Angélica
Seguí a mi tío Paolo hasta la boutique. Era la quita a la que íbamos, me sorprendió que me trajera a un centro comercial pero no me iba a quejar hasta ahora habíamos ido a la mayoría de las tiendas y comprado un montón de cosas.
— ¿Qué te parece este vestido?—dije mirando a mi tío Paolo mientras sostenía un hermoso vestido verde con escote corazón.
—Se verá magnifico en ti—rio—Aunque estoy seguro de Gio lo odiara—
Eso significa que tengo que comprarlo.
Después de ir a esa tienda de ropa. Mi tío Paolo me llevo a una de computadoras con la excusa de que quería comprar una nueva. Lo cual me encanto, amaba la tecnología y la idea de comprar una nueva y más avanza era algo que de verdad iba a aprovechar. Después de todo, por algo estaba estudiando informática.
—Sabes me gustaría saber qué haces todo el día en tu habitación—mire a mi tío y me encogí de hombros no sabía si quería responder eso.
—Solo estudio, leo y me la paso en la computadora— y a veces por diversión puedo hackear algunas computadoras, en especial la de mi tío Gio.
—Tengo el presentimiento de que haces cosas que no quieres mencionar—dijo.
—Bueno también me gusta molestar a mi tío Gio—dije por lo cual rio.
—Sé que Gio puede parecer un loco controlador—me dio una mirada de simpatía—Pero todo que hace es para protegerte Angélica, después de la muerte de tus padres tú te volviste lo más importante para el—
Entendía lo que me decía mi tío Paolo. Desde que era pequeña y me quede al cuidado de mi tío Gio he sido muy unida a él. Siempre estábamos juntos, pero últimamente eso había cambiado y no estaba nada contenta por eso.
Me gusta molestar a mi tío. Pero creo que hago eso por lo dolida que estoy por la manera en que me trata, no es su manera exagerada de protegerme sino la distancia que interpuso entre nosotros.
—Se todo eso—suspire—Pero a veces siento que mi tío Gio me aleja—
—Los dos podrían sentarse hablar de eso en vez de pelear todo el tiempo—dijo Paolo.
—Por mí no hay problema—dije—Pero Giovanni Moretti es el hombre más terco que conozco—
—Todavía puedes intentarlo—dijo.
Elegimos lo que queríamos comprar y luego como siempre mi tío Paolo pago por todo, aun cuando le dije que perfectamente podía pagar mis cosas. Pero no me quejo es bueno a veces recibir regalos.
— ¿Qué tal si vamos a comer algo?—pregunto mi tío Paolo, solo asistí.
No fue una sorpresa que me llevara a un restaurante italiano, todos los hombres que conozco de la familia Moretti se sienten orgullosos de su herencia italiana. En especial si de comida hablamos, mi tío Gio me enseñó a cocinar las recetas de su mamá, todas comidas italianas y es una de las cosas que más adoro. Mis mejores recuerdos de niña es cocinando con mi tío Gio.
Cuando entramos al restaurante una mujer de unos cincuenta años salió a nuestro encuentro, tenía el cabello rubio y unos hermosos ojos marrones. Sonrió cuando nos vio y fue directo a abrazar a mi tío Paolo. Lo cual es un indicativo de que mi tío suele venir seguido por aquí.
—Paolo que bueno verte—dijo la señora animadamente.
—Lo mismo dijo Alessia—contesto mi tío Paolo.
—Veo que vienes con compañía— los dos me miraron con una sonrisa.
—Esta es Angélica, es hija de Leonardo—me sorprendió que mi tío mencionara a mi padre, pero fue más sorprendente que la señora, Alessia me abrazara.
—Lo siento querida—se excusó cuando me soltó— Pero es como tener a mis chicos de nuevo—nos guio a una mesa un poco más apartada del resto. Cuando nos dejó solos mire a mi tío Paolo en busca de repuestas.
—Solíamos venir aquí cuando éramos jóvenes siempre éramos Leonardo, Gio y yo—dijo—Siempre veníamos después de clases—
Mi tío Gio nunca me había contado nada de eso y ahora que lo pienso tocar el tema de mi padre es muy delicado. No solemos hablar mucho de eso pero más allá de su muerte y de la forma en que murió. Mi tío no le gusta hablar nada que le recuerde a mi padre, creo que a pesar del tiempo no ha podido superar el dolor de su muerte. Pero no puedo culparlo porque yo tampoco he podido superar lo que paso con mis padres.
—No sabía eso—dije.
—No me sorprende—suspiro—A veces hablar de Leonardo es difícil para Gio. Pero supongo de igual manera los buenos recuerdos son más fuertes porque a pesar del tiempo visita este lugar ocasionalmente—
Alcé una ceja. Eso era algo nuevo.
— ¿Vienen aquí seguido?—
—Si además de la comida y la buena atención de Alessia. Este lugar tiene una parte de nosotros—
Después de esa conversación Alessia se acercó para ver si habíamos decidido que pedir. Por mi parte me decidí por una pizza grande de champiñones y una ensalada de acompañamiento, mi tío Paolo pidió lo mismo pero sin la ensalada.
