—¿Alguna vez has pensado que habría pasado si yo no hubiera perdido la memoria?Harding me miró, sopesando mi pregunta. Dejó de lado el tenedor que tenia en la mano y cruzó los dedos, apoyando los codos sobre el comedor.Pasaron unos segundos donde creí que no diría nada, hasta que por fin asintió.—Todos los días.Removi mi comida distraidamente, era mi primera mañana dentro de la casa, y la conversación que estabamos teniendo había rondado por mi cabeza toda la noche.—¿Crees que seguiría con Thomas si no hubiera perdido la memoria?—pregunté.Harding tragó saliva. Por un momento creí que no responderia, pero finalmente lo hizo, inseguro.—Antes creia que no, pero después de pensarlo un poco tal vez si —apretó los labios y desvió la mirada —porque tenias razón en una cosa que me dijiste, él es tu pareja de años, la persona con la que tenias asegurado un futuro y...—Pero eso lo dije ahora, cuando he perdido la memoria. —murmuré, por alguna razón necesitaba justificar mis palabras.—S
Sali de casa a las 10, justo cuando escuché que Harding subia a su estudio. No queria encontrarme con él, la conversacion del dia anterior aun me tenia afectada y verlo no era la mejor opción por el momento. Crucé la calle hacia la cafeteria y le sonrei a Tikie cuando la vi sentada en una mesa, con una taza de café humeante delante de ella.—He pedido uno para tí —murmuró —espero esté bien. —Está perfecto Tikie, gracias.Me senté frente a ella y comencé a revisar la carta de postres. Luego de un momento pedimos ambas dos trozos de pastel de chocolate.—¿Cómo te sientes? —preguntó ella, centrando su atención en mi —me imagino que debe ser dificil terminar una relación así de larga, y más si habia un compromiso de por medio.—Creo que es más fácil ahora que no recuerdo mucho de nosotros —musité —¿Thomas cómo está?—Aunque te sorprenda no lo sé —susurró —en este grupo de amigos siempre he sido la sobrante.Frunci el ceño, sin entender.—¿A qué te refieres?—Si, es decir, tú y yo casi
Las semanas pasaron tan lenta y dolorosamente que me obligué a pasar el tiempo limpiando, hablando con Tikie y tomando correos que se me habian acumulado a lo largo del tiempo. Ya habían pasado 3 semanas desde mi discusión con Harding y desde ese día no habiamos vuelto a cruzarnos, y sabia que no era por casualidad. Ninguno de los dos queria ver al otro. Y eso estaba bien para mi. La puerta fue golpeada un par de veces en ese momento, mi corazón latió como un loco pero me obligue a tranquilizarlo cuando pensé en que Harding no llamaba a la puerta, y además ni siquiera era capaz de acercarse. Así que por un momento creí que se trataba de Tikie y fue eso lo que me motivo a abrir. Mi sonrisa desapareció y mi corazón se terminó de romper cuando vi a Thomas del otro lado, con un ramo de rosas en sus manos. Harding estaba detras de él, mirandome de la forma más gelida posible. Mis ojos volvieron a Thomas, quien
Parpadee un par de veces y abrí los ojos lentamente, la luz blanca de mi alrededor me hizo volver a cerrarlos con una mueca de dolor. Fragmentos de lo que había sucedido llegaron a mi mente rapidamente. El auto desparramado por la carretera húmeda, mi cuerpo saliendo por el parabrisas, mi cabeza golpeándose contra la acera, el dolor punzante de los trozos de vidrio encajados en mi cuero. El dolor insoportable, agudo. Mis manos temblorosas tomando el celular para llamarle a alguien, y luego otro golpe, duro y seco en mi cabeza. Haciéndome perder el conocimiento de nuevo. —¿Cómo se encuentra? —un hombre de bata blanca y cabello canoso me sonrió con amabilidad —¿Se siente mejor? —¿D-dónde estoy?—pregunté, con impaciencia. —En el hospital, ¿Recuerda algo de lo que le pasó? —Un accidente. —Así es señorita, un accidente automovilistico —apretó los labios —¿Sabe quién es usted? Cerré los ojos un momento, intentando concentrarme, cuando volvi a abrirlos asentí con la cabeza levemente
