Al despertar me levanté con un nuevo aliento de vida, hoy como ningún otro me había inspirado tanto que podría conquistar todo este reino, y si, ese día conocería el secreto que habian ocultado 4 o 3 generaciones por el simple hecho de no manchar su nombre, entonces ¿Por qué ahora cuando la vida de la próxima reina estaba en su mayor apogeo? Algo que no entiendo ahora pero entenderé después.
De todas formas, el principal motivo no era las catástrofes que yo podría causar, sino que algunas de las personas poderosas de este reino tomaron está profecía como un método para quitar a una princesa engreída y tonta. Lo comprendo por una parte, solo querían lo mejor para este reino y yo no lo era. Recién en mi contacto directo con la verdadera civilización me di cuenta lo ignorante que era al respecto de la vida real, en mi burbuja de la realeza solo aprendí a sonreír y a hablar con orgullo. Ahora mismo no puedo comprenderme a mi misma por lo que mis pensamientos comenzaron a rondar en las partes negatigas. Como una princesa que lo ha tenido todo he Sido estúpida, orgullosa, engre-
- ¿Elizabeth? - Salí de mis pensamientos con el llamado de Miriam. - Hay alguien que te busca, se hace llamar Jhonn.
- Sí! Es un amigo que hice en mi última salida. Gracias por decirme -le regalé una sonrisa y corrí hacia la puerta. Allí un niño con cabellos rubios, él tenía sus dos manos en los bolsillos y al verme habló emocionado.
- El abuelo quiere hablar contigo, dice que ha encontrado algo muy importante sobre el pergamino.
Mi boca de abrió ligeramente.
- ¡Iré a ver mi velo!
Aunque mis pensamientos estaban rondando en las cosas negativas de mi misma, aún así no dudé ni un segundo en seguir al niño. El me guiaba de una forma valiente y sostenía mi mano fuertemente. Sonreí mientras corría tan rápido como mis pies me permitían.
Cuando llegué el abuelo Ralf alzó sus ojos del periódico que leía. El estaba sentado en uno de los sillones de su tienda, actualmente estaba cerrada por lo que estaba muy silenciosa.
- Muy buenas tardes Elizabeth - junto sus manos formando de una forma elegante lo cual provocó una leve punzada en mi estómago. ¿Qué podría ser tan serio? Debajo de un libro saco un papel y lo leyó sin decir más. - Disculpa haberte llamado de esa forma brusca, pero tengo en mis manos aquello que querías saber y se te fue negado. La profecía así lo dice: "De los dioses y los Reyes una niña de cabello tan plateado y brillante que hasta en el día y en la noche brillará, sus ojos celestes casi blanco y su piel de porcelana pura; está niña traerá la paz y felicidad al reino del Centrum porque los dioses así lo han preferido". Eso es lo que una parte de la procedía dice y dime tu eres esa chica? ¿te pareces a esa chica?
- Las características que resive la enviada no son las mías.
- Por su puesto, la imagen de esta persona es muy sobrenatural y majestuosa. No hay pruebas que tu seas esa niña, simplemente tu eres una mujer cualquiera y la otra parte de la profecía dice: "y ella tendrá el poder de la palabra". Haciendo referencia que lo que dice se cumple.
- ¿Cómo es posible que en tus manos esté tan información?
- Lo robé - dijo simplemente sin dar rodeos, me miro con una cara de malicia.
- No pretendo desacreditar sus esfuerzos, pero, ¿Cómo? Es imposible a mis ojos.
- Esto es algo fácil para este soldado. Así que no te preocupes, esta es información confiable.
Estaba realmente asombrada, ¿Como un hombre tan anciado podría? Cuando mi mente seguía explicándoselo de alguna manera una voz se escuchó.
- Esa es una mentira muy grande abuelo.
Y en ese instante entró alguien más a la escena, un joven con cabellos castaños, con unos ojos verdes oscuros que me dejaron un poco anonada aparecieron.
- Este es mi fabuloso nieto el que consiguió ese pergamino.
- No me conocen tus ojos ?- me miró decepcionado.
- Si eres un noble que ha Sido candidato matrimonial, supongo que sí?
Bufó - Aunque nadie reconoce mi cara, todo este reino me llamo "Raven"
¿Raven? Aquel misterioso ladrón que es muy conocido en la alta aristocracia por ser un misterio absoluto. Se dice que ha robado toda clase de joyas y ninguna caja fuerte o Miles de soldados pueden deternerlo. ¿Por qué ahora se presenta este hombre a mis ojos?
- Has Sido una de las princesas más derrochadoras de conozco. Estoy muy alegre de todas las joyas que me has regalado. - y por su puesto también uno de los ladrones que me han quitado mis joyas.
- Creo que ahora te reconozco. - sus ojos misteriosos fulminaron los míos, cuando menos lo esperé ya se había acercado a mi y tomando mi mano, depositó uno de sus besos en mi mano delicadamente sin quitar sus ojos de los míos.
