Cosas de la vida.
Eran finales de enero, Mickey estaba recuperando las clases perdidas, Lucía se había vuelto a ir al rancho de la abuela, se quedaría allí hasta que iniciaran de nuevo las clases. Al parecer y no sé por qué lo dudaba si sabía que era cierto, iba a tener a un nuevo hermano. Me resultaba tan extraño pensar en un bebé en casa, no lo podía creer, ni sabía que ella podía tener hijos siendo una mujer mayor. Como sea, haré que sea niño y que sea igual de estupendo que yo. <Risas macabras>Nunca dejé de enviarle cartas a Mía hasta ese día, el veintidós de enero, día de mi cumpleaños. Intenté de todas las formas humanas comunicarme con ella, no pude enviarle mensajes a alguna red social ya que la muy rara no usa ninguna, entonces le envié mensajes a su teléfono y al de su madre. Mart&Final, tal vez.Decidí que iba a estudiar criminalística, me iba a especializar para ser investigador, iba estudiar esto con Martín, ya que ambos éramos muy buenos siguiendo e investigando a la gente, era algo que realmente nos gustaba mucho. Convertiría mi hábito mezquino, en mi profesión.El último año fui el personero de la escuela, no sé ni cómo logré ganar con mi historial y por esto, me pidieron dar un discurso el día de la ceremonia de graduación. Estaban todos muy emocionados por las cosas que iban a venir, no dejaban de hablar de eso y yo me sentía muy normal, no le veía tanto alboroto al asunto. Nos íbamos a graduar como miles lo hacían cada año, luego íbamos a estudiar en alguna universidad, unos iban a triunfar, otros iban a ser parásitos en la vida, otros mantenidos, otros iban a parar a la cá
Aceptando la realidad.Estaba muy cansado esa noche, solo quería irme a dormir, pero ellos aún no terminaban el interrogatorio. Estaba harto de sus malditas preguntas, ya había dicho todo lo que había preparado con anticipación, pero, sin embargo, seguían atacándome con sus preguntas. Y no solo a mí, a mis tres mejores amigos en el mundo también les hacían millones de preguntas y con un tono muy fuerte para ver quién era débil para presionarlo. No sé cómo demonios se enteraron de que yo era Bill y menos podía imaginar cómo supieron que ellos también habían colaborado en la página. Era un misterio, pero yo no iba a decaer, yo lo negaba hasta el final porque al final de cuentas, no tenían una prueba contundente que nos marcara como culpables. Mi teléfono era inrrastreable, solo suponían que éramos nosotro
Un nuevo miembro al grupo.Cuando acabó la clase de Minnie, salimos al descanso. Ellos querían fumar y por eso, nos dirigíamos a la azotea. Sacamos el paquete de cigarros en la clase para no tener que regresarnos a buscarlos después. Isaac nos vio y nos preguntó si le podíamos regalar uno. Mickey quien es el más sociable, le dio uno y le dijo que fuera con nosotros a la azotea. Este ser humano, el Isaac, ¿cómo podría hablar correctamente de él? ¿Cómo puedo describirlo? Es un poco alto, pero no tanto, cabello castaño oscuro y largo, tiene la piel como del color de cuando las cucarachas están al revés… No, es broma. Es blanco igual que yo, pero es bastante… ¿Cómo puedo decirlo? Depresivo y eso me aterra. Tiene un aura oscura y pude notar cuando estaba sentado con nosotros en la mesa, que tiene muchas marcas de cortes en sus b
Tengo ganas de comer mango.Me tocaba educación física en la mañana, así que me tocó como siempre, empacar ropa deportiva. Me gusta mucho esa clase porque me va bien creo que, en todos los deportes, soy muy rápido y ágil con un balón, sea para jugar futbol, voleibol, básquet, etc. Ese día había planeado ir a acosar con Martín a Isaac y a Adriana, de paso queríamos asustarlos, llevábamos rato sin hacer llorar a nadie y eso no puede suceder.Llegué muy tarde a la cancha de atrás, me retrasé en la entrada con Mickey e Isaac, me distrajeron hablando de una feria en la que nos iban a obligar a participar. Qué porquería, odio todo lo que tenga que ver con tareas extrañas o esas groserías y más, cuando no he hecho la mayoría de mis deberes. Creo que debo hacerlos pronto, antes de que Mía se entere
Mañanas ligeras de septiembre.Transcurrieron un par de días. Papá llegó un día a casa, de muy buen ánimo y dijo así sin más, que se iba a casar con Lorena. Lucía de inmediato, frunció el ceño y abrió la boca, pero no dijo nada al final, no había nada que pudiera decir. No me molestó su decisión, ella ya empezaba a agradarme, pero por lo feliz que hacía a papá. La veía a diario en casa y me incomodaba un poco que se esforzaba demasiado en agradarnos. Como ella siempre estaba en casa, cocinaba para nosotros, tal vez demasiadas cosas, incluso horneaba pasteles y cada día, hacía cenas como si se tratase de cada noche, una fecha especial. Notaba que se esforzaba demasiado y no era necesario, me incomodaba que hiciera eso y siempre trataba de buscar de qué hablar con nosotros, pero Lucía no se lo hacía nada
Todo se complica otra vez.Ese domingo, después de ver la película, fuimos a cenar algo en el apartamento de los hermanos. Íbamos normal como siempre, sin pensar en nada especial, pero no tenía ni idea de lo mucho que se complicarían las cosas esa noche. Martín cocinaba, mientras los demás conversábamos en la sala. Mía estaba sentada en mis piernas y yo la abrazaba. No podía estar más cómodo.-¿Qué les parecería si Martin y yo damos una fiesta para el sábado que viene?-Dijo Santiago.-Y con todas las de la ley, con suripantas, drogas y alcohol de contrabando.-Dijo Martín y exhalé.-Claro, supongo eres rico para contratar a las veinte suripantas que tienes en mente.-¿Sus papás no dicen nada?-Añadió Isaac y ambos, negaron con la cabeza al unísono. Sus papás eran muy descompli
ErroresDespués de hablar un rato con ellos, completé todo mi ensayo, le agradecí y regresé a casa. Era muy tarde y tenía mucho sueño. Además, hacía demasiado frío y sentía que se me había congelado todo el contenido.Me desplomé en mi cama, quería dormirme hasta el fin del mundo, estaba agotado. Me dormí unos instantes, no sé cuánto, pero luego, escuché que algo se movía y se paró en frente de mí, me horroricé y logré visualizar a Mía. Era la primera vez que ella venía a casa sin avisarme y por eso, se me hizo muy extraño. Mía es muy meticulosa con todo, siempre tiene que avisar y es por esa costumbre, que me preocupé al verla y más, al ver la expresión en su rostro.-Princesa, ¿desde cuando estás allí?-Noté que sus ojos es
En el concierto de Aerosmith.Llegó el cumpleaños de Mía, era el mismo día del grandioso concierto. Ansiaba ir, no podía dormir pensando en ese día tan glorioso. Ella sabía que iríamos, pero cuando le dije que sería en la noche de su cumpleaños, se puso muy feliz y me sentí muy bien por hacerla sentir así… Luego recordé a Lauren y como siempre, mi conciencia empezó a atormentarme. Nunca dejé de sentirme culpable por lo que sucedió, estaba completamente arrepentido y juré que jamás volvería a engañarla, ni aunque quisiera, podría hacerlo, aunque dudo que llegara a querer algo así. Lo que sucedió la otra noche fue enteramente por los tragos, yo no soy de esa manera y, además, amo tanto a Mía. La amo, por Dios, no puedo ni pensar en algo así. Estoy tan deprimido.El concier