Pongo una flor en el ataúd mientras veo como los empleados del cementerio comienzan a cumplirlo con tierra, muchos me dan el pésame por lo cual me recompongo y me prohíbo llorar, no puedo mostrarme débil, no ahora que mataron a mi hermano y a su esposa.
Es difícil y más cuando me recrimino por perder la comunicación con Leonardo. Pensé que era un idiota por buscar la salida de este mundo, por querer una vida mejor. Pero al parecer fue feliz se casó y tuvo una hija, hasta que dos imbéciles le dispararon a él y a su esposa en su casa, su pequeña hija de tan solo seis años estaba en la escuela por lo tanto es la única sobreviviente y ahora es mi responsabilidad.
Cuando veo que las personas se alejan y regresan a su casa me permito ver más de cerca a la pequeña, uno de mis chicos la trago hasta aquí, apenas si tuve tiempo de verla porque ni siquiera sabía que existía. Es algo que me duele porque es una confirmación de lo separado que estaba de Leonardo.
Cuando cruzo la puerta de mi departamento para irse le dije que no volviera, fue la última vez que lo vi y el último recuerdo que tengo de él es de mí gritándole que era un idiota. Él quería otra vida pero yo quería el ser puto jefe, me quede al lado de mi padre hasta que murió y tome su lugar en la organización, un gran logro para mi corta edad, solo me falto tener a mi hermano a mi lado y fui un idiota por no buscarlo. Ahora he pagado el duro precio de esta vida.
Me agacho para quedar a la altura de la niña. Tiene el cabello rubio y unos hermosos ojos verdes, pobre Leonardo esta niña se parece a su madre, supongo porque tampoco la conocí. La pequeña mira la tumba de sus padres, tiene lágrimas en su linda cara que trato de limpiar con mi mano.
—Hola Angélica. ¿Sabes quién soy?—
La pequeña mueve su cabeza de forma confirmatoria.
—Eres el tío Gio, el hermano de mi papá—trato de sonreír.
A pesar de lo bastardo que fui con Leonardo, el por lo menos intento hablarle de mi a su hija lo sé por las fotos de la familia que había en su casa. Había fotos por todos lados de mamá, papá, Leonardo y yo. La casa era pequeña pero acogedora se notaba que era un hermoso hogar. Todo se veía como una casa normal, excepto por las manchas de sangre en la sala de estar que fue donde mataron a Leonardo y a su esposa Lucia.
—Así es pequeña y ahora vivirás conmigo— dije.
—Mi padre dijo que tú me protegerías si el ya no estaba— veo al pequeño ángel y siento como varias lagrimas salen de mis ojos todo el dolor que contuve lo suelto.
Siempre me culpare por esto porque si hubiera ayudado a mi hermano a ser su vida fuera del bajo mundo tal vez el hoy estaría vivo tendría a su esposa y a su hija, pero ya no hay nada que pueda hacer solo cumplir la promesa que le hice a mi hermano en su ataúd que cuidaría de su hija y la defendería con mi vida.
—Así es pequeña, estas a salvo conmigo—
Dos años después.Los sonidos de pequeños pies golpeando el piso de madera es lo que me despierta, me pongo unos jeans y una camisa y voy en busca de la pequeña diablilla.Han pasado dos años desde que me convertí en el tutor legal de Angélica y puedo asegurar que mi vida cambio completamente desde que llego la pequeña. Lo principal fue la casa tuve que cambiar todo, ya no más armas y drogas cerca, no más mujeres que fue lo más difícil de hacer pero era necesario, esas mujeres pueden ser unas locas y siempre siente que tienen alguna propiedad sobre ti. Cosa que no quería cerca de Angélica, por lo tanto tuve que cambiar mi forma de vida y adatarla a ella.Pero no me arrepiento, esa niña ha sido un Ángel en mi vida, lo único que me queda de mi hermano. Y planeo tratarla como el tesoro que es.Veo su pequeña
Seis años después Angélica. Veo que las lucen están apagadas, lo que significa que todos están durmiendo. Muy posiblemente estén algunos soldados vigilando el patio y el exterior de la casa. Pero los que están adentro deben estar descansado, sonrió esto será muy fácil, voy a la parte trasera de la casa, miro a los lados y cuando no veo soldados, subo silenciosamente la escalera que va directo a la ventana de mi habitación. Una vez ahí suspiro aliviada. Hasta que la puerta de mi habitación se abre y se entiende las luces, mi tío Gio aparece y con solo verlo sé que está enojado. Otra vez estoy en problemas. M****a, nunca me puedo escapar sin que me atrapen. —Hola tío— sonrío de forma inocente. Aunque como dice mi tío, llevo el diablo por dentro. —No puedo creer que después de la última vez, te volvieras a escapar—niega con la cabeza—Esto no puede seguir Angélica, no puedes salir sin un guardaespaldas y lo sabes muy bien— —Estoy cansada de que me sigan a todos lados—refunfuño odi
