Punto de vista del autor...

Alice suspiró mirando a la puerta de la habitación. Se había despertado de las últimas dos horas y estaba sentada en la habitación esperando que alguien viniera a verla. Pero para su mala suerte, nadie lo hizo. Suspiró una vez más y esta vez su estómago gruñó de hambre.

Anoche ella tampoco comió nada en la cena. Después de su charla con Ezekiel, sintió ganas de llorar cuando él, sin decir una palabra más, salió de la habitación. Sabía que él podría rechazarla ahora, después de todo, cada lobo, especialmente con un poder como el suyo, debe haber querido una pareja poderosa.

Ella sabía que eventualmente la dejaría y después de reflexionar sobre este asunto durante muchas horas, decidió pedirle un favor. Si va a rechazarla, al menos debería darle un pequeño favor.

Decidió pedirle que trajera a su tía a su manada y también la dejara vivir aquí. Él puede rechazarla y olvidarse de ella si quiere, pero todo lo que ella quiere de él es una vida pacífica en la que n