Capítulo 90. Cliente satisfechoCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoYo sabía que todo lo que llevaba trabajando con Ivanna, me había ayudado mucho en mi formación y ahora es cuando eso se iba a ver. El cliente me miró muy contento después de todo el rato que empleó para revisar mi trabajo y yo me relajé, sin tener ansiedad y tampoco nervios. Al fin me estaba empezando a dominar en esto y sabía que todo iba a llegar a una buena resolución para bien del cliente.–Licenciado Mendoza, haga el papeleo necesario – Me dijo el cliente – Tomaré esta propuesta, que ella me dé el dinero y compre mi parte de la propiedad, es lo mejor para todos.–Muy bien, yo lo notifico hoy mismo al abogado de ella y entonces, arreglado eso, puedo proceder ya con los trámites del divorcio.Me alegraba que el señor Rojas haya tomado una de las dos opciones, pues eso me llenaba de mucha satisfacción, es un logro del cual me siento orgulloso, supe llevar con éxito la solución del problema. Ahora solo
Capítulo 91. Un amor de hombre Ivanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoJustamente eso era lo que no quería que Cris se tomara atribuciones que no le corresponden y que ahora hasta tuviera el atrevimiento de decir que se cancelaran mis citas de la tarde, pero ya para no tener más problemas instalados entre él y yo, tuve que acceder a eso y acepté que por esa tarde ya no trabajáramos.–Ivanna, tranquila el doctor ya no debe tardar en llegar – Cris dijo en un tono muy lindo – Te amo, sé que hemos estado mal y también sé que vamos a estar mejor.Tan bien que se está portando Cris y yo todavía diciendo todo eso de él, su preocupación es genuina, sé que todo lo que le he dicho no ha disminuido su estima hacia mi persona.–Gracias, Cris. Por preocuparte tanto por mí, aun cuando no he sido una buena persona contigo.Me he comportado de una manera pésima con él, lo he hecho sufrir a pesar de que yo también estoy sufriendo por esta separación, pero no me quedaba de otra. Tenía que poner
Capítulo 92. Una buena regañadaIvanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoEl doctor, después de escuchar mi respuesta tan sincera y tan cínica al mismo tiempo, negó con la cabeza hacia ambos lados en señal de desaprobación. Ya sabía que me iba a volver a regañar porque ese chequeo que me está mandando a hacerme, se debe hacer cada año y yo no me lo he hecho y lamento profundamente el no haberlo hecho, ahora no me estaría sintiendo tan mal, si me hiciera mis chequeos médicos periódicamente, pero en ese tema soy muy desordenada.–Muy bien – Dijo el doctor – Al menos es honesta, licenciada y ya no la voy a regañar. Usted misma está padeciendo ahora los estragos de tener esos descuidos con lo más importante que tiene, con su salud.–No puedo rebatirle eso, doctor. Pero, ya me conoce, el trabajo me absorbe gran parte del tiempo y me es imposible a veces ocuparme de otras cosas.Es la verdad, muchas veces ni siquiera me acuerdo de comer, como fue lo que me sucedió, por eso me había sen
Capítulo 93. Demasiada preocupaciónCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoUna vez que logré que mi adorada Ivanna desayunara algo, me podía sentir un poco más tranquilo, ya que le había regresado el color a sus mejillas y ella se veía mejor que hace un rato cuando me dio un susto enorme, cuando tuvo ese desmayo. Yo pensaba que todo iba a estar bien entre ella y yo y que esto que ella tuvo que sufrir nos iba a unir más, pero resultó ser que yo estaba muy equivocado.–Gracias a ambos por haberme atendido y ayudado hoy – Nos dijo Ivanna – Les encargo la firma y me iré a casa a descansar. Muchas gracias y cualquier cosa que requieran estaré disponible en el celular.–Claro, licenciada – Dijo Nadia – Vaya a casa y descanse que bien merecido lo tiene y hágale caso al doctor. No quiero que le vuelva a pasar otro desmayo.Ella no me iba a permitir que la acompañara de eso, me daba cuenta. Pero yo no quería que se fuera sola a su casa, no me quería arriesgar a que le diera un desm
