Parándose al lado del sofá en el que estaba acostado Luka, junto a Alexis, Nikolai se quedó en silencio. Muy pocas veces había podido ver a un omega en celo, tan solo a su madre o a algún sirviente en su hogar, pero siempre que sucedía su padre solía tomarlo y llevarlo a la casa de uno de sus amigos por un par de horas o incluso un par de días. Así que estar junto a Luka por primera vez y de esa forma, no podía hacer más que sorprenderse.

Pero aun cuando no lo deseaba, oliendo las dulces feromonas que Luka soltaba por todo el lugar, Nikolai no pudo evitar reaccionar ante este, ya que su alfa le ordenaba toma a ese omega que olía tan delicioso y estaba tan indefenso.

“Idiota, deja de ponerte caliente pensando en mi omega” Reclamó Alexis muy enfadado, dándole un golpe en el brazo a su primo, dándose cuenta de que estaba mirando lascivamente a Luka.