• Ella •
¡Toda la visita al rey fue completamente estresante! Solo debía contenerme, quedarme callaba, porque si hubiese llegado a abrir mi boca, lo más seguro es que hubiese terminado con la cabeza lejos de mi cuerpo, para mi suerte estaba el cabeza hueca de Esteban, sí, gracias a él pude contenerme. Habíamos llegado a mi habitación, el camino había estado en un completo silencio.
—Le agradezco por su amabilidad— Dije mientras soltaba su brazo.
—Ahora puede decirme lo que quería decirle a mi padre, no quiero que se envenene antes de la boda— se sentó a mi lado, no tan cerca, pero realmente no estaba tan lejos.
Estaba intentando contener mi risa, parecía que ya había comenzado a entender el desprecio que le tenía a su padre y a los nobles, por lo menos tenía la intención de escucharme.
—Usted sabe que es me
Las siervas ingresaron al aposento, al ver al príncipe en la habitación se dieron la vuelta y comenzaban a volver por su camino.—Esperen, ya debo irme, por favor, háganle una buena compañía a la princesa Emma— se despidió de mí con una sonrisa, la cual correspondí levemente.La chica, creo que se llamaba Lilian, se disculpó y salió en busca de Fabián, quizá tendría algo importante qué decirle. Pero lo que realmente me interesaba era poder hablar con Isabel, ella, era la que me ayudaría en esto. Además, de que debía encontrar la manera de poder comunicarme con las personas del grupo y darles a conocer cada uno de los planes y la información que podría sernos de ayuda.—Princesa Emma, mi compañera tuvo que salir por algo urgente— hizo una reverencia.—Isabel, usted sabe muy bien que no ten
Sí, la idea de Emma, era una idea genial, pero ¿Quién sería tan confiable para camuflarse en el ejército enemigo?—¿Tienes sugerencias para enviar a alguien como espía?— preguntó después de romper el silencio que se había formado.—Esa persona tiene que ser diligente y confiable, si enviamos a alguien sin fijarnos en eso, puede que se pase al bando de los enemigos y les diga nuestros planes de guerra— desvíe la mirada —Lo mejor es que pensemos detenidamente en eso.• Ella •Ya había terminado de hablar con Isabel acerca de nuestros próximos movimientos, además de eso, le había comentado un poco más acerca de la guerra y el que estaría a cargo del palacio un par de días, esa idea realmente me emocionaba. Pero quizá, esos días no serían tan cercanos, con la estrategia que l
• Él •La ceremonia había comenzado, todo iba según las tradiciones, esperaba que Emma no fuese a hacer nada extraño, en serio, era Emma… lo extraño era que no hubiese hecho nada hasta ahora.—Hoy estamos aquí para presenciar la unión del príncipe Esteban y la hija de uno de los generales más importantes del reino, me alegra mucho ser quién oficie esta boda, he estado esperando esto desde que el príncipe nació, así que comencemos.Era una tradición en el palacio, que el hombre escribiera los votos matrimoniales, también para la esposa, nadie fuera de los nobles conocía ese secreto, era una manera de asegurar el dominio del hombre sobre la mujer. Al comienzo pensé en dejar que Emma los escribiera, pero, terminé escribiendo ambos votos iguales, tomé aire para comenzar a decir los votos, de alguna manera, estaba
—Es extraño que me «hables con respeto» siento que te estás burlando de mí— inclinó su cabeza a un lado.—Lo hago— le mostré la lengua.Esteban lanzó un profundo suspiro, desde hoy comenzará mi plan para molestar y conquistar a Esteban, necesito ganarme su confianza, así estaremos en igualdad de condiciones, no quiero aprovecharme de él, quiero asegurarme de que él no sea peligroso para nuestros planes.—¡Si serás! Desde ahora llámame… Mm— se sentó pensativo.—¿Cariño? ¿Amor? ¿Mi vida? ¿Corazón?— pregunté conteniendo la risa.—Solo dime Esteban— se dio la vuela, parecía como si se hubiese sonrojado.Creo que ya lo molesté suficiente por este momento.—¿Cómo van los planes de guerr
• Él •¿Ya conocen la razón por la que me gusta hablar de estas cosas con Emma? Ella piensa en más alternativas de lo que lo hacemos nosotros, recuérdenme por favor, no tener a Emma como enemiga. Me gustaba ver como sus ojos brillaban cuando hablaba de cosas que le apasionan.—Así que quieres actuar de todas las maneras posibles… ¿No te molesta que esté dando tus ideas a mi nombre?— pregunté algo extrañado.—Realmente no busco reconocimiento, solo quiero que Lostland sea un buen lugar para vivir y que se mantenga de pie para que nuestros hijos sean felices— sonrió.Emma tiene mucha esperanza de que este mundo cambie, últimamente he visto la clase de liderazgo que lleva mi padre, si mi madre estuviera viva, no permitiría que mi padre actuara así, como dijo Emma, debe ser un buen lugar para que… alto… &ique
—¡No! ¡Mi madre no!— gritó Esteban sentándose de un salto.—¿Estás bien? ¿Tuviste un mal sueño?— pregunté sentándome a su lado, mientras acariciaba su espalda, vaya que sí me dio un gran susto.Su respiración estaba agitada y gracias a la luz de la luna llena que entraba a la habitación, podía ver brillos en su rostro, lo que significaba que estaba sudando y estuvo llorando, él se quedó como una estatua durante un largo tiempo, yo seguí intentando tranquilizarlos sin palabras.—Recordé cosas que no me gustaría haber hecho, es una pesadilla que viví— se giró a mi dirección.—Intenta calmarte un poco, respira… estoy aquí— sonreí levemente, estaba preocupada por él.—Emma… hay algo que muy pocos saben— comenz
Después de conversar un rato acerca de los movimientos que podríamos hacer y de buscar los puntos débiles del consejero, continuamos durmiendo, en mi interior solo esperaba que todo saliera bien, debemos hacer justicia, no solo por ella, sino también por todos los inocentes que pagaron por sus crímenes.A la mañana siguiente los tres mosqueteros estaban en nuestra habitación. Esteban estaba a punto de salir a una de las últimas reuniones antes de continuar con el proceso de expansión. Lo primero era vencer a los que se aproximaban en contra nuestra, si vencemos, podremos avanzar a conquistar su territorio, lo que no me gustaba de las guerras, eran los muchos muertos que dejaban, pero… era algo necesario, primero hay que luchar para alcanzar la paz.—Por favor, no dejen sola a mi esposa, ni un solo instante, o sus cabezas terminarán muy lejos de su cuello— Los amenazó.
—Lo siento mucho, estuve haciendo unas recomendaciones a Emma, no puede hacer lo que le plazca ¿No es así padre?— Lo observé.—¡Ese es mi hijo! Que se haga respetar por su esposa, una mujer que quiere el mando… es realmente un dolor de cabeza, esa muchachita… cuando llegó era demasiado impulsiva, pero gracias a ti, ella se ha vuelto cada vez más sumisa— sonreí ante su comentario.No le podría decir a mi padre que ella era todo lo contrario a eso, que… justo esta mañana me había dicho que quería derrocarlo y me había amenazado indirectamente.—Así es como usted me enseñó, padre, Emma no será ningún problema para nosotros— yo no creía mis palabras.—Consejero ¿Qué opina usted de la muchacha?— cuestionó mi padre.—Necesita adaptarse u