Capitulo 28-¡Ahhhhhhhhh!, ¡hasta que han recapacitado! Pensé que este momento nunca llegaría- chilla mi pelirroja amiga contra la almohada.-¿Qué quieres decir con eso?- arrugo la nariz.-Que ya se estaban tardando demasiado- me mira como si fuera obvio-. Digo, yo me cogí a Shane a los tres días de conocerlo, y tú que ¿Cómo tres años?Giro mis ojos.-No es para tanto- me recuesto sobre su hombro-. Supongo que pasó cuando ambos estábamos listos, en el momento preciso. Fue lo mejor.-Siéndote sincera, Amy, estoy feliz por ti. Se lo mal que lo has pasado. Ya sabes, mereces lo mejor. Sé que Blake te lo dará, aunque a veces sea un demonio salido del infierno.Suelto un suspiro y la miro con una sonrisa- Creo que lo amo-hago una larga pausa luego de decir aquello-. No sé que hacer respecto a eso.-Tus ojos brillan más.-Y mi corazón late más, demasiado más.Apoya su cabeza sobre la mía y ríe con ganas.-Estás jodidísima.-Y mucho, amiga mía.De pronto se sienta mirándome con los ojos abier
—¿Qué vas a dónde?—cuestionó Blake bastante escandalizado.—A la ciudad, con Camila.—Me vale mierda con quien sea, es peligroso.—Blake…—suspiré levemente, armándome de paciencia—, desde que te conozco he vivido escondida. Merezco ser divertirme también, ser feliz, ¿no te parece?—¿No lo eres aquí?A veces actuaba demasiado necio, como si todo se tratase de él, o fuese su culpa.—No hablo de eso—tomé sus manos—. Iré con Camila a la ciudad, a pasarla bien un rato. No es nada que tenga que alertarte.Bufa con frustración—Aun no entiendes lo que significa el hecho de que seas mi compañera.—Blake, solo te estoy avisando.Suelta mis manos y su mala cara es evidente antes de que se voltee.—Haz lo que quieras.«Eso es justo lo que haré»Aprieto mis labios y tomo el celular de a mesita de noche—. Te mandaré mi ubicación si eso te deja más tranquilo.Al llegar abajo mi amiga me espera en el salón, vistiendo un hermoso top gris brillante y unos pantalones de cuero altos.Me da una amplia son
Abro la puerta y sacudo al hombre con fuerza, esperando su ayuda, su seguridad. Lo único que veo es su cuello desangrado y toda su ropa manchada.Suelto un jadeo y retrocedo, mis manos sudan mientras marco a Blake. El teléfono se me cae de las manos dando en la alcantarilla mientras escucho su voz en la lejanía.—¡Blake!Escucho pisadas, escucho risas, escucho hombres. Comienzo a correr, corro y corro hasta que no sé donde estoy. Un callejón es lo que puedo ver, acorralada, asustada. Así es como me siento.Me acurruco, esperando no ser encontrada. Llorando por la ausencia de Camila.—¡Ahí está!— esa frase es la causante de mayor desesperación, tiemblo y tiemblo, porque, aunque intente pensar que es otra cosa, sé que me han encontrado.Veo la silueta de un hombre. Sus pasos me atormentan. No tengo escapatoria.—¿Creíste que podías engañarnos, muñeca?Aprieto mis dientes mientras mis garras se entierran en mi piel.—La otra perra es un buen bocadillo, pero lo que necesitamos es el plato
El camino de vuelta se me ha hecho eterno, intento despejar mi cabeza, pero solo hay problemas y más problemas. Blake acaricia mi cabello, pero la tensión por lo que ha pasado no disminuye.—¿Aún estás molesta?— ¿En mi lugar no lo estarías?—La verdad es que ni te hablaría.—Y no tengo ganas de hacerlo de hecho.—Perdón, la verdad es que soy un idiota—Eso es algo que no te voy a negar—Te amo demasiado—murmura—. Me da miedo perderte.—De la única forma en que me perderías es arrancándome el corazón, me es inevitable amarte.—Al verte con ese tipo me he pensado lo peor dejarme llevar por lo que me dicen los demás, no me gusta ver a ningún Idiota cerca de ti, porque me vuelvo loco.Me quedo callada por unos segundos porque no sé qué responder, sus actitudes me lastiman y me hacen verlo como un niño, un niño dolido y solitario que no sabe cómo amar.Me hace daño, pero la vez me recompone, me agota y me llena de energía a la vez, es como una corriente contra la que nado, pero qué me man
