Por SergioMiro mi celular, que sin dudas estaba apagado, me resulta interesante escuchar todo sobre Candela y ni yo comprendo por qué. -Algo le dijo mi mamá a mi tía, al parecer escucharon que ella le hizo pagar a mi papá el aborto y el bebé era de otro hombre.-¿Era una puta?-Supongo, eso le decía mi mamá a mi tía, que por una puta roñosa destrozó nuestras vidas y le decía que Edgardo le seguía jurando que la amaba, que él sabía que ese bebé no era suyo, que si era, se hubiese hecho cargo, pero que solo quería estar con nosotros, a veces me da lástima, pero debe ser doloroso para mi mamá.-Te juro que si algo así me pasa a mí, soy capaz de agarrarlo de los pelos.-Sí…yo también…pero aunque lo llame Edgardo, lo hago solo para molestar, quisiera que todo eso no hubiese pasado y que él viva con nosotros, mejor dicho, seguir viviendo en mi casa.-Te entiendo amiga.-Te juro que aunque le dije a mi mamá que no permita que la bese después de que fue una cornuda, me arrepentí, quiero que
Por EvangelinaEstoy mal, por un lado muero cada noche en la que estoy sola, doy vueltas en la cama y no consigo conciliar el sueño hasta bien entrada la madrugada, luego por la mañana me cuesta horrores levantarme.Siento que estoy caminando por la vida arrastrando una inmensa bolsa, de esos bolsones que tienen arena, que de por sí no se pueden mover, pero en lugar de arena lo que arrastró son cascotes, piedras, que me van frenando y no logro dar un paso, solo cansarme, agotarme y lastimarme.Así es mi vida desde esa maldita noche en que descubrí que mi marido me era infiel, en realidad, debía ser así desde que Edgardo eligió a otra mujer.Mil veces me pregunto cómo será, qué es lo que le pudo haber atraído tanto que cedió ante la tentación.Yo lo amo, siempre sentí una paz terrible por estar con él, sentí que éramos una pareja que había conseguido un equilibrio perfecto desde el primer instante.Lo creía mío, sin dudar.Ahora pasa el tiempo, los días los meses y yo sigo torturándome
Por Evangelina -Te juro que me están incomodando estas dos.Me dice Ingrid por lo bajo.-Estoy de acuerdo.Le contesto normal.-¿Candela se queda a dormir en la casa de Nahiara?-Sí, ¿Te acordás cómo disfrutamos nosotras cuando hacíamos eso?-Sí, aunque al otro día, si teníamos clases, estábamos muertas de sueño, porque apenas dormíamos.Sonreímos recordando los tiempos de nuestra adolescencia. -Sí, definitivamente es un infeliz, pero por suerte me pagó todos los gastos de la clínica y me llevó a una buena, no como la otra vez, que el otro infeliz me dio lo justo y caí en un lugar que era una carnicería, él hasta se quedó para acompañarme, se quería asegurar que me lo iba a sacar, aunque hacía bastante que me había cortado, hasta me acompañó a mi departamento y me dejó algo de dinero, estaba mal, creo que no esta de acuerdo con los abortos, y aunque no cree en mí y en ese momento él me aclaró que lo hacía solo por empatía, que palabra de mierda, no sé bien que quiso decir, pero era
Por Evangelina-Hola cielo, pensé que no estabas, porque no está el auto, ¿Qué sucedió?Pregunta Edgardo, apenas entra a mi casa, mientras se acerca y besa mis labios, y como yo no me corrí, él profundizó el beso.Estoy nerviosa por el choque y aunque me ocupé de todo yo sola, es que si estoy apta para manejar y sacar registro, y hacer todos los trámites correspondientes al vehículo, no puedo dejar que él se ocupe de la situación, cuando yo tengo un siniestro vial.Eso no quiere decir que no esté nerviosa ni vulnerable.Lo estoy y mucho, a eso se le suma las dos estúpidas cuyo trabajo era el de ser amantes, el de buscar a hombres ajenos, claro que para que ellas se dediquen a eso, tienen que tener, del otro lado, a hombres que les hagan caso y que sean seducidos por ellas o que directamente no respeten a sus familias y busquen afuera de sus hogares distracciones extras.Me apena el último hombre que estuvo con la mujer que era platinada, definitivamente sentía pena por su situación, e
