Después de tragar saliva, Rita se puso de pie y le explicó a Bella: — Cuando la vi ayer, tenía puesto el uniforme de té coral. De inmediato, Valencia dio cuenta de cuál había sido el malentendido. A pesar de ser buena amiga de su madre, Bella era hostil hacia ella porque creía que era una camarera. — Parece que hay un malentendido. No soy camarera — me explicó Belén encogiéndose de hombros. — Si no eres camarera, ¿por qué tenías puesto el uniforme? Deja de mentir— preguntó Bella con el ceño fruncido. Belén miró a Rita por un momento antes de girarse hacia Bella. — Señora Sernas, ¿puedo conversar con usted por un momento? Tengo algo que decirle. Si me lo permite, puedo bajar el precio de mil millones a diez. Solo deme diez minutos, y luego puede pagarme diez millones para que deje a su hijo. Lejos de ahí, Daniel, que estaba trabajando fuera de horario, gente estornudo. —¡Achís! —«¿Quién me está regañando?». Mientras tanto, en la plaza, Bella estaba tentada por la oferta de Be
Susana fijó la mirada en Belén. — Concéntrate en vivir una mejor vida ahora que estás de regreso. Deja de meterte en asuntos oscuros del pasado. A veces la ignorancia es una bendición. ¿Y qué más da si logras saber la verdad? No puedes traer a tu madre de la muerte. Sin embargo, Belén Lucía desafiante. — Al menos voy a poder darle algo de justicia a mi madre. Bella suavizó el tono. — Si te estuviera viendo desde el cielo ahora mismo, ella también quería que tuvieras una buena vida. Belén sacudió la cabeza con vehemencia. — El único motivo por el que regresó se fue para vengar su muerte. Si no puedo hacer eso por ella, ¿para qué volví? Para sorpresa de Belén, la expresión que se reflejó en el rostro de Bella fue de aprobación. Sin embargo, enseguida desapareció para ser reemplazada por una mirada de impotencia. — Lo siento, pero no puedo ayudar. No pude descubrir nada hace diez años, y es mucho más difícil ahora. Si no hubo pruebas en aquel entonces, es muy probable que las
Alicia había dejado la invitación más temprano y el mayordomo le había recordado a Belén muchas veces sobre la fiesta. Era una gran coincidencia que la fiesta de cumpleaños de Paola fuera del día siguiente. Belén estaba segura de que era una trampa para ella y había decidido no solo evitarla sino contraatacar. Si Belén perdía esa oportunidad, no sabía cuándo iba a tener una nueva, o ni siquiera alguna vez la iba a volver a tener. Era su mejor oportunidad para deshacerse de los obstáculos en su camino, así que lo pensó y de inmediato marcó el número de Daniel. Amada de inmediato. —¿Qué sucede? — Tengo que ir a una fiesta de cumpleaños mañana, así que no puedo ir contigo al banquete. Lo siento — respondió Belén con franqueza. —¿A qué horas es la fiesta de cumpleaños? — preguntó. Pelé miró la invitación que tenía en la mano. — A las siete. — Eso es perfecto. El banquete el que te voy a llevar es a las cuatro de la tarde. Después, ¿puedes acompañarte a la fiesta de cumpleaños? —
Mientras sostenía una caja lujosa de regalo, él se la entregó con una sonrisa. — Señorita Belén, la señorita Ponce ha preparado este vestido para usted. Como la señorita de los García no estaba en la casa, dijo que le preocupaba que usted no preparara uno. Por lo tanto, se ha tomado la libertad de hacerlo. Belén levantó un poco una ceja. «¿Desde cuándo Paola es tan amable como para prepararme un vestido? Debe ser una trampa. Será mejor que esté más atenta». Sin embargo, no manifestó sus verdaderas emociones. En cambio, recibió la caja con una sonrisa e incluso la abrió delante de él. —¡Guau! ¡Es hermoso! — exclamó ella. Los ojos de Antonio solo reflejaron desdén. «La señora García incluso afirmó que Belén era muy astuta, pero ahora, ¿solo es una joven inocente y vanidosa?» — Es bueno que le guste, si se pone ese vestido en la fiesta de cumpleaños de la señorita Ponce, seguro que estará encantada — respondió él con una sonrisa mientras ocultaba su desprecio. — No te preocupes