Capítulo 94. Un gran favorCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoCon lo que me dijo Nadia, aumentó demasiado mi preocupación y no es que no estuviera preocupado, por el contrario, lo estaba demasiado y ahora lo estaba al doble. Sí Ivanna ya había ido a dar al hospital por cansancio, con razón el doctor estaba molesto con ella y pensaba que no cuidaba su salud. No entiendo a este tipo de gente que tiene los medios económicos de sobra para cuidar lo que más se debe cuidar, la vida y la salud.–Esperemos que no le vuelva a pasar eso, ella debe bajarle un poco a su ritmo de vida – Sentencié – Pero, eso ya queda en ella. Me indicó que me quede en la firma y que te ayude en lo que se ocupe, permiso Nadia, me voy a trabajar.Pues ya no puedo hacer más por ella, ni siquiera le interesa su salud, mucho menos se va a interesar por cómo me estoy sintiendo yo por dentro. Me quedaré en la firma haciendo mi trabajo, que es a lo que me tengo que dedicar, pues yo con Ivanna ya no tengo n
Capítulo 95. Permiso concedidoIvanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoAfortunadamente, para mí y a pesar de como yo había sido con mis amigos, con Amaia y con Axel, ellos no se enojaron conmigo y más bien, me perdonaron y ya no me reprocharon nada más. Era como si mi comportamiento nefasto, no hubiera ocurrido nunca y eso se los agradecía, ellos me recibieron en su departamento y en medio de todo el problema que tenían, se ocuparon de mí con mucho cariño.–Güera, ¿Necesitas algo? – Me preguntó Amaia – Te he traído un té relajante.–No Amaia, muchas gracias. En serio agradezco todas las atenciones que están teniendo Axel y tú conmigo, son lo máximo ustedes dos.Ellos se han comportado de la mejor manera conmigo, como siempre lo han hecho. No debí haberles hablado como lo había hecho, no tenían la culpa de lo que le había pasado a mi abuelito, toda la culpa era de Cecilia, pues todo lo que me estaba sucediendo llevaba su nombre escrito, mi instinto no me podía fallar.–Nada que
Capítulo 96. Son niñeríasIvanna Linares FloresLeón, Guanajuato, MéxicoMe sentía muy afectada con todo lo que pasaba con mi salud, odiaba sentirme, así como si estuviera enferma y sé que, en parte, ahora todo me afectaba, más por los problemas que estaba teniendo con Cris. Me dolía mucho la cabeza de tanto darle vueltas al asunto y mejor me puse a ver un programa con el fin de distraerme. No quería que Amaia y Axel perdieran su tiempo de pareja por estar conmigo, pero a ellos parecía no importarles y siempre pasábamos el tiempo los tres juntos.–Güera, prueba estas empanadas – Me dijo Amaia – Axel las acaba de hacer y están buenísimas.–Ya sé de cuáles son, si dame una – Le pedí – Hasta de olerlas se me despierta el hambre, Amaia ¿Le llamaste a Cris?Necesitaba que Cris estuviera tranquilo para que entre él y Nadia, pudieran hacer el trabajo en lo que yo me recuperaba, no voy a poder dejar el trabajo por tantos días, solo que le voy a tener que bajar el ritmo. No me puedo estar mal
Capítulo 97. Muchas desdichasCristóbal Mendoza RamírezLeón, Guanajuato, MéxicoEsa noche me fui de la firma devastado y Amaia pasó por mí para ir con ella a su evento del Tec, por obvias razones ella no podía ir con Axel y como ella no es alguien que gozara de ir a esas cosas, me lo pidió a mí porque no quería ir por ningún motivo ella sola.–Hola, Cris – Ella me saludó de beso en la mejilla – Dime ¿Qué tienes? Sé lo que piensas que ir a este tipo de cosas, es patético, siento que te tenga que arrastrar a eso.–Hola, Amaia. No para nada, de hecho, me da gusto ir contigo. Necesito despejarme un poco y tomarme unos tragos, es que no sabes lo que me pasó.Me había dado cuenta de que ya lo que se suponía que tenía con Ivanna, no tiene solución, aunque le buscara por donde fuera, lo he comprendido aunque me duela en el alma. Ya no la voy a buscar más, no me voy a poner de tapete para que me siga pisando cuando le dé la gana.–No, no lo sé. Debes de contármelo, es algo malo porque veo la