Había pasado un mes desde la hospitalización de Betty, y su evolución había sido favorable. Ella había respondido positivamente al tratamiento, lo que tenía muy contentos tanto a Rebeca como a Diego Armando, quienes habían hecho todo lo posible para que ella pudiera llevar su embarazo con tranquilidad. Rebeca logró hablar con los padres de Betty y los convenció de perdonarla, considerando la situación de salud tan delicada que ella estaba enfrentando.Betty ya se encontraba viviendo en casa de sus padres, ya que todavía necesitaba cuidados especiales y no era conveniente que en su estado, regresara a vivir sola a su apartamento. Gracias a la conversación que Rebeca sostuvo con los padres de Betty, ellos tomaron la decisión de darle lo que le correspondía de su herencia. A pesar de las circunstancias en las que Betty había concebido a su hijo, sus padres estaban muy ilusionados con la llegada de su primer nieto. Solo querían tener la tranquilidad de asegurar el futuro tanto de ella co
Los días pasaban y la relación entre Rebeca y Diego parecía encajar a la perfección. Ella se sentía plena, incapaz de creer que finalmente había alcanzado la felicidad que tanto había deseado.Aquel día en la clínica, Diego convocó una reunión extraordinaria con todo el personal médico y administrativo; tenía información crucial que, sin duda, cambiaría su vida y la de Rebeca.Sandra continuaba trabajando en el área de rehabilitación de pacientes, ya que no había encontrado otro empleo que le ofreciera el buen salario que ganaba allí. A pesar de las tensiones entre Diego y ella, él decidió mantenerla en su puesto, consciente de cuánto necesitaba su trabajo y sin querer perjudicarla. Además, Sandra realizaba su labor de manera eficiente y profesional, lo que justificaba su salario.Sin embargo, la relación entre Rebeca y Sandra se había deteriorado por completo. Rebeca optó por alejarse de la clínica, dedicándose a sus estudios y a su relación con Diego. A pesar de que él le brindaba t
Un mes después…—¿Y ahora a qué ha venido, doctor Mijares? —preguntó Iván al abogado que Diego Armando había contratado para representar legalmente a Rebeca.—Señor Iván, en vista de que se ha vencido el plazo para desalojar el apartamento que pertenece a la señora Rebeca, el tribunal ha decidido proceder de inmediato con su desalojo. Traigo una orden firmada por el juez, y le exijo que salga de la propiedad en este preciso momento.Iván no podía creer lo que estaba sucediendo. Se había confiado, pensando que tal vez Rebeca lo dejaría vivir en el apartamento hasta que él pudiera resolver su situación económica. Estaba acostumbrado a que Rebeca le solucionara todos sus problemas financieros y no creyó que ella se atreviera a sacarlo de esa forma tan arbitraria.—Pero esto no puede ser posible. Rebeca no sería capaz de hacerme esto. Debo llamarla inmediatamente para que le diga que usted no puede sacarme de esta manera. —dijo tomando su celular. —Entienda, abogado Mijares, no tengo a dó
Meses después…Rebeca había logrado casarse con Diego Armando. Tuvieron una ceremonia realmente hermosa, aunque muy íntima, ya que solo quisieron compartirla con las personas más allegadas, quienes realmente los apreciaban. Apenas tenían un mes de casados y habían decidido irse en un crucero por el Caribe para pasar su luna de miel, lejos de todos los problemas y tormentos que tuvieron que enfrentar para poder cumplir su sueño de estar juntos como marido y mujer.Al regresar de su luna de miel, se encontraban viviendo de nuevo en la casa de Diego Armando. Al llegar, los recibió Carmencita, la nana de Diego, a quien quería como a una madre, ella lo había cuidado desde que nació. —¡Bienvenidos! Qué alegría volver a verlos —les dijo Carmencita mientras los ayudaba a meter sus maletas.—Gracias, Carmencita. La verdad es que nos fue estupendamente bien, pero extrañamos muchísimo tu comida —respondió Diego, saludándola con un beso en la frente.—Gracias, Carmencita, por recibirnos con t
