— Por fin llegaron —dijo Pablo dirigiéndose a las tres, pero solo viendo a Elena, que llevaba un conjunto de falda tubo color vino que llegaba por debajo de las rodillas y una blusa de mangas largas igual ceñida corta en el abdomen, que dejaba ver su cintura esbelta con unas sandalias altísimas de tacón de aguja color champagne
— Sexi y despampanante —dijo bajito Pablo al oído de Elena, luego puso sus manos ahí donde la tela no tocaba su abdomen y le dio otro beso tierno en los labios, Elena estaba segura que se derretiría.
— Pero que sorpresa tan esplendida —dijo Bernhard colocándose al lado de Pablo y Elena.
— Gracias por invitarnos Pablo —dijo Brenda—, Berni, esto es una fiesta, así que vamos a bailar, de alguna forma debo ponerte hacer ejercicio, ya que no te he visto en varios días en el gym.
— Cariño contigo hago ejerci
— No seas un chiquillo absurdo Pablo, los celos no te van, además son inmerecidos ahora, de haber conocido a Elena en otro momento de mi vida, no la hubiera dejado escapar, pero no te preocupes es toda tuya. Por ahora. Voy a socializar en la fiesta de allá afuera. Bernhard no pudo evitar aguijonear a Pablo, ya que le molestó que ofendiera a Elena, era evidente que le gustaba mucho si tomaba en consideración la escena de celos, los dejó solos en la sala de conferencias aislados de la fiesta. Elena se levantó, y enfrentó a Pablo, le tomó una mano y este la soltó y fue hacia la ventana, trató de razonar con él. — No me gustó que te expresaras así, ¿consideras que yo sería capaz de tener algo con Bernhard apenas te vayas? No puede ser que siguas creyendo que mi verdadero interés está en Bernhard y solo te usé para manipularlo. Pablo dejó la ventana y se acercó a ella y habló con furia contenida.
Las chicas hablaron rieron y lloraron al menos lo hicieron Elena y Belinda mientras Brenda las regañaba, compartiendo una nueva camaradería entre las tres, al terminarse la botella de vodka comenzaron con otra, estaban bastante achispadas. — Por el último brindis de la noche —alzó el vaso Brenda— al menos con ustedes porque me voy a la discoteca del hotel, la noche es joven. — No Brenda, estas muy borracha para ir sola, nos vamos las tres —Dijo Belinda caminando hacia la puerta de la oficina, no sin antes tropezar con la mesa, Elena soltó una carcajada. — Creo que Belinda esta borracha, que mala influencia somos. — Las dos están borrachas —declaró Brenda— por eso las dos se van directo a sus habitaciones y yo a la discoteca, no es por espantarte hermanita, pero las bebidas con vodka me ponen caliente y sé que un amigo está en la disco así que voy
— Pablo se puede saber, que haces —Preguntó airada de manera retorica ya que era obvio lo que Pablo hacia— volvamos ahora mismo, no dejaré sola a Belinda. — Belinda fue a comer perro caliente no le pasará nada. — Sí, solo anda con el más mujeriego de Caracas y encima achispada, bajemos de este ascensor, Brenda me va a matar si permito que Belinda salga sola con Dante. — Ya Elena, Dante no es un violador, Belinda está perfectamente a salvo con él, si no deberá responderme a mí directamente —las puertas del ascensor se abrieron en el piso de las suites familiares, salieron hacia el ascensor general y Pablo marcó el piso 8; Elena marcó planta baja, al llegar al piso 8 se abrieron las puertas, Pablo empujó a Elena fuera del ascensor y la retuvo hasta que cerró sus puertas. — Suéltame Pablo, no estoy jugando. — Eso lo sé —dijo mirándola con ternura
