Esbozando sonrisas falsas, Alexis recibió los comentarios y palabras halagadoras de esas personas a su alrededor, una multitud, quienes solo querían llenarlo de palabras vacías y llenas de aprecio para intentar ganar su estima.

¿A quién no le gustan los halagadores? Alexis por lo general siempre estaba gustoso de recibir a sus súbditos, personas de su manada quienes iban a halagarlo o simplemente a pedir favores, Alexis sabía que ese eres su deber como líder, y estaba bien con ello.

Sin embargo, en ese mismo instante, Alexis quería olvidar sus deberes como líder, ya que solo podía pensar en una persona específica que estaba en ese mismo sitio: Luka.

Su adorado omega, el cual había sido herido frente a sus ojos, por ese mismo alfa irritante al cual Alexis había llegado a querer asesinar.

Así como todos los demás que estaban al frente del sal&oacu