Capítulo 87. Asalto planeadoIvanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoTenía mucho miedo y como pude había llamado a Axel y a Amaia que no tardaron nada en venir a la firma, claro que con ellos también vino la policía y eso me molestó. Seguramente, Axel había sido el de la idea de llamarlos y ahora ya no se podía hacer nada al respecto. Estaba muy alterada, más que nada, porque este “asalto” llevaba implícito el nombre de Cecilia, la desgraciada de la esposa de Axel.–Güera, yo lo siento mucho – Dijo Amaia – Axel, ya sabes como es y no me hizo caso de no llamar a la policía.–Sé de sobra como es mi amigo, Amaia y no te preocupes – Dije un poco alterada – Solo que era innecesario esto, ahora tendremos que ir a declarar y todas esas cosas cuando ya sabemos que la que vino a perpetrar este robo fue Cecilia.Esa mujer no nos quería dejar en paz, no entiendo que es lo que gana haciendo todas estas estupideces. No vamos a dejar que ella ganara, por mucho que Cecilia hiciera para meter
Capítulo 88. Crisis de iraIvanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoMe había portado de lo peor con Cris, él me miraba con los ojos bañados en lágrimas y Nadia me miraba consternada y ¿Qué decir de Amaia? Ella, como era su costumbre, solo sabía ponerse a llorar y lo hacía siempre que pasaban cosas que escapaban de su control, como ahora lo era esto. Sé que ella quería que Cris me siguiera consolando, pero yo no podía tolerar eso.Cris es lo que menos necesito ahora, lo que necesito es centrarme en lo que pasó y ver el modo de involucrar a los ladrones con Cecilia. Algo tuvieron que hacer o decir que la pongan a ella a la cabeza de todo esto que han hecho.–Güera, los agentes necesitan tu código de acceso para las cámaras de seguridad – Pidió Axel – Eso nos puede ayudar a ver quienes hicieron esto.–Ahí está en mi despacho, tómalo de atrás de mi cajón – Le respondí enojada – Aunque todo este circo que estás montando, Axel Vega no va a servirme de nada.No tenía que haber llamado
Capítulo 89. Un caso complicadoCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoIvanna y yo no íbamos a regresar, a estar juntos y ahora lo sabía, pero no lo asimilaba y lo que era peor, aún me dolía demasiado todo lo que había pasado. Llegué a mi casa empapado porque me fui caminando y la lluvia me mojó con todo, lo que me daba igual y solo llegué y me tumbé en la cama quitándome el traje mojado y mientras lloraba lágrimas de dolor y de amargura, me metí a la cama y me dormí con todo ese dolor que mi mente llevaba cargando por todo el día.Al día siguiente luego de ser despertado por la alarma, hice todas mis cosas y me fui a la firma, viendo como estaba todo con Ivanna no quería echar más leña al fuego y que me fuera a correr y apenas llegué a la firma, pensé lo peor, al ver ahí su camioneta. Era demasiado temprano para que estuviera ya en la firma.–Hola, Cris – Me saludó Nadia – Qué bueno que llegas, necesito que me ayudes. La licenciada está encerrada en su privado y han llega
Capítulo 90. Cliente satisfechoCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoYo sabía que todo lo que llevaba trabajando con Ivanna, me había ayudado mucho en mi formación y ahora es cuando eso se iba a ver. El cliente me miró muy contento después de todo el rato que empleó para revisar mi trabajo y yo me relajé, sin tener ansiedad y tampoco nervios. Al fin me estaba empezando a dominar en esto y sabía que todo iba a llegar a una buena resolución para bien del cliente.–Licenciado Mendoza, haga el papeleo necesario – Me dijo el cliente – Tomaré esta propuesta, que ella me dé el dinero y compre mi parte de la propiedad, es lo mejor para todos.–Muy bien, yo lo notifico hoy mismo al abogado de ella y entonces, arreglado eso, puedo proceder ya con los trámites del divorcio.Me alegraba que el señor Rojas haya tomado una de las dos opciones, pues eso me llenaba de mucha satisfacción, es un logro del cual me siento orgulloso, supe llevar con éxito la solución del problema. Ahora solo
