Tang Ruochu sentía tristeza en su corazón. Ella levantó la mano y le acarició la espalda, diciendo gentilmente: “Anyi, no necesitas disculparte conmigo. Aunque no apoyo esta relación, puede que yo no tenga la razón. Simplemente no quiero que te lastimes. Pero... has sufrido recientemente. Es mejor estar en una relación apasionada que sufrir. No importa cuál sea el resultado final”.

“Chuchu…”. Song Anyi la abrazó con fuerza, las lágrimas rodaban involuntariamente por sus mejillas.

‘Chuchu, no lo sabes. Es por ti que tengo el coraje de intentar con esta relación’.

Al escuchar sus sollozos, los ojos de Tang Ruochu también se humedecieron. Ella respiró y le dio unas palmaditas en la espalda, sonriendo. “Ya es suficiente. Eres demasiado grande para llorar. Mofei se reirá de ti si ve esto”.

Ella levantó la cabeza y miró a Shen Mofei a un lado de ellas. Este último le sonrió agradecido. “Gracias, cuñada”.

Tang Ruochu levantó sus delgadas cejas. “No me agradezcas. Si alguna vez tratas mal