—Por lo visto tienes buen apetito—dijo mi tío Paolo.
—Se apreciar una buena comida—respondo lo que hace que ría.
Pero la verdad es que hubo un pequeño momento cuando tenía quince años en que me importaba mucho mi peso. Calculaba cada caloría de mis comidas, a veces ni siquiera era capaz de digerir bocado por el miedo de engorda. Quería parecerme a las chicas de mi clase, pues todas eran más delgadas que yo. Lo cual no es nuevo siempre he sido curvilínea, pero creo que en ese momento sentí mucho la diferencia.
Deje de comer por un tiempo, pensé que nadie que se daría cuenta, que equivocada estaba. Mi tío Gio como siempre descubrió mi secreto y no le gusto para nada. Me sentó en una mesa llena de comida, mi favorita y me obligo a comer cada bocado no se movió de su sitio hasta que ya había terminado. Después me dijo claramente que era hermosa, que no tenía por qué intentar parecer algo que no era. Pero sobretodo me dijo que tenía que aprender a aceptarme como era sin importarme la opinión de los demás.
Fue algo que me cambio, nunca más volví a despreciar nada de comida. Pero sobretodo aprendí a quererme y a respetar mi cuerpo. Ya no me esfuerzo por bajar de peso como antes sino que acepto cada una de mis curvas.
Mi tío Paolo y yo comimos en silencio pero no fue incomodo, lejos de eso había sido algo muy agradable. Antes de irnos nos despedimos de Alessia, quien nos dio un gran abrazo y nos hizo prometer que volveríamos pronto.
Lo cual hare con mi tío o sin él. No solo comida es buena sino el trato de la gente es maravilloso. Me encanta poder entender porque a mi padre le gustaba venir aquí.
Decidimos dar por terminada nuestra salida. Así que regresamos a casa. Fui de inmediato a mi habitación para ordenar las cosas que había comprado, no solo la ropa y los libros, sino que me senté un rato en mi escritorio para hacer algunas cosas con mi computadora nueva. La cual es mucho mejor que la otra que tenía, lo cual significa que hare muchas cosas con ella. Cosas que si mi tío Gio supiera estoy segura que le daría un ataque.
Estaría furioso.
Pero no tiene por qué enterarse de que tengo un trabajo como hacker. Ni mucho menos lo que hago, al final no lo está afectando.
Después de estar un tiempo en mi habitación decido bajar para ver a mis tíos. Como no los encuentro en ningún lado asumo que deben estar en la oficina de mi tío Gio, nadie que pueden entrar a su oficina sino es porque tenga una invitación de mi tío. Y por supuesto esa regla va para mí. Como si no supiera de sus negocios sucios.
Me siento en el enorme sofá de la sala de estar y tomo el control remoto, encendiendo la televisión. Comienzo a pasar canal por canal para decidir que quiero ver. Pero algo llama mi atención. En el canal de noticias están mencionando la muerte de un hombre, el cual curiosamente conozco. Sé que ha venido a la casa antes, mi tío me dijo que era un socio suyo.
Y ahora está muerto.
No sé si lo hizo mi tío. Si el tipo lo traiciono de alguna forma, sin dudas algo tiene que ver pero también puede que alguien mas lo haya matado no lo sé y tampoco es como si me fueran a decir. No importa lo que haga mi tío nunca me meterá en sus negocios.
Pero bueno no significa que yo no pueda hacer algunos movimientos para enterarme de lo que sucedió.
Gio —Todo está hecho—dijo Paolo.—Bien—dije mientras buscaba una de mis botellas de whisky serví dos tragos y le di uno Paolo.—Por lo menos ya no tendremos a esa rata por ahí—Alonzo Giordano firmo su sentencia de muerte conmigo cuando me traiciono. El muy idiota pensó que era fácil robarme haciendo negocios conmigo, tubo el mismo final que le pasa a todos los que se meten con la familia. Pero no solo me molesto que me robara, sino que cuando las cosas se empezaron a poner mal decidiera llamar a la policía, lo cual fue su mayor error. David, el jefe del departamento de policía, el mismo lo trago hacia mí.— ¿Cómo te la pasaste con Angélica?—pregunte mientras me recostaba en el respaldar de mi asiento.Paolo rio—Esa chica es un encanto, hiciste un buen trabajo criándola—<
Me levanto entusiasmada por comenzar el día. Hoy por fin podre regresar a la universidad, claro a una nueva es ilógico para mí tener que cambiar de universidad en mi tercer semestre, pero supongo que es mejor a estar más avanzado. Mi tío Gio me prometió que ya no intentaría volver a cambiarme lo cual me relaja, pero a la vez sé que en el mundo en que vivimos todo es incierto.Me pongo una falda de color negra con una camisa abotonada de color roja, la cual es manga larga y unos tacones negros, decido dejar mi cabello suelto y así bajo a desayunar, aunque sé que voy a recibir un buen sermón por mi atuendo de parte de mis tíos quienes no estarán muy felices de verme vestida así.Y no me equivoco a penas mis tíos me ven se quedan mirándome detenidamente, pero es mi tío Gio quien más frunce el ceño ante mi atuen
