Con aquella sorpresa, enterarse de ese modo en casa de su madre, hace días que fue a la casa y no ha vuelto a ver a su mamá porque ha estado muy ocupado en el trabajo, han vuelto las invitaciones y de algún modo la fama.Alejandro no ha sabido de Olivia nada, hablo hace un segundo con su amigo Miguel sobre ella, claro, decidiendo él que dejara que las cosas sigan su rumbo.—Llegaste temprano.Alejandro voltea, dejando de pensar en la conversación que tuvo con su amigo Miguel, al ver que es su compañera de trabajo Raquel, quien hace unos días comenzó a trabajar en el restaurante.—Hola Raquel ¿Cómo amaneciste?—Excelente.—Vienes con mucho ánimo. —le dice Alejandro, volviendo a sus anotaciones.—Sí, puedo contarte.—Claro.—Vendrá a la ciudad mi padre, y hace mucho que no nos hemos visto, es por eso que pedí permiso al jefe de salir temprano.—Está bien, no te preocupes. —le dice Alejandro.Raquel es una joven de 23 años con pecas y pelirroja, que le ha hablado mucho de su padre que es
Alejandro salía algo tarde de trabajar, en ocasiones se quedaba preparando algo para cenar ahí mismo, para solo irse a casa a dormir.Mientras caminaba a casa, miraba los pocos autos en las calles, las luces de la ciudad, todos los días era así, se disponía a llegar a casa entrar y solo quedar en bóxer, era la forma en la que dormía siempre, no importaba si hacía calor o frio y solo se quedaba dormido.Ya muy temprano despertaba tomando un baño, para después volver al trabajo, ese se había vuelto su rutina trabajo, casa y dormir, había dejado sus hobbies por ahora, eso sí en su casa tenía un jardín sencillo, pero muy bonito, diferente al de su casa de Leima.No había vuelto a Leima, pero claro recibía llamadas de Héctor, Enrique y en ocasiones de Javier, igual de su madre o de Ignacio, hasta de la niña Karina, eso le hacía pensar en su propio hijo que realmente en ambos pensaba, claro que los busca y los piensa.En eso, está llegando al trabajo cuando ve a Raquel con un señor ya grand
Salió de casa con Tobi y Sebastián, quien vino a visitarla para ir a la escuela por Alexander, en eso se encontró con Maribel quienes se saludaron, ya después le entrego la mochila de su hijo que se encuentra cargando a la espalda su amigo, se escucha el timbre sonar y salen todos los niños.—Mamá. —dice fuerte Alexander.Yendo a abrazar a Olivia, y saludar a Sebastián, los tres se dirigen a casa.—Te divertiste en la pijamada.—Si mamá, vimos película, comimos pizza y jugamos.Mientras Alexander decía esto y ellos escuchaban, mientras Sebastián hacia algunas preguntas, las cuales contestaba él niño, hasta que llegaron a casa los tres, se disponían a poner la mesa para después comer.Sebastián había llegado antes que hayan ido por Alexander a la escuela, estuvieron conversando de trabajo, amigo, familia y el viaje que hará él, y que no estará por algunos días.—En serio felicidades, entonces hay la posibilidad de que te quedes haya. —le dice Olivia, entendiendo que es posible que se q
Ya habían desayunado en unas horas, iría a dejar a Alexander a la escuela, él había subido hasta su cuarto por la sudadera de la escuela, de nuevo tenia educación física.—Alexander, ya debemos irnos.Él va bajando las escaleras, los dos se van de la casa caminando a la escuela.—Mamá, vamos ir con Sebastián a ese lugar de comida.—Sí, Sebastián va a venir por nosotros.—Sí, sí, sí. —repite él.Llegan a la escuela y los dos se despiden con un beso, para volver a casa una vez que ve que su niño entra a su escuela y solo volvió a casa, pensando algunas cosas que debe estar haciendo, primero trabajar algo que se encuentra haciendo.Por qué Olivia debía salir a comprar cosas, ya que viene noviembre y viene la celebración que es uno de los favoritos de Alexander en celebrar, más por la vez que su cumpleaños fue celebrado con disfraces, y que ha intentado convencerla que sea de nuevo, algo que ella aun no acepta.Termina de trabajar y sale de casa, prefiere irse caminando solo llevando la b