- ahora que la princesa sabe quién soy no dude de la procedencia de la información. Ahora que usted a Sido liberada de aquellas acusaciones, no dude en reclamar lo que es suyo.
No sabía que decir ni que hacer, aquella presión que ejercían sus palabras en mi corazón eran muy dolorosas. - Agradezco esto, pero yo no creo que pueda hacer algo al respecto. Me he dado cuenta de lo insignificante que he Sido hasta hoy, con o sin maldición siempre he Sido una vergüenza para mí linaje y para ustedes.
Los ojos de los dos pasaron de estar alegres a serios de inmediato, quizás nunca pensaron que la valiente princesa dijera esas palabras, pero ya las había dicho.
- Ya no necesito tu ayuda nieto. Puedes irte por ahora. - Ralf se levantó de su sillón y caminó lentamente hacia mi.
- ¿Sabes por qué hay algunas personas que creen en ti?
En realidad no tenía ni idea, ni yo misma creía en mi. Las razones que podría darme seguramente serían por mi linaje "perfecto" o mi gran parecido al rey original, pero eso no quitaba lo inútil que era. El anciano tomó mis dos manos y las miró con una mirada cálida.
- Quizás la mayoría de la gente y me incluía antes lo hacen por tu parecido al rey original, él fue muy querido por todos aquí y su muerte hizo que algo se quebrara. Aunque esa es la principal razón también hay otra, quizás antes eras una persona muy orgullosa - una risilla se escapó de sus labios - pero aún así nos mirabas desde el principio con orgullo, siempre tu mirada demostraba que te importaba este pueblo, quizás para ti es algo sencillo, pero era la misma mirada de tu padre. Sé que tienes más que ofrecer.
No pude evitarlo, ya habían lágrimas rodando por mis mejillas.
- Puede que hayas Sido una princesa muy mala, pero también una que aprende muy rápido. Aprendiste a amar y ahora eres más humana que nunca. Ten fe en nosotros como nosotros tenemos fe en ti. Este no es solamente tu carga. Es de todos...
Algunos meses después.- No hicimos nada- los mire un poco decepcionada, habíamos logrado tener la mitad del pueblo a nuestro favor, habían otros que simplemente no podían darle la espalda a la corona y habían otros que tenían miedo a que el rey los ejecutase, sí que era muy difícil, pero me daba cuenta que algunas personas no querían al reinado que se les obligaba a aceptar, ellos querían un rey que escuchará sus peticiones y ayude a que puedan vivir mejor, ellos querían a un rey de verdad no uno que simplemente se fijara en cobrar altos impuestos y sobreexplotar a los campesinos para que produzcan para la corona.Pero supongo que eso siempre estuvo, desde tiempos en que mi tío seguía con vida, desde tantas generaciones ¡Incluso mis amados padres lo han hecho! En este mundo teníamos que aplastar para seguir adelante ¿Acaso e
Desperté en mi cama, sentí que mi cabeza explotaría en cualquier momento pero con dificultad puse mis dos pies en el piso tambaleándome, salí con pasos cortos y desordenados hasta llegar a la puerta donde me encontré varias personas en una clase de reunión, pude reconocer a Lucas, a el viejo y Miriam frunciendo el seño. No deberías ser tan tonta para no darte cuenta que el ambiente era muy pesado, la aura se sentía tan frustrada y dolorosa que hizo que mi cabeza de vueltas en su lugar.- ¿A qué se debe su visita, ya tomaron el té? - Dije débilmente. Entrando en la escena.- Elizabeth! - dijo Ralf casi creyendo que no estaba frente a sus ojos.- Elizabeth. ¿Estas bien cariño? ¿Te duele algo? - Rápidamente vino Miriam a abrazarme, Me apachurro mucho y sentí varias lágrimas mojando mi vestido, me sentí un poco extrañada..- ¿Cuánto tiempo me quedé dormida?- Dubitativa pregunte sabiendo que la respuesta sería bastante dolorosa. ¿Que rayos me
Y ahí estaba yo sentada en la pequeña silla de mi cuarto procesando toda la información que había recibido la noche anterior, aún tenía un pequeño dolor de cabeza pero nada que no pueda soportar. Yo reina de el Centro, eso significaba todo; pero si ese rey sabía que yo era esa tal reina desde el principio ¿Por qué? ¿Por qué me trato tan mal? ¿Y aún así me sacan del pueblo? Si yo reclamo ese reino, quizás los podría destruir ¿Por qué entonces ese maltrato? Las preguntas rondaban en mi cabeza pero un pequeño golpe en mi puerta me sacó de mis confusos pensamientos, de la puerta salió una penosa Miriam.- Elizabeth, sé que estas un poco - Hizo un sonidito con la lengua - ¿extrañada? Es mucho por asimilar y más si la noticia es de ese tamaño, pero un sirviente del Rey llamó a la puerta y piden tu ausencia, Además trajo esto.De atrás de su cuerpo me trajo una caja de madera color azul marino con pequeños brotes de color esme