Observo como Blake termina de guardar sus cosas en una pequeña maleta que cierra con pereza.—En verdad no es necesario que te vayas—susurro apenada.Era su casa, como es posible que elija irse. Yo era quien había tomado la decisión, yo debía marcharme.—No te preocupes, he hablado con tu padre. Ambos pensamos que no es seguro viajar, el vendrá a verte todas las veces que quieras.—Aun así, si no puedo irme deberías quedarte. No será como antes pero es tu casa, aunque no estemos juntos puedes estar aquí.—No creo que sea algo que pueda soportar— murmura.Hago una mueca y trago saliva. Sus ojos azules se encuentran con los míos y me veo a punto de llorar.—No iré muy lejos de todos modos, debo estar al pendiente. —Solo cuidate—le pido—. ¿Me lo puedes prometer?—Lo prometo— deja un beso en mi frente y luego me abraza con fuerza, respirando en mi cuello—. Volveré, no te desharás de mí tan fácil.***Han pasado horas, y yo no me he movido de mi sitio, Isabel ha venido unas cuantas veces
Mi teléfono tenía diez días de mensajes acumulados, todos de Blake. En el último me preguntaba qué porque no respondía sus mensajes. El muy sinvergüenza. Aunque estuviera muy molesta, también estaba preocupada, ¿Cómo le afectaría todo lo que estaba ocurriendo? Sé por todo lo que pasó por superar esto. Comienzo a escuchar gritos y decido vigilar si Ema no se encuentra en un problema. La veo acurrucada llorando mientras su madre y su hermana discuten. —¡Fuiste una irresponsable! ¡Te pedí que lo ayudaras ¡Que fueras de apoyo para él, y lo abandonaste! —¡Era tu responsabilidad quedarte, mamá! ¡Tú nos abandonaste! —¿Cómo puedes decir eso?— su voz suena rota— ¡Casi muero!, con tu padre fingimos la muerte para salvar nuestras miserables vidas, para en un futuro poder regresar cuando pudiéramos solucionarlo. Para asegurar el bienestar de ti y tus hermanos. Sin que se den cuenta tomo el brazo de Ema y la saco de ahí, ella se aferra a mí mostrándose desconsolada. Todo ronda por mi cabeza
Mis manos tiemblan mientras lloro desconsolada abrazando a Cami. La examino por todos lados para asegurarme de que no le hayan hecho daño.—Me alegro de que estés aquí. Y lo siento mucho, por todo.—Estoy bien—sonríe y da una vuelta—. Yo siempre estoy bien.Suspiro porque sé que en el fondo pasó un susto enorme al igual que Shane, quien se aseguró de destrozar cada uno de sus apestosos cuerpos.—Te querían a ti, si hubieran conseguido llevarte no lo contarías, Amy. Se han equivocado, solo por eso estás aquí.Tiemblo y un escalofrío me recorre.Me abraza con fuerza— Debes cuidarte mucho. Sobre todo ahora que Blake no está.***Camila está con la boca abierta como hace un minuto, cierro su mandíbula con mi mano y pellizco su brazo.—Santa diosa.Aisha sonríe y le estruja como si fuera un peluche—. Estás tan grande, mi fresita pecosa.—En verdad quiero llorar—murmura aun atontada.—No, no, no preciosura, hoy hay que festejar.***Los chicos de servicio van de allá para acá sin parar un s
Prólogo1 de enero 2018Blake, 18 años de edad Apenas estaba llegando la mañana y una peculiar llamada me había dejado sin formas de reaccionar, me paralicé de inmediato, toda mi furia comenzó a crecer sin control alguno. Ver aquellas fotos, verla comunicándose con esas personas de forma tan natural, me hizo que abriera los ojos de la peor manera. Aquellas personas que ya no están conmigo me fueron arrebatadas por la persona se supone debo amar y estar con ella toda la vida. Mi garganta se oprimió y mi corazón zumbaba con fuerza dentro de mi pecho por el esfuerzo que hacía por controlarme, me debatía entre hacer algo contra esa humana o simplemente dejarla ir ¿pero ¿cómo? Si ella era la responsable de que todo lo que tenía ya no esté. Mis padres, los seres que más he apreciado ya no están aquí, no están conmigo, ¿Cómo puedo hacer borrón y cuenta nueva y no guardar rencor cuando quien es mi alma gemela m