilo llegó a la casa de Sofía, se sentó frente a un
—¡Este grillo! ¡Ven acá! —gritó Mateo tratando de alcanzar al muchacho.—Oye, cálmate. Te vas a casar dentro de media hora —Josef detuvo a Mateo.—¿Estás nervioso Josef? —preguntó Gabriel.—Claro que sí, es mi boda. Bueno, no estoy tan nervioso como Mateo, él vomita cuando lo está, por eso comenzamos a bailar para que se tranquilizara —contestó Josef frente a la cámara.—¡Dijiste que sería un secreto! —regañó Mateo—. Eso es traición.Keidys y Claudia comenzaron a entrar por el pasillo rojo que se había creado en la playa especialmente para ellas. Todos los invitados se pusieron de pie al momento de verlas aparecer y un piano comenzó a escucharse. Josef y Mateo tragaron en seco por el nerviosismo al ver a las muchachas avanzar frente a ellos. “
Tomás no dejaba de bailar con todas las solteras de la fiesta, su gran discurso hizo que más de una se enamorara perdidamente de él. Él llegó a gozarse la boda, era el alma de la fiesta. Se había acordado que los novios se quedarían toda la noche, en la mañana se irían a sus lunas de miel, así que ellas se quitaron los vestidos y se vistieron con una ropa cómoda, pero elegante, no se querían perder la fiesta; aunque, Keidys y Claudia se fueron a dormir pronto, sus embarazos las tenían muy dormilonas.Tomás se sentó al lado de Marisol para poder descansar, había muchas chicas que querían bailar con él esa noche, así que no lo querían soltar, pero él no daba más. Contrario a él, Marisol nadie la había sacado a bailar, estaba desde hace horas sentada allí, comiendo cuanta cosa le brindaban los meseros.