Minutos después….Después del encuentro accidentado con Iván, la conserje continuó con la limpieza del edificio, esta vez se encontraba en el pasillo donde estaba el apartamento de Rebeca y Sandra. Todos en el edificio sabían que Iván vivía con Sandra desde hacía meses, aunque esa noticia aún no había llegado a oídos de Rebeca, quien estaba concentrada en su nueva vida y no había vuelto a hablar con Sandra, a pesar de que esta seguía trabajando en la clínica. La conserje se extrañó al ver la puerta abierta, ya que Sandra trabajaba prácticamente todo el día y el único que permanecía en el apartamento era Iván. Sin embargo, como lo había visto salir apresurado, pensó que tal vez había dejado la puerta abierta por descuido. Se acercó y miró a su alrededor, percatándose del desorden en la sala. Su atención fue atraída por un celular tirado en el suelo, totalmente destrozado. Se imaginó que tal vez habían tenido una discusión. Iván ya era conocido en el edificio por los conflictos qu
Betty abrió la puerta y mostró una expresión de alegría al ver a Rebeca y Diego.—¡Qué bueno verlos!—Hola, Betty. ¿Cómo estás? Vinimos lo más rápido que pudimos.—Hola, yo estoy bien. Por favor, pasen y tomen asiento. Me alegra mucho que ya estén de regreso.—Espero que no te moleste que haya venido con Diego, pero considerando tu urgencia, pensamos que podrías tener algún problema de salud.—Por favor, no me molesta para nada que haya venido Diego Armando. Al contrario, creo que es mejor así, porque necesito el apoyo de ambos. —¿Pero qué es lo que te pasa, Betty? La verdad es que nos tienes en ascuas. ¿Y tus padres se encuentran en casa? —preguntó Rebeca, buscándolos con la mirada.—No, mis padres están pasando unos días en la casa de la playa.—¿Y tú cómo vas con tu embarazo? —preguntó Rebeca.—Justamente de eso es de lo que quiero hablarles.—¿Pero acaso te has sentido mal? —preguntó Diego Armando.—No, la verdad es que mi problema no tiene nada que ver con mi salud física, sino
Al día siguiente…Rebeca y Diego Armando estaban muy contentos con la decisión que habían tomado de adoptar al niño de Betty. Ese día se fueron muy temprano a la clínica, ya que ambos tenían trabajo por hacer y luego se reunirían con el abogado y amigo de Diego, para concretar los trámites legales de la adopción apenas naciera el niño. Cuando llegaron a la clínica, se sorprendieron al ver que había una gran cantidad de personas en los alrededores, todas tenían una expresión de asombro mientras murmuraban entre si. Al mismo tiempo, se alarmaron al notar una patrulla de policía estacionada en la entrada principal.—¿Pero qué habrá pasado? ¿Por qué está esa patrulla en la entrada de la clínica? —preguntó Rebeca mientras miraba a su alrededor intentando averiguar de qué se trataba. Diego Armando terminó de estacionar su vehículo y también comentó:—Sí, la verdad es que es muy extraño que haya una patrulla de policía en la entrada. A menos que hayan traído a alguien herido de bala y es
Tiempo después…Iván permanecía escondido en el Bar de Casimiro, sin embargo, la policía estaba tras su pista, todo arrojaba que había sido él, el responsable de la muerte de Sandra. —Ya no puedo tenerte un día más aquí en el bar. Tienes que irte cuanto antes. —dijo Casimiro con determinación. —Casimiro, por favor, no puedes hacerme esto, no tengo a dónde ir. —Iván, ya lo sé todo. Iván lo miró con una expresión de terror, su rostro palideció en segundos. —¿A qué te refieres? —preguntó con voz temblorosa. —La policía te está buscando por todas partes. Aseguran que fuiste tú quien mató a una mujer llamada Sandra. Me imagino que se trata de la amiga de Rebeca. ¿No es así? —Eso no es verdad, Casimiro. Hay un error. —dijo tartamudeando, estaba muy nervioso, se sentía perdido. —Yo no he matado a nadie. Todo ha sido una confusión, pero te juro que no he hecho nada malo. —No insultes mi inteligencia, Iván, te estás escondiendo por alguna razón y yo no quiero problemas en mi