EPÍLOGO:

- Hola Papá.- saludó a la lápida de su padre, Tom, dejó un adornó floral y se quedó viendo la lápida unos minutos.

– Feliz cumpleaños viejo! Serían 66 años, espero nos estés cuidando desde el cielo. Siento no venir muy seguido a visitarte, gracias a ti fue un año intenso.- se río.- Te tengo varias novedades:

- Luego de que volviera a trabajar Anais, nos casamos otra vez, tenía tres meses de embarazo, aún no se le notaba, fue una ceremonia civil, sólo con nuestros amigos y familiares. Gracias por devolverme a esa mujer y darme la oportunidad de conocer a mi hija, debiste contarme.

Dejamos el departamento de Anais y nos mudamos a mi casa, Liliana no demoró en adaptarse, es una niña encantadora. Pude acompañar durante todo el embarazo a