— Claro que fue así, Pablo sé que no lo entiendes, pero soy sobreprotectora con Belinda porque su vida fue difícil antes de llegar al orfanato, Brenda es implacable, Belinda es inocente, ambas son mis hermanas, aunque no de sangre así las siento. — Belinda está bien, no te preocupes; ¿recuerdas a tus padres? — Claro que sí, me amaban, quizás de haber vivido más, habrían tenido otro hijo, pero no pudieron. — Yo desde que tengo uso de razón tenía a Sebasthian, lo quiero igual que a mi hermana, somos primos, pero jamás hemos sentido que éramos menos que hermanos, y luego esta Dante que ha sido mi compañero tantos años que le tengo plena confianza, sé que no es mi hermano que tiene intereses propios, pero le confiaría mi vida, por eso estoy seguro que Belinda no corre peligro con él. —Pablo no te quiero espantar ni presionar, pero puedes confiar en mí, esto que t
Pablo intervino, para salvar a Sebasthian, por alguna razón no le había contado a su padre nada respecto a Brenda, Pablo pensó “cómo es posible que mi tío tan astuto no se ha dado cuenta de Sebasthian y Brenda”. — Bueno, lo importante, es que me llegó el gran día, me voy a Margarita a enfrentar el proyecto más ambicioso que he tenido, para darles a ustedes el hotel que quieren, y a usted señorita el restaurante de sus sueños. — Eso es cierto —respondió Bernhard, es muy temprano para alcohol, pero brindemos con jugo y desayuno, porque pronto el Hotel Larsson Margarita será el mejor de la perla del caribe. Conversaron mientras desayunaban, Pablo estaba muy contento y Elena en una nube de felicidad, pronto tuvieron que despedirse, los Larsson irían juntos hasta el aeropuerto, allí conseguirían a Dante, por su parte Bernhard iría a New York, los otros a Margarita. &nb
— Que, te volviste loca, ya no me digas te está chantajeando. — No nada de eso, Brenda nos enseñaron a ser caritativas, y me dio lastima el pobre diablo, no tiene ni para comer y aunque sea una exageración tiene problemas de apuesta, una amiga publicista me lo confirmó, y eso puede ser grave, así que le di dinero, pero no será una pensión ni mucho menos, será una única vez. — Deberías decírselo a Berni, ese idiota no se va a conformar y querrá seguir chupándote la sangre. — Si le digo a Berni, se complicarán las cosas, lo buscará y lo amenazará o algo peor, si me vuelve a molestar le digo a Berni, de lo contrario me lo quitó de encima ahora y olvido el asunto. — Creo que esta es una mala idea, ojalá te deje en paz. En Margarita ya era de noche, Pablo y Sebasthian estaban en un apartamento de lujo de los padres de Pablo, Dante ya se había ido a descan
— Ven aquí Dante por favor —gritó Sonia. — Que pasa ¿Dónde está el incendio? —dijo bromeando Dante. — Dinos ¿Pablo tiene novia? —Sonia lo hacía sonar como si preguntaba si tenía una enfermedad terminal. — Querida madre, es tarde, estoy cansado, no tengo tiempo para sus tonterías casamenteras voy a dormir. — Un momento Dante, me mantuve alejada como me recomendaste, pero siempre has sabido que la única salida adecuada para todos es que yo vuelva con Pablo, ¿porque no me lo dijiste? me traicionaste. — Por favor Donna, Pablo no tiene novia, mientras estuvo en Caracas estuvo saliendo con la socia de Bernhard, pero no es formal. No te entiendo Donna, eres hermosa, puedes tener a quien quieras, ya olvídate de Pablo. — Olvidarse de Pablo, te has vuelt
Brenda se ponía un jean y una franela ajustada, Elena le preguntó. — ¿Será por lo que pasó con Sergio, alguien lo grabaría? — No creo, Berni estaba contento, aunque deberías contarle. — Después de la beneficencia lo haré —declaró Elena. Brenda fue hasta la oficina de Bernhard, su asistente le permitió pasar, Bernhard la esperaba con Sebasthian. — Brenda, hermosa —Dijo Bernhard, Sebasthian sonrió al verla—, ¿dónde está el látigo? —En mi habitación, vamos. —Otro día cariño, te llamé porque Sebasthian quiere hacerte una propuesta y es muy buena para ti.— ¿Qué será?, los escucho.Sebasthian intervino.— Discovery, vendrán a Margarita, a filmar en la construcción del hotel, el productor y yo nos conocemos hace tiempo, me comentó de un programa dirigido a la mujer, salud, dietas ejercicios físicos, me tomé e