GioMe gustaba hacer este tipo de trabajos, en especial para calmarme cuando tengo muchas ideas en mi cabeza y me estreso. Puede que sea una locura, pero tortura a una persona puede ser un gran estimulante, claro dudo que eso piense Alan, el hombre que ahora es mi víctima, se retuerce y grita de dolor en su silla mientras corto otro dedo de su mano, ya van cuatro dedos en su mano derecha, la izquierda está completa, supongo que hare algo para resolver eso.—Por favor, tengo una hija no me mates—ruedo los ojos porque siempre que una persona está en una situación así comienza a decir estupideces.—Alan, Alan— comienzo alejando mis herramientas para tomar un descanso y mira al bastardo que tengo en frente— creo que tu esposa e hija estarán mejor sin ti, ya no tendrán que soportar a alcohólico que las esté golpeando— esa era la
Angélica Despierto la mañana siguiente, con una sonrisa. Puede ser raro lo que sucedió con mi tío anoche, pero me demostró lo cercanos que somos en realidad. Recibo mi teléfono viendo un mensaje de Dante.Estoy libre hoy ¿que te parece una salida al casino de siempre?Ir al casino no era una mala idea, hace tiempo que no lo hacía y memoria por seguir en el juego. Me gusta el juego, nunca llego al punto que no puedo parar. No tengo ludopatía, todo lo contrario con el método que uso con las matemáticas esto me permite saber si una jugada es buena o mala, permitiéndome ganar. Decido responder al mensaje de mi tío.Suena bien. ¿Puedo llevar a una amiga?Sigo pensando que Mónica necesita salir más y conocer a más personas para aumentar su confianza en sí misma. Tal vez no me deberí
Angélica —Te verás sexy con este vestido—le dije a Mónica mostrándole el vestido rojo, no era corto y revelador. El vestido en si era elegante de una forma sexy porque estoy segura de que cuando Mónica se lo pruebe resaltara sus hermosas curvas.—Pensé que iba ser peor pero no esta tan mal—dice aceptando el vestido y yendo directo al baño para poder cambiarse.Este día resulto ser mejor de lo planeado, al principio Mónica estuvo muy renuente a los cambios como dejar de usar sus lentes de montura anticuadas o aprender a maquillarse. Pero le asegure que todo esto era para que toda la belleza interna y su gran corazón también se pudieran ver reflejados por fuera. Ahora siento que ha ganado mucha confianza en sí misma y que ha dado un fuerte paso para cambiar su vida.Cuando sale del baño con el vestido puesto abro la boca, se v
Angélica Siento un enorme dolor de cabeza cuando me despierto en la mañana, me siento cansada y los recuerdos de lo que hice anoche me invaden. Pase toda la noche apostando y bebiendo como si mi vida dependiera de ello, incluso Mónica intento detenerme en varias ocasiones pero la termine arrastrando conmigo.Me sorprendo cuando me doy cuenta que estoy en la habitación de mi tío Gio. Comienzo a preguntarme mentalmente como llegue aquí hasta que el recuerdo de anoche me invade, aumentando mi dolor de la cabeza. Me levanto de la cama para buscar una píldora para el dolor de cabeza, pero me sorprendo aún más cuando veo que estoy en ropa interior, busco mi vestido hasta que lo encuentro y me lo coloco.Me dirijo hacia mi habitación donde de inmediato voy al baño para tomar una ducha y poder cambiarme de ropa. Después busco entre mis cosas hasta que encuentro una caji
AngélicaNunca le he tenido miedo a mi tío Gio, puede que el gran Giovanni Moretti fuera considerado para todos los que trabajan con él un demonio, lucifer como muchos le llaman, el diablo mismo pero a mí nunca me dio miedo. Y sigue sin darme miedo porque sé que nunca me haría daño.Pero hoy aprendí que mi tío está dispuesto hacer lo que sea para garantizar mi protección, ahora sé que está dispuesto a matar a quien sea que me ponga en peligro.Estuve como lo loca por dos días preguntándome como sería el castigo que le abría implantado a Dante. Tenía miedo pero me tranquilice pensando estúpidamente que el sería incapaz de hacerle daño a su mejor amigo. Niña tonta. Cuando Dante apareció dos días después para entregarle algo a mi tío G
Angélica No tome muy enserio lo que dijo mi tío Gio. Nunca ha querido que participe en los negocios sucios de la familia, involucrarme siempre ha estado prohibido a pesar de que muchas veces he anhelado poder demostrar mi valía y demostrar que soy una Moretti. Pero se lo que significa entrar en el negocio, es un camino sin salida una vez que estas dentro vives con las consecuencias. Es un camino donde los fuertes son los que pueden sobrevivir y pensé que nunca se me permitiría la entrada a menos que típicamente me casara con un soldado de confianza de la familia.Pero cuando mi tío Gio vino personalmente a despertarme en la mañana, quedo claro que había tomado una decisión. Pero con el fuerte dolor de cabeza que traía por las bebidas de anoche pensé incluso que era una ilusión verlo moviéndome y diciendo que me despertara.— ¿Qu&