Por EvangelinaLavé los platos y acomodé la cocina, luego serví dos cafés.Estaba nerviosa, tal vez esperando que Edgardo me dijera que se quería quedar a dormir y por supuesto estaba intranquila, es que la fea sensación al escuchar a esas dos mujeres, no me la pude sacar del todo.Llamé por teléfono a Candela, para saber cómo estaba y para desearle buenas noches.Edgardo no se había vuelto a acercar y por supuesto, yo no le iba a dar ninguna señal, pero cuándo le dije buenas noches a mi hija, él se acercó al micrófono de mi celular y también le dijo buenas noches, luego no se alejó.No quise ni mirarlo, porque sentía que mis labios iban a buscar los suyos, y en realidad quiero que se acerque él, quiero que me confirme segundo a segundo, que soy la dueña de su amor y de su deseo.No sé qué me está pasando, pero está noche no puedo resistir la tentación de estar con él y tal vez de pedirle que se quede siempre conmigo.Lo que teníamos era amor verdadero, era algo fuerte y aunque me pid
Por EvangelinaSe quedó a dormir en la quinta, al final terminé el día mejor de lo que esperaba, sintiendo su calor y su respiración al dormir.Yo me dormí bastante más tarde que él, la verdad que había tenido un día pesado y estaba disfrutando, por la noche, el tenerlo cerca, el sentirlo en mi cama y no solo para hacer el amor.Decidí darle una oportunidad, pero por ahora no se lo dije, es que nunca esperé su traición, conmigo tenía un amor desmedido pero eso no lo detuvo para tener las huellas de otro amor en su piel, otro perfume cubriendo sus sentidos.Pienso cómo será esa mujer.Muero de celos y dolor.Sin embargo necesito sentirlo cerca, quiero pensar que de verdad fue una equivocación y que las huellas de ese amor prohibido se borraron, que las borró una lluvia suave, porque no fueron importantes.Es que realmente no entiendo el amor sin Edgardo, quise hacer de cuenta que podía seguir adelante sin él, pero no lo logré, fue mucho lo que vivimos, realmente el sol nos acariciaba c
Por EvangelinaBajé del ascensor y empujé otra puerta de vidrio, en donde también miré mi imagen reflejada.Respiré más tranquila, luego doblé por el pasillo hacía el hall central, llegué a una oficina en donde había tres escritorios.Las chicas que trabajaban allí, eran las que trabajaban siempre, las conozco de vista, las observé por unos segundos.-Buenas tardes.Les dije con una sonrisa.-Buenas tardes.Me contestaron.No me preguntaron quién soy, ya lo sabían.Sin dar una explicación, empujé la última puerta de vidrio, allí había dos escritorios con dos mujeres más jóvenes.Son las secretarias de los jefes, uno de sus jefes era mi marido, suelen estar tapadas de trabajo y siempre atentas a lo que necesiten Edgardo y el director general.Laura, una de ella, cuándo me vio, se sobresaltó, o al menos eso me pareció a mí.Yo la miré con desconfianza.Ella sonrió y me parece que lo hizo por compromiso.Debo estar loca, si mal no recuerdo, ella está casada y…eso no tiene nada que ver, m
Por EdgardoNo puedo más, nunca odié a alguien, pero realmente a Irene la odio y me odio a mí, no sé qué pasó por mi cabeza cuando decidí tener sexo con ella, fue la peor desición de mi vida, por todo lo que esa desición trajo a continuación.Realmente soy un infeliz, así me llamó ella en alguna de las discusiones que tuvimos, y tiene razón, lo soy, perdí la felicidad que me acompañaba desde que Evi aceptó ser mi esposa.Es verdad que siempre creí que ella solo se conformó conmigo, porque fui su tabla de salvación, pero de todos modos siempre la tuve en mis brazos y se entregaba con verdadera pasión, haciéndome sentir poderoso cuando ella gozaba conmigo y también me sentía especial por ser su marido, por tenerla en mi cama cada noche, hasta que surgieron esos malditos eventos y vi como cientos de hombres se perdían mirándola y hasta muchos le coqueteaban y ella les sonreía.Entiendo que no podía ser antipática, pero comencé a sentirme más inseguro que de costumbre, no porque fuera a p