"Cuñada, ¿cómo eres tan inteligente?". Lu Shengyao frunció sus labios para evocar simpatía. "¡Cuñada, tienes que entender lo aterrador que fue! Más de 10 ancianos me rodearon, y me preguntaron mi nombre y los de los miembros de mi familia. Ya es suficiente, cuñada, ¿sabes lo que pasó?".

Lu Shengyao se puso de pie emocionado mientras decía: “Cada uno de ellos se acercó para hablar conmigo. En ese momento, pensé que había llegado a una granja de patos, donde había cientos o incluso miles de patos graznando. Yo casi me enloquecía”.

Él parecía todavía estar traumatizado por las secuelas del encuentro.

Tang Ruochu levantó sus cejas. "Tengo un método para resolver esta situación".

“¿Qué método?”.

“Solo di que estás casado”.

Lu Shijin se quedó sin palabras.

Al ver que él estaba estupefacto, Tang Ruochu preguntó vacilantemente, “¿No les dijiste inmediatamente que no estás casado cuando te preguntaron?”.

Lu Shengyao se rio amargamente. “De verdad que eres una mujer inteligente, cuñada”.