Angélica Seguí a mi tío Paolo hasta la boutique. Era la quita a la que íbamos, me sorprendió que me trajera a un centro comercial pero no me iba a quejar hasta ahora habíamos ido a la mayoría de las tiendas y comprado un montón de cosas.— ¿Qué te parece este vestido?—dije mirando a mi tío Paolo mientras sostenía un hermoso vestido verde con escote corazón.—Se verá magnifico en ti—rio—Aunque estoy seguro de Gio lo odiara—Eso significa que tengo que comprarlo.Después de ir a esa tienda de ropa. Mi tío Paolo me llevo a una de computadoras con la excusa de que quería comprar una nueva. Lo cual me encanto, amaba la tecnología y la idea de comprar una nueva y más avanza era algo que de verdad iba a aprovechar. Después de todo, por algo estaba es
Gio —Todo está hecho—dijo Paolo.—Bien—dije mientras buscaba una de mis botellas de whisky serví dos tragos y le di uno Paolo.—Por lo menos ya no tendremos a esa rata por ahí—Alonzo Giordano firmo su sentencia de muerte conmigo cuando me traiciono. El muy idiota pensó que era fácil robarme haciendo negocios conmigo, tubo el mismo final que le pasa a todos los que se meten con la familia. Pero no solo me molesto que me robara, sino que cuando las cosas se empezaron a poner mal decidiera llamar a la policía, lo cual fue su mayor error. David, el jefe del departamento de policía, el mismo lo trago hacia mí.— ¿Cómo te la pasaste con Angélica?—pregunte mientras me recostaba en el respaldar de mi asiento.Paolo rio—Esa chica es un encanto, hiciste un buen trabajo criándola—<
Me levanto entusiasmada por comenzar el día. Hoy por fin podre regresar a la universidad, claro a una nueva es ilógico para mí tener que cambiar de universidad en mi tercer semestre, pero supongo que es mejor a estar más avanzado. Mi tío Gio me prometió que ya no intentaría volver a cambiarme lo cual me relaja, pero a la vez sé que en el mundo en que vivimos todo es incierto.Me pongo una falda de color negra con una camisa abotonada de color roja, la cual es manga larga y unos tacones negros, decido dejar mi cabello suelto y así bajo a desayunar, aunque sé que voy a recibir un buen sermón por mi atuendo de parte de mis tíos quienes no estarán muy felices de verme vestida así.Y no me equivoco a penas mis tíos me ven se quedan mirándome detenidamente, pero es mi tío Gio quien más frunce el ceño ante mi atuen
GioMe gustaba hacer este tipo de trabajos, en especial para calmarme cuando tengo muchas ideas en mi cabeza y me estreso. Puede que sea una locura, pero tortura a una persona puede ser un gran estimulante, claro dudo que eso piense Alan, el hombre que ahora es mi víctima, se retuerce y grita de dolor en su silla mientras corto otro dedo de su mano, ya van cuatro dedos en su mano derecha, la izquierda está completa, supongo que hare algo para resolver eso.—Por favor, tengo una hija no me mates—ruedo los ojos porque siempre que una persona está en una situación así comienza a decir estupideces.—Alan, Alan— comienzo alejando mis herramientas para tomar un descanso y mira al bastardo que tengo en frente— creo que tu esposa e hija estarán mejor sin ti, ya no tendrán que soportar a alcohólico que las esté golpeando— esa era la
Angélica Despierto la mañana siguiente, con una sonrisa. Puede ser raro lo que sucedió con mi tío anoche, pero me demostró lo cercanos que somos en realidad. Recibo mi teléfono viendo un mensaje de Dante.Estoy libre hoy ¿que te parece una salida al casino de siempre?Ir al casino no era una mala idea, hace tiempo que no lo hacía y memoria por seguir en el juego. Me gusta el juego, nunca llego al punto que no puedo parar. No tengo ludopatía, todo lo contrario con el método que uso con las matemáticas esto me permite saber si una jugada es buena o mala, permitiéndome ganar. Decido responder al mensaje de mi tío.Suena bien. ¿Puedo llevar a una amiga?Sigo pensando que Mónica necesita salir más y conocer a más personas para aumentar su confianza en sí misma. Tal vez no me deberí
Angélica —Te verás sexy con este vestido—le dije a Mónica mostrándole el vestido rojo, no era corto y revelador. El vestido en si era elegante de una forma sexy porque estoy segura de que cuando Mónica se lo pruebe resaltara sus hermosas curvas.—Pensé que iba ser peor pero no esta tan mal—dice aceptando el vestido y yendo directo al baño para poder cambiarse.Este día resulto ser mejor de lo planeado, al principio Mónica estuvo muy renuente a los cambios como dejar de usar sus lentes de montura anticuadas o aprender a maquillarse. Pero le asegure que todo esto era para que toda la belleza interna y su gran corazón también se pudieran ver reflejados por fuera. Ahora siento que ha ganado mucha confianza en sí misma y que ha dado un fuerte paso para cambiar su vida.Cuando sale del baño con el vestido puesto abro la boca, se v