Cerré la puerta con cuidado mientras mi mano era tomada por la de Thomas. Habiamos entrado a un departamento, el cual supuestamente nosotros habiamos adquirido tres meses antes. En nuestro tercer aniversario. Sujeté mi cabeza con una mueca cuando sentí un leve mareo. De pronto era como si mi mente se hubiera ido muy lejos de ahi. Cerré los ojos y tomé con más fuerza la mano de mi novio, intentando mantenerme en pie a pesar del dolor que comenzaba a experimentar. «Hacía frio ese día en la mañana. Abrí la puerta con una sonrisa y mi boca se abrió completamente cuando vi el precioso apartamento que se encontraba frente a mi. Era enorme, tenia un piso de madera precioso y una chimenea gigante... Todo eso era verdaderamente hermoso, pero lo que mas llamó mi atencion fueron los enormes ventanales que se enconteaban alrededor, mostrando una vista divina de la ciudad....»Sacudí la cabeza con fuerza cuando otra punzada de dolor me abarcó repentinamente, me llevé la mano a la zona afectada i
Abri los ojos con lentitud y vi que el reloj marcaba las 5:01 pm. Frunci el ceño y tomé el celular. Tenia 3 mensajes de Thomas avisando que los chicos llegarian a las 5:30.Puse una mueca de disgusto, tenía exactamente veintinueve minutos para vestirme, aunque cabia la posibilidad de que no fueran puntuales y llegaran despues de la hora acordada. Suspiré con fuerza y entré al baño con la intención de no perder más tiempo del necesario.Justo al lado de la puerta pude ver que había un espejo que reflejaba mi cuerpo por completo. Miré al espejo con atención, mi cabello castaño estaba opaco y deshidratado, bajo mis ojos celestes había unas bolses enormes de ojeras y en mi frente un golpe de color morado. Frunci los labios, habia una cortada en mi barbilla.Mi cuerpo seguia doliendo, tomé el borde de la blusa y la levanté con cuidado. Una cicatriz en sanación cruzaba de forma vertical el abdomen, era delgada pero notable. Mis brazos estaban golpeados
«Miro hacia todas partes, no sé donde estoy. Es un cuarto con paredes blancas, todo está borroso. Tengo una aguja clavada en mi piel y un hombre canoso me sonrie amigablemente, pero eso no me hace sentir mejor en lo más minimo.—¿Dónde estoy?—pregunto debilmente.—¡Linda! —un hombre de ojos color avellana se acerca a mi con una sonrisa —oh dios mio, estaba tan preocup...—¿Quién eres tú? —mis ojos se abren por completo y mis alarmas se encienden. Intento ponerme de pie —¿dónde está mamá? ¿dónde esta papá? ¿qué pasó?—Linda no...—el hombre trata de tomar mi rostro pero yo lo empujo con fuerza —Sky tranquila.—¿Cómo sabes mi nombre?—un par de mujeres con bata blanca se acercan a mi y yo empiezo a jalar, intentando levantarme —SUELTENME ¿DÓNDE ESTOY! ¡QUIERO IRME A CASA!El chico castaño empieza a llorar y esa es la última imagen que me llevo cuando cierro los ojos.»Mis ojos se abrieron lentamente, temiendo que no estuviera en casa con Thomas. Mi cuerpo estaba tenso y rigido mientras la
Habia pasado una semana. Siete dias confusos donde las pesadillas no desaparecían y todas se repetían. Todas relacionadas con el accidente. También fueron siete dias donde conocí más a Thomas, dándome cuenta del novio tan perfecto que era. Siempre me daba regalos, llegaba con pequeños detalles e incluso me invitaba a salir todos los dias después del trabajo. Habiamos recorrido muchos lugares, sitios donde se suponía habiamos pasado muchos momentos hermosos juntos; pero, a pesar de eso jamás pude recordar nada. Era domingo de nuevo y estaba desgastada emocionalmente, era cansado no dormir debido a las pesadillas, estresarme por no poder recordar, tener deja vu confusos, mantenerme alerta todo el tiempo y simplemente fingir como si nada hubiera pasado. Tratar de aparentar que todo estaba bien aunque no fuera así. Solté todo el aire de mis pulmones y me dejé caer en el suelo tras sentir un peso indescriptible en los hombros. Thomas estaba en la oficina y podia derrumbrarme un poco.