Cuando nuestra pequeña Elizabeth tenía la edad de 6 años una gran tragedia sucedió, el barco donde sus padres habían estado viajando de regreso a su reino por la fiesta de una monarca en el reino del Norte se había hundido, la desesperación, los llantos y suplicas a una entidad invisible eran los más oídos entre la tripulación del barco Filantrupus del reino del Este, el más seguro, el más elegante ; contrajo la muerte de las personas que formaban al pueblo del este y así también dejar a la pobre Elizabeth huérfana. Elizabeth fue criada en Palacio con los mejores lujos y cualquier cosa que la niña deseaba así lo era ¿Por qué? Todos le tenían pena a una niña que no pudo ver más a sus padres. El reino quedó a cargo de el tio de Elizabeth, uno de sus favoritos y así continuaban hasta que su reina creciera y tomará el reino, su reino....- El pueblo aclama, pide, suplica que venga el verdadero rey, el verdadero heredero de su pueblo; están hacien
El sonido del silencio me atormentaba, me había acostumbrado a levantarme temprano para así ayudar a Miriam en cualquier tarea del hogar, no quería vivir ahí sin pagar algo a cambio pero desde las tempranas horas que mis ojos se abrieron me Di cuenta que no me iban a dejar salir aunque ya sea un nuevo día, insisto millones de veces, golpeaba la puerta para que así supieran que ya me había despertado pero... nada ni un solo ruido, habla... nada. Comenze a desesperarme ¿Me quedaría ahí más de dos o tres días? ¿Hasta cuando? Ese tonto principe había explicado que hoy partiría a su tierra y a mi me llevaría consigo; sin mi consentimiento, pero si íbamos a partir porque no me dejaban recojer mis pertenencias, quería los últimos recuerdos que me quedaban de mi vida pasada y quizás sólo quizás, tenía miedo, miedo de que ese rey, el rey del Centro haga cosas horribles en ese momento no quería sufrir más, pero una parte de mi tenía la esperanza de que quizás si voy podría descubr
Una mano tocó mi hombro lo que hizo que de un salto en mi asiento inconcientemente y ahí estaba el mismo chico que me había dicho que salíamos en 20 minutos; estaba muy cerca de mi Y así pude apreciar su rostro.... era muy adorable, su piel se veía tersa y limpia y sus pestañas eran largas; su estatura se podía decir que era baja para el promedio y eso hacia que pensará que era un niño.- Ya llegamos señorita Elizabeth, bienvenida al reino del Centro.- sonrio de oreja a oreja y con una mano me ayudó a levantarme y salir del carruaje; mire todo a mi al rededor... era normal... como un reino mas pero algo había distinto; la gente, todos llevaban una vestimenta muy diferente al reino del Este, sombreros, hermosos vestidos, corbatas y moños todos mostraban la elegancia de su riqueza. No podía esperar menos del reino mas rico del mundo; me dirigí hacia el hermoso Palacio blanco, todo estaba muy adornado ya sea con flores o con hermosos lazos, habían hermosas alfombras y
Y ahí estaba yo... yendo al lugar donde dije que no iría, me levanté de la cama al instante en que salió, quería verlo y hablar.. pensar, razonar. Me sentía tan pequeña al no poder hacer nada así que sólo hice lo único que podía hacer, pedir ayuda. Lo más extraño era que le iba a pedir concejo a un estúpido que sólo le importaba si el era el rey sin cuestionar mis desiciones... todo lo que pasaba estaba en mi contra y ya no lo podía soportar pero... yo... una parte de mi me decía que siguiera adelante, Que aunque todo se vaya abajo hay que seguir porque quien más sino yo? Si quería cambiar este reino ¡este mundo! Tenía que empezar a hacer varios sacrificios..Salí del Palacio y a un guardia de la puerta le pregunté la ubicación del jardín, estaba atrás del reino así que con paso lento fui hasta allá hasta que vi una cabellera negra y ahí supe donde era.. me acerqué lentamente y lo vi completamente; alto, musculoso, una piel blanca como porcelana, unos ojos potentes
- Venimos a conmemorar la muerte de nuestro querido rey, El rey Antonio V, fue uno de los Reyes más queridos del hermoso reino del Centro y siempre lo llevaremos en nuestros corazones como un rey amable, benevolente, bueno y muy sabio que a llevado a este gran reino por un excelente camino, siempre lo recordaremos y que pueda descansar en paz con su reina Sofía.El pueblo entero tenía diferentes caras, diferentes reacciones; No se podría decir que todos estaban tristes porque muy, pero muy pocos en medio de la multitud sonreían, mostraban sus dientes en señal de beneficio propio, esa poca cantidad de personas quizás 2 o 1 o quizás 5 a 10 No podía ocultar su cara de satisfacción, era terrible, supongo que es parte de ser humanos... burlarse de las desgracias de otras personas por su propio beneficio... estaba acostumbrada a ver esas expresiones que al verlas dejaban una ráfaga de sentimientos encontrados. Entre la multitud se podía ver a alguien que sufría much