Fueron rápido a la tienda de disfraces, dándose cuenta Alejandro del rostro del niño anonadado con una sonrisa.—Él está bien, le encantan los disfraces y es su celebración favorita, día de muertos.—Se nota.Alejandro se encuentra esperando, y el niño a su lado igual que él esperando, mientras Inés mira algunas decoraciones de miedo, un chico trajo las cosas que había cobrado Alejandro, él niño solo se le quedaba viendo al decir:—Para que son.—Voy a decorar mi casa de mucho miedo.—Mi mamá también lo hace.—A sí, eso es genial, vas al auto.De repente van para salir de la tienda de disfraces, y nota Inés que Alexander va de la mano de Alejandro, algo que ve ella muy tierno, solo vuelven al auto para ir a ese hospital.—Sí, estamos cerca. —dice Inés al teléfono.En eso llegan a lo que se estaciona y bajan del carro, Alexander esta por sacar su mochila.—Alexander, deja la mochila ya luego vienes por ella.El niño hace caso y cierra la puerta, al ir de la mano con Inés, ya estaban ll
Susana dejo las bebidas para ellos dos, miro a los dos que se encontraban callados, pero agradeciendo, ambos veían que él tenía la mitad de su remanada comida y en su plato, que había sido de ella y Olivia su rebanada casi acabada, los dos se encontraban hablando de Alexander.—Es todo, necesitan algo. —dijo Susana, viendo que la usaban como la chacha de la casa.—No gracias. —le respondió Olivia.Igual Alejandro negó con la cabeza y agradeció.—Bueno, cualquier cosa estoy en el cuarto, gusto en conocerte Alejandro.—Igual para mí.Ven que Susana se va subiendo las escaleras.—Ella vive aquí con ustedes. —le dice Alejandro.—No vive con nosotros, solo se queda uno que otro día a dormir.Alejandro solo mueve la cabeza, y sigue preguntando sobre hace cuanto vive aquí.—Nos buscaste en la casa anterior.—Sí y una pareja de novios ya vivía ahí.—No lo sabía.—Tarde en encontrarte.—Eso veo, pero que pequeño es el mundo, teniendo amigos en común.—Igual, yo nunca imagine que conocieras a I
Despedían a Alejandro en la puerta, Alexander ya había cenado, se encontraba en pijama y ya después se despidió de Alejandro.—Volverá cierto.—Si Susana está aquí siempre me parece.—¿Te parece? —pregunta ella.—Sí, porque hablemos de lo serio, sé que eso cambiara sus sentimientos hacia mí.—No tienes planeado escucharlo.—Si lo escuchare su lado de la historia, ya veremos qué es lo que pasa, por ahora mantendremos una relación tranquila sin ser algo más serio.—No crees volver con él.—Para nada, olvidas que es mi primo, aunque él me diga que me sigue amando, debe entender que no es nada posible que estemos juntos y lo único que agradezco, es que mi hijo se encuentra bien.Susana no quiso decir más, porque ahora que las dos no se han visto, ella de alguna forma por sus contactos descubrió gran parte de la verdad, que no ha querido decir ni mencionar, porque sabe que ella no es la indicada de decirlo, sino el propio Alejandro, a lo que dice:—Pues tendrás a los dos en tu casa.—¿Cómo
—Alexander, quien te dio eso.—Alejandro.—A ver enséñamelo.Alexander le paso la caja del juguete que continuaba en la caja, al leer que es de los dinosauros de una película que hace poco vieron.—Ya le distes las gracias a Alejandro.—Si mamá.Olivia solo asintió.Al estar la comida lista que ya había preparado Alejandro, es como ya se encontraban en la mesa para comer, todos lo disfrutaron, Olivia escuchaba la conversación de ellos.—Cuando quieras venir disfrutarías mucho los platillos del restaurante.—Gracias. —agradece Sebastián.Había comenzado a hablar Sebastián, comentado al otro de su trabajo de fotógrafos entre otras cosas, que hasta ahora lo descubre Olivia.—En serio que trabajas en eso también.Hace un momento lo que Sebastián había comentado, hace un rato es que también trabaja en una disquera de música.—Cómo crees, eso es genial Sebastián, nunca lo mencionaste.—Lo sé, lo que sucede es que me encontré con un amigo y como es el dueño de esa disquera, y estaba buscando