Al tener en cuenta lo bonito que era el vestido, podía imaginarse lo increíble que se vería cuando se lo pusiera. Para ella era obvio que el vestido era muy costoso. «¿Y qué si Belén ha nacido bonita? Está sola en el Distrito imperial, y no tiene ni dinero ni poder, y es imposible que se ponga un vestido tan lujoso como este. Como dice el refrán: —¡el hábito no hace al monje! Con este vestido, presionaré a todos en la fiesta. Después de sufrir en el monasterio durante tanto tiempo, esta será mi recompensa, haré que sea un regreso glorioso». —¡Ey, ve más rápido! — Ana molesta con impaciencia —. Quiero llegar a la fiesta enseguida. —Señorita Ana, no se preocupe. Primero tenemos que llevarla al estilista. Además de su ropa, su maquillaje también tendrá que estar a la altura de la ocasión — respondió al chofer con una sonrisa. —¡Sí, por supuesto! Ana se esforzó por mantener la Calma. Sin embargo, no pudo evitar que su sonrisa se ensanchara aún más. Después de todo, ¡no podía esperar
— Pero no tienes que preocuparte, ya que hice algunos arreglos. Como eres mi invitada y no un miembro del mundo Superior, no tienes que participar en el torneo de ajedrez— agregó Daniel. Sin embargo, Belén se quedó atónita. «¿Tony rojas? ¿Mi alumno Tony?» Belén tenía talento para el ajedrez y ya había vencido a Tony antes en un torneo internacional. Desde ese entonces, él la fastidió para que fuera su maestra hasta que no tuvo más remedio que aceptarlo como alumno. «Parece que Tony es un jugador famoso de ajedrez en el país. ¡Qué coincidencia! No obstante, pasaron varios años desde entonces, me pregunto si sus habilidades mejoraron». — En ese caso, ¿puedo pedirte que les comuniques a los organizadores que también quiero participar en el torneo de ajedrez? El formato todos contra todo suena emocionante— dijo Belén mientras levantaba la mirada. Cuando él brilló en sus ojos, levantó una ceja de la sorpresa. —¿Sabes jugar ajedrez? — Un poco. Daniel guardó silencio, durante la secc
Sus amigas estaban tan impactadas que se callaron de inmediato, ya que jamás habían escuchado a Eva a gritar en un tono tan agudo. Sin embargo, todas eran buenas amigas y enseguida entendieron sus sentimientos después de ver su mirada. Era evidente que estaba celosa. Todas sonrieron con ironía cuando se dieron cuenta del hecho. Cambiaron de tema dado que ya no podían alabar la belleza de Belén. — Ella no tenía motivo para sentirse engreída. Una vez que terminara el torneo de ajedrez, le pediré que se retire. — Exacto. Eva, ya no podemos ver a esa mujer irritante. Pensar en ello ya me hace extrañarla. —Pf, si se enfrenta a Eva en la primera vuelta, estará acabada, ya que su tutor es el señor Rojas. El fundador del mundo superior. Destrozaría a Belén con solo un par de movimientos. — No hace falta decirlo. Teniendo en cuenta a los participantes de hoy, solo el señor Peralta, quien fue el campeón del año pasado, es lo bastante bueno para enfrentarse a Eva. Por lo tanto, compararla
Eva no dudó de las palabras de Heidi, e incluso aferró su mano. —¿Estás bien? — preguntó—. ¿Llamó al chofer para que te llevara al hospital? — No, no es necesario. Mi chofer está aquí. Ya me voy.— se negó de inmediato. Le preocupaba que iba a descubrir que había perdido contra Belén y la regañara en público. Además, ya había visto al siguiente oponente, quien resultó ser Agustín. —Sabía que no tenía ninguna posibilidad de ganarle. Si perdía dos partidas seguidas, le pedirían que se retirara. Debido a eso, decidió que era mejor retirarse por voluntad propia, Y de esa manera, conservaba su dignidad. Después de despedirse de Eva, Heidi se fue enfadada y fue una imagen miserable. Eva alzó las cejas con curiosidad. «¿No que estaba enferma? ¿Cómo puede caminar tan rápido?» Sin embargo, no le dio demasiada importancia y sí se le limitó a suponer que Heidi no se sentía bien. «Incluso si se siente mal, es posible que haya perdido contra Belén». Con una sonrisa, Eva se dirig