Capítulo 91. Un amor de hombre Ivanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoJustamente eso era lo que no quería que Cris se tomara atribuciones que no le corresponden y que ahora hasta tuviera el atrevimiento de decir que se cancelaran mis citas de la tarde, pero ya para no tener más problemas instalados entre él y yo, tuve que acceder a eso y acepté que por esa tarde ya no trabajáramos.–Ivanna, tranquila el doctor ya no debe tardar en llegar – Cris dijo en un tono muy lindo – Te amo, sé que hemos estado mal y también sé que vamos a estar mejor.Tan bien que se está portando Cris y yo todavía diciendo todo eso de él, su preocupación es genuina, sé que todo lo que le he dicho no ha disminuido su estima hacia mi persona.–Gracias, Cris. Por preocuparte tanto por mí, aun cuando no he sido una buena persona contigo.Me he comportado de una manera pésima con él, lo he hecho sufrir a pesar de que yo también estoy sufriendo por esta separación, pero no me quedaba de otra. Tenía que poner
Capítulo 92. Una buena regañadaIvanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoEl doctor, después de escuchar mi respuesta tan sincera y tan cínica al mismo tiempo, negó con la cabeza hacia ambos lados en señal de desaprobación. Ya sabía que me iba a volver a regañar porque ese chequeo que me está mandando a hacerme, se debe hacer cada año y yo no me lo he hecho y lamento profundamente el no haberlo hecho, ahora no me estaría sintiendo tan mal, si me hiciera mis chequeos médicos periódicamente, pero en ese tema soy muy desordenada.–Muy bien – Dijo el doctor – Al menos es honesta, licenciada y ya no la voy a regañar. Usted misma está padeciendo ahora los estragos de tener esos descuidos con lo más importante que tiene, con su salud.–No puedo rebatirle eso, doctor. Pero, ya me conoce, el trabajo me absorbe gran parte del tiempo y me es imposible a veces ocuparme de otras cosas.Es la verdad, muchas veces ni siquiera me acuerdo de comer, como fue lo que me sucedió, por eso me había sen
Capítulo 93. Demasiada preocupaciónCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoUna vez que logré que mi adorada Ivanna desayunara algo, me podía sentir un poco más tranquilo, ya que le había regresado el color a sus mejillas y ella se veía mejor que hace un rato cuando me dio un susto enorme, cuando tuvo ese desmayo. Yo pensaba que todo iba a estar bien entre ella y yo y que esto que ella tuvo que sufrir nos iba a unir más, pero resultó ser que yo estaba muy equivocado.–Gracias a ambos por haberme atendido y ayudado hoy – Nos dijo Ivanna – Les encargo la firma y me iré a casa a descansar. Muchas gracias y cualquier cosa que requieran estaré disponible en el celular.–Claro, licenciada – Dijo Nadia – Vaya a casa y descanse que bien merecido lo tiene y hágale caso al doctor. No quiero que le vuelva a pasar otro desmayo.Ella no me iba a permitir que la acompañara de eso, me daba cuenta. Pero yo no quería que se fuera sola a su casa, no me quería arriesgar a que le diera un desm
Capítulo 94. Un gran favorCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoCon lo que me dijo Nadia, aumentó demasiado mi preocupación y no es que no estuviera preocupado, por el contrario, lo estaba demasiado y ahora lo estaba al doble. Sí Ivanna ya había ido a dar al hospital por cansancio, con razón el doctor estaba molesto con ella y pensaba que no cuidaba su salud. No entiendo a este tipo de gente que tiene los medios económicos de sobra para cuidar lo que más se debe cuidar, la vida y la salud.–Esperemos que no le vuelva a pasar eso, ella debe bajarle un poco a su ritmo de vida – Sentencié – Pero, eso ya queda en ella. Me indicó que me quede en la firma y que te ayude en lo que se ocupe, permiso Nadia, me voy a trabajar.Pues ya no puedo hacer más por ella, ni siquiera le interesa su salud, mucho menos se va a interesar por cómo me estoy sintiendo yo por dentro. Me quedaré en la firma haciendo mi trabajo, que es a lo que me tengo que dedicar, pues yo con Ivanna ya no tengo n